Desde 1997 y por iniciativa del papa Juan Pablo II, en la fiesta de la Presentación del Señor, 2 de febrero, las comunidades católicas celebran la Jornada Mundial de la Vida Consagrada. La ocasión y el motivo miran a fortalecer la comunión con quienes, hombres y mujeres, han profesado votos de consagración religiosa en monasterios o en institutos y congregaciones de vida activa. El lema de la conmemoración dice este año “La vida consagrada, caminando en esperanza”. Una misa presidida por el obispo a las 19 horas del jueves 2 y convocada por la Confederación de Religiosos (CONFER Diocesana) será acto principal de la jornada, acto abierto a todos los fieles.
La Guía Diocesana 2023 documenta nueve monasterios feneminos de monjas contemplativas, quince comunidades de religiosas y siete comunidades de religiosos.