El 20 de julio, la diócesis de Sigüenza-Guadalajara celebra la memoria de dos mártires de siglos distantes. La primera es Santa Librada, del siglo IV y bajo cuya reliquias se levantó la catedral de Sigüenza; y la segunda, la beata Francisca Aldea Araujo, nacida en Somolinos, religiosa de las Hijas de la Caridad del Corazón de Jesús que sufrió martirio en Madrid el 20 de julio de 1936.