La primera en fallecer fue sor Domitila, nacida en Ablanque en 1929. Durante las casi siete décadas al servicio de su congregación religiosa estuvo destinada en Zaragoza, Valencia, Córdoba, Priego, Baena. Chinchón, Sigüenza y Guadalajara. Falleció también sor Manuela, nacida en Alcañiz en 1928, con destinos sucesivos en Zaragoza, Valencia, Madrid, Mérida, Jerez de los Caballeros, Quintanar de la Orden, Alcázar de San Juan, Albacete Trujillo y Guadalajara. En algunos de estos lugares, sirvió como superiora.