La memoria litúrgica de San Joaquín y Santa Ana, que se celebra el 26 de julio, propicia la III Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores, que la Iglesia celebra el 23 de julio por iniciativa del papa Francisco. «Su misericordia se extiende de generación en generación» (Lc 1,50) es el lema propuesto por el Papa este año y sobre el que versa el mensaje correspondiente. Además, como en las dos jornadas anteriores y en ‘las condiciones habituales’, el Santo Padre concede el don de indulgencias a los fieles, en especial a los abuelos y mayores y a quienes visiten a los ancianos solos o en dificultad.
Monseñor Atilano Rodríguez exhorta en su carta semanal a tener en cuenta este motivo en las parroquias y a unirse a esta celebración; especialmente en las eucaristías del domingo 23, como él mismo hará.