Por Jesús Montejano
(Delegación de Piedad Popular)
El pasado día 21 de enero tuvo lugar en Roma el Jubileo del Trabajadores de las peregrinaciones a los santuarios. Con este motivo el papa Francisco tuvo un discurso en el Aula Pablo VI, en el que reflexionó sobre la importancia del santuario y de la peregrinación en el contexto del Año de la Misericordia.
El papa afirma que la religiosidad popular (piedad popular o espiritualidad popular) “es una forma genuina de evangelización, que necesita ser siempre promovida y valorada, sin minimizar su importancia”.
La peregrinación a un santuario expresa el deseo profundo de cada persona de ser acogida, comprendida y sostenida. Así el santuario es realmente un espacio privilegiado para encontrar al Señor y tocar con la mono su misericordia”.
De ahí la importancia de cuidar la a cogida de los peregrinos en los santuarios. Acogida que ha de ser afectuosa, festiva, cordial y paciente porque, en definitiva, se está acogiendo al mismo Cristo. Acogida tanto en lo material como en lo espiritual y es un lugar de gracia donde toda persona puede sentirse comprendida y amada.
El sacramento de la Penitencia ha de ser el medio sacramental de la acogida y el abrazo que Dios da al pecador arrepentido que se acerca al confesonario. De ahí que los sacerdotes que realizan este ministerio en los santuarios “deben tener el corazón impregnado de misericordia, su actitud ha de ser la de padre”.