Días atrás falleció, en la Casa de Mayores de las Adoratrices, en Guadalajara, la hermana adoratriz Pilar Sebastián. Nació en Calatayud el 24 de diciembre de 1924. Tras su noviciado, pasó sirviendo por las casas de Salamanca, Alicante, Alcalá de Henares y Guadalajara. Dedicó una buena parte de su vida a la formación de las hermanas jóvenes. En la congregación la recuerdan como una hermana buena, muy culta y delicada en el trato humano.