La Iglesia celebra el 29 de junio la solemnidad de San Pedro y San Pablo, a quienes tradicionalmente se les considera ‘las dos columnas de la Iglesia’. Pedro fundó la primitiva Iglesia con el resto de Israel, Pablo la extendió a todas las gentes. Por eso, la tradición del pueblo santo de Dios los une en una misma veneración festiva. En 1977 esta solemnidad dejó de ser jornada de precepto para los católicos españoles, que siguen celebrando el Día del Papa, sobre todos con plegarias de acción de gracias a Dios por el Pontífice y con preces por su persona y ministerio; también es ocasión para reafirmar la comunión con él y para realizar la colecta del Óbolo de San Pedro en uno de los domingos inmediatos. Este año hay oportunidad de dar gracias por el ministerio apostólico petrino que Francisco ejerce desde el 13 de marzo de 2013, así como de pedir por su entera recuperación de la reciente intervención quirúrgica.