El pasado Domingo día 24 celebrábamos Pentecostés, un día lleno de fuerza para todos los cristianos, día del Apostolado Seglar y la Acción Católica, un día de todos nosotros, seglares comprometidos, y que intentamos vivir nuestra fe desde el testimonio de vida en nuestros ambientes, pero siendo conscientes de nuestras limitaciones, y sabiéndonos pecadores, pero sintiéndonos elegidos y llamador por el Señor, y sintiendo como nos recordaba S. Pablo :”Nadie puede decir Jesús es Señor si no es bajo la acción del Espíritu Santo”.
Por todo ello nos reuníamos a vivir la vigilia de Pentecostés y pedir al Señor que nos envíe su Espíritu para ser fieles a la tarea encomendada, a la tarea que tenemos de ser Iglesia, Evangelizar.
Una tarea que va cogida de la mano de María, como nos recordaba D. Atilano, también nuestro obispo nos pedía no quedarnos en rezar, que está bien, sino en orar, entrar en nuestro interior en un dialogo intimo y personal con Cristo. También nos invitaba a AMAR como Dios nos AMA.
Pentecostés manifiesta para nosotros no la fuerza del hombre, sino la de Dios a favor de aquellos que escoge.
Hemos vivido cincuenta días llenos de fuerza, fuego, alegría, cincuenta días reflejados en el Via Lucis por nuestras calles, en la misión en Sigüenza con motivo de los 50 años en Barbatona, la feria de carismas en el mismo Barbatona, vigilia, celebración en nuestras parroquias, ahora nos toca que siga la Pascua, que sigamos manifestando que Cristo VIVE y es lo que da sentido a nuestras vidas.
Sintiéndonos elegidos, nos toca ser sus testigos, construyendo juntos desde nuestros carismas una Iglesia VIVA y CREIBLE. Y todo ello desde la oración, desde la interiorización.
Nos queda un año apasionante para ser testigos del amor de Cristo Resucitado.
¡CRISTO VIVE! ¡ADELANTE!
Ana I. Gil Valdeolivas. Delegada Diocesana de Apostolado Seglar