El domingo 28 de enero ha hecho profesión solemne en las Clarisas Capuchinas de Cifuentes sor Bridget Kaluki Musembi, originaria de Kenia, que contó con la presencia de su madre y un hermano y estuvo apadrinada por José Miguel Mateos García y Olvido Marcos Arizaga.

Presidió la ceremonia el capellán del monasterio de Ntra. Sra. de Belén, Antonio Salmerón, con quien concelebraron otros diez sacerdotes. Acudieron a acompañar capuchinas de Valencia y de Calatayud, además de benedictinas de Valfermoso, representantes de Buenafuente del Sistal y miembros de la Comunidad de la Sagrada Familia de Trillo.

También asistieron amigos de la comunidad tanto de Cifuentes como de la comarca. En la comunidad capuchina de Ntra. Sra. de Belén viven actualmente cuatro monjas.

El obispo diocesano, mons. Atilano Rodríguez Martínez, completa en estos días el recorrido canónico por las parroquias pertenecientes al Arciprestazgo de Azuqueca de Henares. En esta semana realiza la visita pastoral a las parroquias azudenses de San Francisco Javier, el martes 6, y San Miguel, el miércoles 7. Y la última estación será en la parroquia de Chiloeches el martes 13.

El obispo ha empleado dieciséis jornadas para realizar este seguimiento pastoral, repartidas entre los cuatro últimos meses: del 7 de noviembre al 13 de febrero. Tras el de Guadalajara, este arciprestazgo es el más poblado del mapa diocesano y el que acoge algunas de las poblaciones con crecimiento notable y creciente, como es el caso de Alovera y Valdeluz-Yebes.

Promovida por la Fundacional Siglo Futuro de Guadalajara, la concatedral de Santa María acoge el sábado 10 de febrero, a las 20 horas, una misa flamenca, integrada de cañas, tangos, soleares y seguidillas,  que conjugan la solemnidad religiosa y el fervor del cante jondo.

La cantaora Anabel Rosado, de  Cádiz, y el guitarrista sevillano Antonio Carrión, son los intérpretes. La entrada es libre.

Animada por alumnos de los Ciclos Formativos y el equipo de Pastoral, del 5 al 9 de febrero se desarrolla la Semana de Solidaridad siguiendo la llamada de Manos Unidas para ayudar a los más desfavorecidos del planeta.

El programa abre cuatro ámbitos de acción. Por una parte, las celebraciones solidarias y de sensibilización cristiana de la mañana del jueves 8, complementadas con la Feria de Juegos para Infantil y Primaria.

A ellas se suma, ese mismo día, el rastrillo solidario, para el que toda familia y alumnos que quieran pueden llevar productos (juguetes, artesanías, manualidades, bisutería, postres caseros, bombones, golosinas...), con los que se montarán dos mercadillos. Y por otro lado, el clásico "bocata solidario", que será viernes, 9 de febrero, en el recreo.

El año pasado, el colegio diocesano Cardenal Cisneros entregó a Manos Unidas algo más de dos mil euros para la Campaña contra el Hambre. Los donativos de todos los colegios colaboradores, públicos y privados, alcanzó la cifra de 13.473, 46 euros, según recoge la Memoria-2017 de Manos Unidas.