Tras inaugurar el papa Francisco el Año Santo el día 24 de diciembre en el Vaticano, el domingo 29 don Julián Ruiz Martorell abrió el Jubileo de la Esperanza en Sigüenza-Guadalajara, tal y como han hecho todas las diócesis de la Iglesia católica. El obispo diocesano presidió las dos ceremonias programadas al efecto, una en Sigüenza y otra en Guadalajara. A ellas estaban invitados todos los fieles diocesanos mediante las convocatorias previas del propio prelado.
De acuerdo con el programa establecido, en Sigüenza los actos comenzaron a las 11:30 horas en el templo de las Clarisas, de donde partió la procesión encabezada por las insignias de las doce cofradías señeras, los sacedotes y los fieles, amén de representantes de la corporación municipal. Ya en la catedral, la capilla de San Pedro acogió la solemne misa de apertura. En la la homilía de la celebración eucarística, don Julián exhortó a los fieles a ser ‘signos de esperanza’ en la sociedad, como ha pedido el Papa a todos los católicos.
Y en la concatedral de Guadalajara, igualmente llena de fieles, fue la apertura del Jubileo 2025 a las 18:30 horas, después de prólogo con procesión que arrancó del monasterio carmelita de San José. También en esta segunda apertura animó el obispo a vivir con espíritu de esperanza, según pide el Jubileo ordinario de 2025 en la bula de convocatoria Spes non confundit (La esperanza no defrauda).
Para las comunidades católicas, los jubileos ordinarios se celebran cada 25 años con el objetivo de agradecer y celebrar la Encarnación de Jesucristo, clave de la fe y de la esperanza de sus discípulos en la vida y en la historia.