El sábado 24 de agosto, fiesta de san Bartolomé, comenzaron los actos de celebración de los 50 años de existencia de la parroquia de San Antonio de Padua en Guadalajara. El acto de apertura, bajo el lema “nostalgia agradecida”, tuvo lugar en la terraza del bar Antique con objeto de recordar dónde fue celebrada la primera eucaristía de la parroquia, en la calle Sigüenza, 14.

Los actos programados van de agosto de 2024 a agosto de 2025, con distintos acontecimientos y celebraciones en cada uno de los 13 meses señalados, que llevan el nombre de ‘Los 13 meses de San Antonio’. La inauguración oficial del año jubilar tendrá lugar el 6 de octubre, domingo, con una eucaristía que presidirá el obispo diocesano.

Un año más, la ‘Familia Aliada’, instituto secular Alianza en Jesus por Maria ha reunido un centenar de personas durante el fin de semana pasado, de viernes a  domingo, para su convivencia anual en Griñón. En esta ocasión, el tema central de estudio ha girado en torno al discernimiento, que digirió uno de los miembros de la Fundación Noriega.

El sábado toda la ‘Familia Aliada’ se trasladó a Sigüenza para visitar la Ciudad del Doncel. Por la tarde, de regreso a Griñón, se detuvieron en Guadalajara, en la parroquia de Santa María Micaela, para la celebración de la eucaristía. La jornada del domingo transcurrió con un mañana de retiro espiritual y una tarde de convivencia y despedida. En esta ocasión, animó la convivencia y el retiro el sacerdote Pedro Moreno, director de la hoja diocesana El Eco

El miércoles 21 de agosto las seis monjas que componen la comunidad de las Ursulinas de Sigüenza tuvieron capítulo electivo trienal. Presidió el obispo diocesano. Resultó elegida priora sor María Francisca Parra Cabellos. Nacida en Albendiego el 29 de enero de 1955, lleva más de cuarenta años como religiosa ursulina. Es también maestra. Llevaba en el cargo tres años. Las Ursulinas, que llevan en Sigüenza 206 años, sirven un colegio con internado, asociado al Colegio Episcopal Sagrada Familia de Sigüenza.

Molina de Aragón celebra el domingo 1 de septiembre la jornada principal de sus fiestas patronales del Santísimo Cristo de las Victorias. El novenario del 23 al 31 ha servido para que la comunidad cristiana de Molina viva con honda devoción los actos principales en honor del Cristo de las Victorias: eucaristía, procesión y ofrenda floral, cumpliendo las tradiciones festivas que vienen de tiempo atrás. La solemne misa de la fiestas, en San Gil a las 11:30, será cantada por el Coro de Molina. Y la tradicional misa por los difuntos se celebrará el lunes 2, a las ocho de la tarde, también en Santa María la Mayor de San Gil.