En el arranque de la primera semana de Pascua, monseñor Atilano Rodríguez ha remitido a párrocos y comunidades una carta titulada “Oremos para que el Señor nos conceda la lluvia”. Hace, en primer término, una reflexión creyente y solidaria sobre los efectos de la sequía para los agricultores y ganaderos y para los países desertizados. A continuación, reflexiona sobre los cuidados que debemos al planeta y los comportamientos responsables consiguientes. Y propone, para concluir, oraciones de gratitud a Dios por los dones de la creación y de petición de lluvia para las personas y pueblos que la necesitan.