Este lunes 13 de Mayo se ha celebrado un nuevo Círculo de Silencio en la plaza del Jardinillo de Guadalajara, en esta ocasión dedicado al Mundo Rural cercanos al día 15 de Mayo, día del Mundo Rural y fiesta de San Isidro Labrador, patrono de los agricultores.
Hemos recordado que el pasado 6 de febrero, el Obispo de Zamora, Monseñor Fernando Valera Sánchez, publicaba en la web de su Diócesis un escrito en el que reflexionaba sobre el problema de agricultores y ganaderos, abogando por su reconocimiento social y apoyo, subrayando su rol esencial en la alimentación, gestión sostenible del territorio, y mantenimiento de la cultura, e instando al desarrollo de políticas que aseguren su futuro digno y sostenible.
Nos hemos sumado a su reflexión y hemos mostrado nuestra preocupación por la situación que enfrentan los agricultores y ganaderos haciéndonos eco de algunas de sus palabras:
"Los agricultores y ganaderos se han movilizado para denunciar la crítica situación que atraviesan por las exigentes normativas ambientales, las fluctuaciones en los precios de los productos, la escasa flexibilidad de la Política Agraria Común y las consecuencias de la sequía. Todo ello les empuja a la ruina económica y al consiguiente abandono de sus explotaciones.
En este contexto de crisis, la Iglesia quiere elevar su voz a favor de quienes trabajan incansablemente para alimentar a nuestras comunidades, generando actividad en la zona rural, desempeñando un papel fundamental en la gestión sostenible del territorio y sosteniendo la identidad de nuestra historia y tradiciones.
Invitamos a toda la sociedad a una profunda reflexión sobre el significado del trabajo del campo, a valorar y apoyar las felices experiencias de cooperativismo que fortalecen el sector, a reconocer el esfuerzo de quienes producen los alimentos que llegan a nuestras mesas, a entender las dificultades por las que atraviesan los productores y a aceptar su legítimo derecho a la huelga como recurso inevitable para obtener el beneficio proporcionado que buscan.
Para los cristianos la agricultura y la ganadería son vocaciones sagradas, en ellas se expresa la responsabilidad dada por Dios de cuidar y cultivar la tierra. Por eso, los agricultores y ganaderos establecen una especial conexión espiritual con la naturaleza, contribuyendo al equilibrio y a la armonía en la creación y, a largo plazo, garantizando la salud de la tierra que Dios ha confiado a la humanidad.
Pedimos a la comunidad cristiana que ore por el trabajo digno de todos, especialmente por el de los agricultores y ganaderos. Pedimos también a estos que, en medio de tanta incertidumbre, no pierdan la esperanza de ganar su sustento de una forma digna y de esta manera puedan atender a las necesidades materiales, sociales, culturales y espirituales de sus familias.”
Nos hemos unido a estas reivindicaciones y peticiones estando seguros de que con el apoyo de todos algo puede cambiar.