La fiesta litúrgica de santa Teresa de Jesús es el 15 de octubre. Se celebra con especial solemnidad en varios puntos y comunidades, por los cuales la Iglesia de Sigüenza-Guadalajara tiene la suerte de ser también tierra teresiana. Singularmente lo es Pastrana, la villa ducal, donde en 1569, santa Teresa de Jesús, de la mano, primero, y después, a pesar de la princesa de Éboli, dejó dos fundaciones: el Carmelo descalzo femenino en el convento de San José y el naciente Carmelo descalzo masculino en el convento de El Carmen, donde san Juan de la Cruz y otros frailes reformados hicieron el resto.
A finales del siglo XVI tuvo lugar en Guadalajara, en el convento llamado popularmente desde entonces, “las Carmelitas de arriba”, la fundación del Carmelo descalzo de Nuestra Señora de las Vírgenes, trasladado hace cerca de medio siglo a Iriépal.
En 1615, se fundó, procedente de Arenas de San Pedro (Ávila), en Guadalajara el Carmelo descalzo de San José y siete años más tarde, ahora hace cuatro siglos, comenzó la vida conventual de monjas carmelitas.
Además, desde 1981, año de su erección canónica, y 1988, año de su dedicación y consagración del templo, una parroquia de nuestra diócesis está dedicada a la Santa. Es la del llamado barrio de ASFAIN, en el norte de Azuqueca de Henares. La iglesia parroquial azudense de Santa Teresa de Jesús se levantó mediante el traslado y reconstrucción de la iglesia parroquial de Alcorlo, anegada por un pantano en 1978, y de algunos elementos del templo de Sacedoncillo, pueblo también desaparecido.