Es la hora de la siesta y los monitores estamos recordando todo lo ocurrido en el campamento de Zagalópolis en La dehesa de Solanillos.
Han sido seis días intensos, llenos de emociones y diversión. Hemos rescatado el espíritu del campamento Zagalópolis: su intención era recoger a todos los niños de los pueblos cuyas parroquias no poseen los recursos necesarios para realizar un campamento propio.
Este año hemos viajado a Egipto y junto con Moisés, el faraón y demás personajes procedentes del Éxodo, hemos recorrido un camino hacia la tierra prometida.
Paso a paso hemos conocido a Dios y así ha crecido nuestra fe. Al mismo tiempo que se afianzaba nuestra amistad y formábamos una gran familia mediante oraciones, juegos, canciones, talleres, celebraciones, reflexiones, parque de cuerdas..
Nos hemos superado a nosotros mismos y nuestros miedos, gracias a que no estábamos sólos, 83 personas hemos participando de esta experiencia.
Después de ella deseamos que nuestra familia siga creciendo y que el año que viene podáis disfrutar en este gran campamento.
Cada día cantábamos nuestro himno, del que compartimos una pequeña parte: ¡Yo ya lo sé, Zagalópolis mola mazo! ... Somos chicos de la Alcarria, y aún cabemos más. Diferentes pero iguales, listos para amar. Somos de Jesús amigos, el más especial. Y queremos compartirlo, hay que celebrar.