El martes 15 de agosto es solemnidad grande en honor de la Asunción de la Virgen María en cuerpo y alma a los cielos, fiesta patronal de nuestra diócesis y de nuestra catedral. Dogma de fe desde 1950, por el Papa Pío XII, toda la historia del cristianismo celebró ya esta creencia de que María Santísima, concluido el curso de su vida terrena, no experimentó la corrupción del sepulcro, sino que fue asunta en el cuerpo y alma a los cielos, donde intercede por la humanidad.
La misa solemne de la Asunción en la capilla mayor de la catedral, el templo cabeza y madre de todos los templos diocesanos, será a las 11:30 horas, presidida por el obispo diocesano, Atilano Rodríguez, y por el arzobispo emérito de Sevilla, el seguntino Juan José Asenjo.
Además, el 15 de agosto es fiesta en numerosas localidades diocesanas: Brihuega, bajo el título de la Peña, en Cogolludo o Poveda de la Sierra, con la advocación de la Virgen de los Remedios, en Durón, con su Virgen de la Esperanza, en Uceda con la Virgen de la Varga, en Pastrana y Congostrina con la Virgen de la Asunción. En torno también al 15 de agosto se celebran fiestas en honor a María, trasladadas de su emplazamiento primitivo: la Virgen del Rosario de Ocentejo, la Virgen del Pinar de Galve de Sorbe, la Virgen del Lluvio de Clares, la Virgen del Buen Suceso de Codes, la Virgen del Buen Amor de Terzaga, la Virgen de las Cuevas de Torrecuadrada de los Valles, la Virgen de la Torre de Peñalén, la Virgen del Pulgar de La Cabrera o la Virgen de Nazaret en Viana.