El pasado 2 de julio desde la delegación de Apostolado Seglar y N. Evangelización vivimos la XVIII jornadas “VIDA MONÁSTICA Y SEGLARES”. Una jornada tras las huellas de Sta. Teresa de Jesús en los 400 años de su canonización.
Visitamos el monasterio de la Encarnación, tras la Eucarística celebrada en la capilla de la “TRANSVERBERACIÓN” tuvimos un momento donde una de las hermanas, desde la alegría de la vocación recibida nos transmitía el carisma propio de la comunidad Carmelita, con un bonito ejemplo, ellas son la raíz de un rosal, la raíz que desde lo escondido dan rosas diversas, florecen frutos bellos.
Y nos hacía una llamada a ser agradecidos, a decirle al Señor que le queremos, Él quiere que se lo digamos, Él tiene corazón humano.
Por la tarde visitamos Ávila caminando y visitando los lugares por donde Santa Teresa vivió, envolviéndonos en su mística.