Ante la vacante de la sede y hasta la toma de posesión del nuevo obispo en diciembre, monseñor Atilano Rodríguez ha asumido la función de ‘administrador apostólico’ para el gobierno de la diócesis, responsabilidad que juró ante el Colegio de Consultores el mismo día, 31 de octubre, en que la Santa Sede publicó el nombramiento de monseñor Julián Ruiz Martorell como nuevo obispo de Sigüenza-Guadalajara. Respecto al gobierno diocesano, tanto el Consejo de Consultores como el administrador apostólico tienen condición de interinidad y han de ajustarse a la norma del Código de Derecho Canónico “Vacante la sede, nada debe innovarse”.
Desde el primer momento, el Colegio de Consultores atiende las acciones y las comunicaciones que la interinidad requiere. A ello responde la carta informativa dirigida a todo el clero sobre el cambio de obispo, así como dando las fechas establecidas para la toma de posesión del nuevo prelado: la entrada en la diócesis y toma de posesión de la sede será el sábado 23 de diciembre, con eucaristía solemne en la catedral de Sigüenza, que comenzará a las 11:00 de la mañana,; y el martes 26 a las 18:00 horas, en la concatedral de Guadalajara será la eucaristía de comienzo de ministerio.
El Colegio de Consultores también está preparando sendos actos de despedida y reconocimiento hacia don Atilano. Así, la primera cita para todos los fieles será el sábado 16 de diciembre, a las 12 de la mañana, en la catedral de Sigüenza; y al día siguiente, domingo 17, a las 19:00 horas, habrá otra celebración eucarística en la concatedral de Guadalajara.
Así mismo, el Consejo de Consultores ha distribuido en rueda de prensa, mediante la hoja diocesana El Eco y por vías digitales algunas piezas de primera actualidad: la presentación de don Julián que firma don Atilano, el primer saludo de don Julián a los fieles diocesanos y una sucinta biografía enriquecida con el escudo y lema episcopales. Está, igualmente, a disposición de las comunicaciones, los contactos y demás eventualidades que en estas semanas resulten pertinentes. Por lo demás, delegaciones y otros organismos siguen con las tareas cotidianas, hecha excepción de los cargos de vicarías nombrados por don Atilano.
