Por Jesús de las Heras Muela

(Periodista y sacerdote. Deán de la catedral de Sigüenza)

 

 

 

La catedral de Valladolid acoge del 12 de noviembre al 2 de marzo una exposición con las mejores esculturas de Gregorio Fernández y Juan Martínez Montañés

 

 

 

 

La Catedral de Valladolid, capital de Castilla y León, acoge desde el pasado 12 de noviembre al próximo 2 de marzo la exposición “Gregorio Fernández y Martínez Montañés: El arte nuevo de hacer imágenes”, promovida el Arzobispado de Valladolid y la Junta de Castilla y León y organizada por la Fundación Las Edades del Hombre.

La exposición está abierta todos los días, excepto los lunes: de martes a viernes, de 10 a 13:30 horas y de 16 a 19:30 horas; los sábados, de 10 a 20 horas, ininterrumpidamente; y los domingos y festivos de 11:15 a 20 horas, también ininterrumpidamente. El teléfono de información de la exposición es el 644 546 811.

La exposición de Valladolid ha sido definida y descrita con las siguientes frases, entre otras: “Se trata de dos genios, dos maestros, dos legados; una misma espiritualidad sobre la madera”. Ambos crearon modelos e iconografías que se han convertido en prototipos repetidos a lo largo de los siglos.  “Es el arte suspendido en el tiempo y un atisbo de rebeldía artística el que comparten las dos cumbres de la imaginería barroca en España”. “Esta exposición es un catecismo esculpido, una magistral lección de arte y una escuela de vida”.

 

 

Génesis, título, piezas artísticas

Esta magna exposición encuentra su génesis con ocasión de otra muestra que tuvo en el Museo de Bellas Artes de Sevilla de noviembre de 2019 a 2020, en el contexto del 450 aniversario de la muerte de Juan Martínez Montañés (Alcalá la Real, Jaén, 1568/Sevilla, 1649). Fue entonces cuando se ideó el tener en Valladolid una exposición en la que, junto a Martínez Montañés, se expusieran las principales obras del otro gigante de la escultura española del siglo XVII, Gregorio Fernández (Sarriá, Lugo, 1576/Valladolid, 1636).

Ambos artistas, sin conocerse, crearon, prácticamente en simultáneo, el arte nuevo de hacer imágenes (la imaginería religiosa, el barroco en preludio de naturalismo), por emplear la frase que titula la exposición y parafrasea el ensayo de Lope de Vega del año 1609 “El arte nuevo de hacer comedias en este tiempo”.

La exposición consta de 68 piezas, de ambos artistas, comisariada por los catedráticos de Historia del Arte René Payo Herranz y Jesús Miguel Palomero Páramo, plasmando su estilo y su obra. También, se pueden contemplar obras de otros artistas que influyeron o continuaron su obra, como luego se dirá.

La exposición comienza con los retratos de los dos autores, como preámbulo a la exposición, y transcurre a través de seis bloques temáticos, que ahora se recorren y que permiten a conocer la vida, obra e influencia de estos dos grandes escultores. Además, como preámbulo aparecen la pila donde recibió el bautismo Montañés y la lauda sepulcral de Fernández.

 

“El origen de dos estilos”

Ambos escultores tuvieron sus referencias en distintos ámbitos, talleres y grandes maestros que forjaron sus particulares estilos. La muestra rastrea las influencias heredadas de sus maestros y las derivadas de su magisterio. Con ese fin, se exhiben piezas de sus maestros, Pompeo Leoni y Francisco del Rincón, para Fernández; y Pablo de Rojas, para Montañés; así como de sus discípulos y continuadores, Solanes o Juan de Mesa.

De este primer capítulo, un apunte telegráfico a un Jesús Nazareno, obra realizada entre 1582-1586 por Pablo de Rojas, cuya figura ocupa un papel esencial en la plástica granadina y andaluza y preludio, de algún modo, del estilo de Montañés. Y un Calvario procedente del retablo mayor del convento de san Diego de Valladolid, obra de Pompeo Leoni y taller, tallado entre 1606-1607 y cuyo lenguaje iconográfico influyó en la formación de Fernández.

 

“Hacia la configuración del naturalismo”

Ambos escultores comparten un intento de superar los modelos manieristas, que habían dominado, en gran manera, en las artes figurativas de las últimas décadas del siglo XVI. Y este es sentido de la segunda sala o bloque de la exposición.

Por parte de Gregorio Fernández, en esta sala sobresale un Ecce Homo, de hacia 1620, tallado en madera policromada, cristal y tela encolada. Escultura de tamaño natural, se representa la figura de Cristo tras sufrir los azotes y la coronación de espinas. La imagen, llena de serenidad, apoya su peso en la pierna derecha, mientras la izquierda aparece flexionada y ligeramente adelantada. Los brazos se cruzan en el pecho, extendiendo los dedos evitando toda rigidez, mientras eleva su mirada hacia lo alto.

Y de Montañés, un San Bruno, de 1634. Imagen policromada tallada en la época final de su vida., representa al fundador de la orden de la cartuja. Su estilo refleja la realidad, manteniendo ecos del arte final del Renacimiento. Escultura de gran tamaño, en la que Montañés realizó con gran maestría el modelado de los paños, evitando la pesadez de la túnica. Es figura estática y, a la vez, dinámica. Destaca la gran expresividad en las manos y en el rostro, que acusa gran espiritualidad y sentimiento.

 

“Fieles a Trento”

Ambos maestros trataron en sus obras los temas de representación (sobre todo, la Crucifixión de Cristo) que se formularon en el Concilio de Trento (1545-1563, el concilio de la reforma o contrarreforma católica frente a la reforma o ruptura protestante), pero también trataron escenas que no estaban mencionados en los Evangelio como Sagrada Familia o el dolor de María por la muerte de su hijo.

Es el tercer bloque de la exposición, que tiene, a su vez, como dos secciones: “Estancias con vírgenes” y “Modelos de santidad”. Y he aquí, sendos apuntes. Primero, Nuestra Señora de la Piedad o la Quinta Angustia, de Gregorio Fernández, de 1625.  Aparece María, con su hijo muerto en su regazo, de la forma tradicional, siguiendo las premisas de Trento. María tiene la rodilla izquierda apoyada en un peñasco, levantando sus brazos y su mirada llena de dolor hacia lo alto. El cuerpo inerte de Cristo descansa en su regazo, sobre un sudario, y tiene el brazo derecho apoyado sobre el muslo derecho de la Virgen. Los pliegues de los paños son suaves, muy naturalistas.

San José fue uno de los santos que fue muy favorecido en el Concilio de Trento, iconográficamente se le empezó a representar más joven y con más contacto con Jesús. De Juan Martínez de Montañés, sobresale una escultura de madera tallada, estofada y policromada hecha hacia 1610-1620, para la Real Parroquia de Santa María Magdalena de Sevilla. Se trata de un San José, con la vara florida en una mano y en la otra, una imagen del Niño Jesús.

 

“Escultura y pintura”

La importancia de la policromía en la escultura de este momento fue trascendental, los escultores se rodeaban de los mejores pintores para decorar sus obras, en el entorno de Gregorio Fernández destaca el vallisoletano Diego Valentín Díaz, con el que tuvo gran relación. En lo que respecta a Montañés, éste tuvo mucho contacto con Francisco Pacheco y Baltasar Quintero.

Es la cuarta sala, en la que se hallan estas piezas: Primero, La tentación de San Bernardo de 1615, obra en madera policromada de Fernández, a la que se acompaña el óleo sobre lienzo de 1635 de este mismo tema, obra de Valentín Díaz

En diálogo, aparecen, asimismo, Inmaculada Concepción de Montañés, de 1625, en madera tallada y policromada; e Inmaculada Concepción con Vázquez de Leca, óleo de Francisco Pacheco, 1621. De este mismo autor, se expone un Cristo crucificado, de 1614.

 

“Unas estéticas en expansión. La estela de los maestros”

La influencia de ambos escultores se extendió fuera de las fronteras de sus ciudades. En lo que respecta a Fernández, su huella se extendió a Burgos, La Rioja, Palencia, con una "estética basada en un naturalismo no exento de rasgos teatrales y con el peculiar sistema de paños, tomando en muchos casos de manera literal los modelos de este escultor".

Lo mismo ocurre con Montañés, cuya influencia sobre la "plástica sevillana y en parte sobre la de la Andalucía occidental, es fundamental". Muchos escultores se vieron influidos por sus planteamientos plásticos basados en una "concepción de realismo naturalista, mesurado y de fuerte impronta clásica".  

En relación con las obras que alberga este quinto capítulo y sala, la Oración en el Huerto de Andrés de Solares, un san Sebastián de Francisco Fermín de hacia 1636, la cabeza degollada de san Juan Bautista de Juan de Mesa de 1625.

 

“Los grandes modelos”

Ambos escultores realizaron modelos que fueron seguidos por muchos artistas de la época. En el caso de Gregorio Fernández, Cristo flagelado, Cristo muerto, Santa Teresa de Jesús, la Inmaculada, pasos procesionales son ejemplos que ejercieron gran influencia en el momento. Igual ocurrió en el caso de Juan Martínez Montañés, con sus Nazarenos, Crucificados, Inmaculadas, santos, que traspasaron fronteras.

Primer ejemplo: Descendimiento de la Cruz, 1623, de Gregorio Fernández paso procesional de gran envergadura y una composición muy original, con un total de siete imágenes (Jesús muerto, que es descolgado de la cruz por dos personas, su madre María, María Magdalena, apóstol san Juan, José de Arimatea y Nicodemo) en lo alto de dos escaleras, mientras desclavan y bajan el cuerpo inerte de Cristo., todas ellas inspiradas en la pintura el Descendimiento de Pedro de Campaña de 1547.

Segundo ejemplo: San Jerónimo penitente, de Montañés, 1604. Excelente escultura, llena de virtuosismo, de vigor y misticismo del primer barroco. Presenta al santo de rodillas, con una anatomía muy marcada y demacrada debido a su penitencia, portando una piedra en la mano derecha con la que se autodisciplinaba, mientras su brazo izquierdo se eleva enarbolando una cruz a la que mira. Su rostro está lleno de misticismo, sus ojos miran a la cruz con infinita ternura. En la parte inferior, encontramos el león, que forma parte de su leyenda, en la que curó al animal y este agradecido le acompañó hasta su muerte.

 

 

Publicado en Nueva Alcarria el 21 de febrero de 2025

Por Jesús de las Heras Muela

(Periodista y sacerdote. Deán de la catedral de Sigüenza)

 

 

 

Al hilo de la peregrinación diocesana a Roma, del 12 al 16 de febrero, presidida por el obispo y en el contexto del Año Jubilar 2025, año santo de la esperanza

 

 

 

 

Del miércoles 12 al domingo 16 de febrero encabezados por el obispo Julián Ruiz Martorell y con Agustín Bugeda, y vicario general responsable diocesano para el Año Jubilar, como guía, tiene lugar la peregrinación diocesana jubilar institucional a Roma. Participan 88 personas de distintos lugares de la geografía diocesana: Molina, Sigüenza, El Casar, Guadalajara y algunas poblaciones del corredor del Henares.

Y es que la peregrinación a Roma, capital y corazón de la Iglesia católica, es identidad propia y específica de los años jubilares universales, como el presente del 2.025 aniversario de la encarnación y natividad de Nuestro Señor Jesucristo. No solo Roma y sus principales basílicas, pero también y de un modo muy especial Roma, es el epicentro de los años santos y jubilares.

 

 

Precisamente, la peregrinación a las cuatro grandes basílicas romanas, las llamadas basílicas papales y mayores, constituye el eje de la presencia en Roma durante estos días del citado grupo diocesano. Ayer y anteayer fueron las visitas y peregrinaciones a las basílicas de San Pablo Extramuros y de San Juan de Letrán, respectivamente. Hoy lo es a la basílica de San Pedro en el Vaticano, y mañana, sábado 15 de febrero, a Santa María la Mayor. Todo ello junto a otras vistas a los principales lugares del centro de la capital italiana: Plaza Navonna, Plaza Venecia, Panteón, Foros imperiales, Coliseo, San Clemente Romano, Fontana de Trevi, El Quirinal, Iglesia española de Montserrat, …

Además, mañana sábado, por la mañana, el grupo participará en la audiencia jubilar que el Papa Francisco ofrece cada dos sábados. Hasta la fecha y desde el pasado 24 de diciembre, fecha de apertura del Jubileo, un millón trescientas mil personas han peregrinado ya a Roma. Por ello y en todo este contexto, ofrecemos a continuación las principales pinceladas de los lugares más habituales de las peregrinaciones jubilares a Roma.

 

 

La peregrinación de las Siete Iglesias Romanas

La peregrinación a las Siete Iglesias, concebida por San Felipe Neri (1515-1595), es una de las tradiciones romanas más antiguas. Son unos 25 kilómetros que serpentean por la ciudad, llegando hasta la campiña romana, las catacumbas y las siete principales basílicas de Roma. Inicialmente, la peregrinación se hacía en la noche del Jueves Santo y durante el Viernes Santo.

San Felipe Neri propuso e impulsó este itinerario hacia el año 1540, Treinta y cinco años después, con ocasión del año jubilar de 1575, la peregrinación queda establecida y fijada de modo más institucional.

Antes, San Ignacio de Loyola, amigo de Felipe Neri, hizo la peregrinación de las siete iglesias el 22 de abril de 1541, con cinco cofundadores compañeros de la Compañía de Jesús, quienes hicieron su profesión religiosa definitiva en la capilla del Santísimo Sacramento de la basílica de San Pablo Extramuros.

 

Las cuatro basílicas papales o mayores

Basílica de San Pedro en el Vaticano.- La tradición cuenta que la tumba en la que fue enterrado el apóstol Pedro, tras ser crucificado, estaba justo aquí, en el punto más alto de la colina vaticana, donde en el siglo IV el emperador Constantino decidió construir su basílica, la primera dedicada al primer apóstol. Después, 91 Papas fueron enterrados en esta basílica.

Durante la Alta Edad Media este lugar de culto se convirtió en el principal lugar de peregrinación de Occidente, hasta que en 1506 el Papa Julio II decidió demolerlo para dar paso a un templo más grande y rico. Los más grandes maestros de la historia se alternaron en el diseño de esta imponente basílica: Donato, Bramante, Rafael o Miguel Ángel (con la Piedad y la Capilla Sixtina) hasta que en 1629 Bernini (con el baldaquino y el altar de la cátedra) terminó la decoración interior de toda la iglesia, dándole su aspecto actual.

 

Basílica de San Juan en el Laterano (o de San Salvador).- La basílica de San Juan de Letrán es la catedral de Roma, además de ser la basílica más antigua de Occidente. Consagrada en el siglo IV, en el año 324, por el Papa Silvestre I está dedicada al Santísimo Salvador y a San Juan Bautista (desde el siglo IX, con el Papa Sergio III) y San Juan Evangelista (en el siglo XII, con el Papa Lucio II). Esta basílica conserva el fresco de la promulgación del primer año jubilar romano (1300, con el Papa Bonifacio VIII).

En su interior se encuentran las reliquias de las cabezas de los Santos Apóstoles de Roma, Pedro y Pablo, que se conservan en el monumental tabernáculo gótico de 1370 que domina el altar papal. No fue hasta 1650, por encargo del Papa Inocencio X, cuando se decidió la total remodelación de la basílica gracias a la obra de Francesco Borromini.

 

Basílica de San Pablo Extramuros en la Vía Ostiense.- Tras el edicto de Milán del año 313, gracias al cual se concedió a los cristianos la libertad de culto, el emperador Constantino decidió donar dos basílicas a la nueva Iglesia naciente, erigidas sobre las tumbas de los apóstoles Pedro y Pablo.

Sin embargo, más tarde, en el siglo V, dada la continua afluencia de peregrinos a la tumba y las dimensiones limitadas del edificio original de la basílica de San Pablo, los tres emperadores que gobernaban entonces, Teodosio, Valentiniano II y Arcadio, se vieron obligados a construir un edificio más grande, invirtiendo su orientación hacia el oeste.

Tras un voraz incendio en 1823, fue reconstruida e inaugurada en 1854 por el Papa Pío IX. La basílica, la segunda más grande, tras la de San Pedro, conserva la cadena que, según la tradición, unía al apóstol Pablo al soldado romano mientras estaba preso en espera de juicio.

 

Basílica de Santa María la Mayor en el Esquilino.- La basílica papal de Santa María la Mayor es el santuario mariano más importante y antiguo de Occidente, y es la única entre las basílicas papales que ha mantenido intacto su aspecto paleocristiano. La tradición refiere su origen tras una nevada milagrosa, en la colina del Esquilino, el 5 de agosto del año 358, siendo Papa Liberio (también se la llama por ello basílica liberiana).

La basílica custodia el icono mariano de la Salus Populi Romani (María, Salud del Pueblo Romano) La tradición atribuye la imagen a San Lucas, evangelista y patrón de los pintores. La reliquia de la Santa Cuna, el pesebre donde fue recostado el Niño Jesús, recuerda la importancia de Santa María la Mayor como el Belén de Occidente.

La basílica conserva los restos de San Matías, apóstol, y de San Jerónimo, el traductor la Biblia, y en ella están enterrados siete Pontífices.

 

Las tres basílicas romanas menores

Basílica de San Lorenzo extramuros o en Campo Verano.- En el año 258 el emperador Valeriano promulgó un edicto por el que se ordenaba la muerte de todos los obispos, presbíteros y diáconos. Entre estos se encontraba San Lorenzo, diácono de origen español, a quien está dedicada la basílica y que aún hoy conserva sus reliquias.

La tradición indica que su martirio tuvo lugar sobre una parrilla ardiendo, en el mismo lugar donde hoy se alza la estructura edificada por el emperador Constantino.

El edificio actual es la fusión de dos estructuras precedentes, una construida hacia finales del siglo VI y la otra a principios del siglo XIII. Durante la Segunda Guerra Mundial, la basílica l fue completamente destruida debido a los bombardeos de los aliados, para luego ser reconstruida sobre sus escombros. Muchos de los frescos se perdieron, mientras que los restos de la antigua iglesia se recogieron donde hoy se encuentra el cementerio de Verano.

 

Basílica de la Santa Cruz en Jerusalén.- Cuando Constantino trasladó la capital a Constantinopla (año 330), su madre Elena decidió transformar una parte de la residencia imperial de Roma en capilla para la conservación de las reliquias de la Cruz, encontradas por ella en el Monte Calvario durante su peregrinación a Tierra Santa en el año 325.    

A lo largo de los siglos ha habido muchas restauraciones y reformas, entre las que destacan de manera especial las realizadas por el cardenal Mendoza (1478‑1495), durante las cuales se encontró una caja mortuoria en el arco del ábside de la iglesia con el Titulus Crucis en su interior.

La basílica fue concebida desde el principio como un gran relicario para proteger y conservar los preciosos testimonios de la pasión de Jesús. Es llamada “en Jerusalén” precisamente porque en su interior, entre otras cosas, hay tierra consagrada del Monte Calvario, puesta en la base de los cimientos.

 

Basílica de San Sebastián extramuros o en la Vía Appia Antica.- El emperador Constantino fue el mecenas de esta basílica en el siglo IV, dándole el nombre de Basilica Apostolorum en honor de los Apóstoles Pedro y Pablo, cuyas reliquias se habían conservado aquí durante unos cincuenta años  en la primera mitad del siglo III. Después, se convirtió en iglesia de San Sebastián, en honor del soldado martirizado en tiempos de Diocleciano (comienzos siglo IV), cuyos restos, conservados en la catacumba vecina, habían animado y popularizado cada vez más el culto que se dedicaba en su honor.

Fue erigida como parroquia en 1714 por el Papa Clemente XI, que la confió al cuidado de los monjes cistercienses. En 1826 el Papa León XII la confió a los Franciscanos, que la siguen rigiendo en la actualidad.

El 3 de mayo de 1957, el Papa Pío XII declaró a San Sebastián patrón de la Policía Municipal de Italia. La basílica custodia unas importantes catacumbas.

 

 

Publicado en Nueva Alcarria el 14 de febrero de 2025

Por Jesús de las Heras Muela

(Periodista y sacerdote. Deán de la catedral de Sigüenza)

 

 

 

“COMPARTIR es nuestra mayor riqueza” es el lema de la campaña de 2025 de Manos Unidas que busca erradicar el hambre y sensibilizar en pro de la solidaridad

 

 

 

 

Un año más, fiel a su cita del segundo domingo de febrero, llega la campaña contra el hambre de Manos Unidas. La Campaña contra el Hambre fue lanzada por la FAO y tiene su origen en el Manifiesto de la Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas (UMOFC) en 1955, en el que se decía: “Sabemos, y queremos que se sepa, que existen soluciones de vida, y que, si la conciencia mundial reacciona, dentro de algunas generaciones las fronteras del hambre habrán desaparecido…”. Y concluía diciendo: “Declaramos la guerra al Hambre”.

Hace 66 años, un grupo de mujeres españolas de Acción Católica, haciéndose eco del manifiesto publicado cinco años antes por la Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas (UMOFC), plantaron la semilla de lo que hoy es Manos Unidas, ONGD (Organización no gubernamental para el desarrollo), integrada por voluntarios y perteneciente a la Iglesia católica en España.

Desde los albores de la campaña contra el hambre, se fijó el segundo domingo del mes de febrero, como fecha de la jornada y de su cuestación. Además, el viernes previo, en este caso, hoy 7de febrero, quedó fijado como Día del Ayuno Voluntario y la semana previa como la semana de lanzamiento de la campaña, este año 2025. Además, Manos Unidas prolonga durante todo el año su campaña.

COMPARTIR es nuestra mayor riqueza es su lema para 2025 y mediante él se nos llamar a que tomemos conciencia de promover un modelo económico más justo, más inclusivo y sostenible, en definitiva, más cristiano. Es lo que se denomina la “Economía de Francisco”, en referencia al santo de Asís, modelo muy apoyado por el Papa Francisco. Este modelo se basa en la Doctrina Social de la Iglesia y llama a una vida sencilla, a la justicia social, al saber compartir y al respeto por la naturaleza. Luego, en el recuadro, volvemos a la “Economía de Francisco”.

 

 

 

¿Quiénes son, somos, Manos Unidas?

Dicho queda: Manos Unidas es una ONGD de matriz católica, apostólica, en pro de la justicia social y de la solidaridad y comprometida por un mundo mejor, más humano y más cristiano. En la actualidad, Manos Unidas cuenta con 6.498 personas voluntarias y 158 contratadas y 711442 socios y colaboradores. En toda España, hay 72 delegaciones de Manos Unidas, en todas las diócesis españolas.

Desde junio de 2022, Cecilia Pilar Gracia, extremeña de 68 años, licenciada en Geografía e Historia, casada, madre y abuela, es la presidenta nacional de Manos Unidas.     

Desde julio pasado, Agustín de Diego Martínez es el presidente delegado de Manos Unidas en nuestra diócesis. Por primera, en los más de 60 de presencia de Manos Unidas en Sigüenza-Guadalajara un hombre ocupa este cargo. Sucedió a Elena Garvia Benavente, tras hace ocho años y medio al frente de la institución.

          

550 proyectos, 51 países, 41 millones de euros

En 2023, última campaña de Manos Unidas plenamente cerrada y auditada, la institución aprobó 550 proyectos de ayuda al desarrollo el tercer mundo, destinados a 51 países distintos y por un valor total de 40.734.648 euros.

El 42,4% de los ingresos de recaudación de Manos Unidas provinieron de socios y donantes; el 21,4%, de herencias y legados; 18,3%, de parroquias y entidades religiosas; el 8,7%, de colegios, campañas de emergencias y de sensibilización y de ingresos financieros y privados; el 6,4%, de convenios con las administraciones públicas; el 1,6%, de la Agencia Española de Cooperación Internacional del Desarrollo (AECID); y el 1,2% de fondos para el desarrollo de la Unión Europea.

La distribución de los gastos es esta: 83,7%, proyectos de desarrollo; 7,3%, administración y estructura; 5,5%, campañas de sensibilización; y 3,5%, promoción y captación de recursos.

 

Ayudas por continentes y por sectores

Desglosando las ayudas de Manos Unidas en 2023, esta ONGD católica distribuyó los ya citados 40.734.648 euros en 550 proyectos en 51 países. Por continentes, a África se destinó el 37%, en 29 países, en 203 proyectos, por un importe total de 14.081.954 euros. A Asia, con el 33% de los proyectos, se destinaron 9.627.459 euros, en 7 países y 184 proyectos.  Y quince países de América Latina y del Caribe recibieron 17.025.235 euros, en 163 proyectos, lo cual supuso el 30% de los proyectos desarrollados Etiopía, India y Haití fueron los países de cada uno de estos tres continentes más ayudados.

Por sectores, el número mayor porcentaje de proyectos fueron destinados, en primer lugar, a programas de educación, el 27%, con 151 proyectos; y con el 22%, alimentación y medios de vida, con 119 proyectos.

Le siguen, con el 15% y 85 proyectos, la salud, y también con el 15%, y 81 proyectos, los programas en favor de los derechos de las mujeres y de equidad. El 13% y 73 programas se destinaron derechos humanos y sociedad civil; a agua y a saneamientos, el 5% y 26 proyectos; y, finalmente, el 3% para medio ambiente y cambio climático, con 15 proyectos.  

 

Manos Unidas en nuestra diócesis

 En cuanto a las actividades de Manos Unidas de la diócesis en estos días, el lanzamiento de campaña fue ayer, jueves 6 de febrero, a las 18 horas, en el salón de actos de JCCLM (calle Topete de Guadalajara), con la intervención de con la intervención de la misionera scalabriniana de origen argentino María Angélica Tiralle, a su vez, nueva delegada diocesana de Migraciones.

Hoy, viernes 7 de febrero, día del ayuno voluntario, junto a actos matinales en centros de enseñanza, a las 18:30 horas, en la parroquia San Pedro Apóstol de Guadalajara habrá una eucaristía, la cena del hambre y la lectura del manifiesto de campaña de este año.  Y esta misma celebración se tiene el sábado 9 de febrero, desde las 19 horas, en la iglesia de Yunquera de Henares.

Y el domingo 9 es el día de la cuestación o colecta, de las misas por el hambre y los testimonios misioneros y de las ayudas de Manos Unidas. Esta colecta imperada en las parroquias es la segunda fuente de financiación de Manos Unidas, después de los donativos particulares, como veremos a continuación.

En 2024, la recaudación total de Manos Unidas alcanzó en nuestra diócesis la cantidad de 203.287,05 euros. De ellos, 109.447,54 euros son donativos particulares (cuotas de socios, donativos ad hoc, etc.); 49.895 euros proceden de las colectas parroquiales; 11.569,40 euros son de donativos en colegios; y 8.655 euros de donativos de congregaciones religiosas. Completaron la recaudación en 2024 de Manos Unidas 1.583,5 euros de donativos anónimos y 22.136,61 euros en conceptos de actividades y conciertos.

En cuanto a gastos, estos ascendieron el año pasado a tan solo 10.046,90 euros, tres mil trescientos cuatrocientos euros menos que el año anterior. El porcentaje de gastos sobre ingresos fue de 4,94%, mientras que en el año anterior fue de 6,58% euros.

 

Cómo colaborar y logros de nuestros donativos

 Junto al tradicional donativo en los sobres, hay cuentas bancarias (en Sigüenza-Guadalajara, en IberCaja ES62 2085   7605   9103 0026 0004 y/o en La Caixa ES52 2100 8756 1822 0034 0706); hay un número de teléfono específico; 900 811 888; la página web www.manosunidas.org; y el servicio de bizum en la app del banco del donante en el número 33439; además de donativos mediante tarjetas bancarias electrónicas. Y los donativos a Manos Unidas desgravan en la declaración de la renta.

No hay que frenen nuestra generosidad, compromiso y solidaridad. El hambre afecta, modo severísimo, a cerca de 800 millones de personas en todo el mundo. Esto significa que cada minuto que pasa mueren a causa del hambre entre 5 y 11 personas. Y esto es intolerable.

Y como ejemplo, he aquí lo que cada uno puede lograr con su donativo: con 30 euros se facilitan 65 kilos de maíz para cultivos familiares en Etiopía; con 70 euros se garantizan el acceso a la educación a más de 20 niñas en India; con 100 euros se dotan a centros sanitarios de 10 lotes de material quirúrgico para cesáreas.

        


 

“La Economía de Francisco”, la propuesta de Manos Unidas

(1) Una economía de paz y no de guerra.

(2) Una economía al servicio de la persona, de la familia y de la vida, respetuosa de cada mujer, hombre, niño, anciano, y sobre todo de los más frágiles y vulnerables.

(3) Una economía que reconozca y tutele el trabajo digno y seguro para todos, especialmente para las mujeres.  

(4) Una economía que sepa valorizar y preservar las culturas y tradiciones de nuestros pueblos, todas las especies vivientes y los recursos naturales de la tierra.

(5) Una economía donde las finanzas sean amigas y aliadas de la economía real y del trabajo, y no estén en su contra.(6) Una economía que se opone a la proliferación de las armas, especialmente las más destructivas.

(7)  Una economía donde el cuidado sustituya al descarte y la indiferencia.

(8) Una economía que no deja atrás a nadie, para construir una sociedad en la cual las «piedras» que la mentalidad dominante descarta, se vuelvan «piedras angulares».

(9) Una economía que asume el cuidado de la creación y no la saquea.

(10) Una economía que combata la miseria en todas sus formas, que reduzca las desigualdades y sepa decir con Jesús y Francisco «dichosos los pobres».

(11) Una economía que cree riqueza para todos, que genere alegría y no solo bienestar, porque una felicidad que no se comparte es una felicidad incompleta.

(12) Una economía guiada por la ética y abierta a la trascendencia..

 

Publicado en Nueva Alcarria el 7 de febrero de 2025

Por Jesús Fco. Andrés

(Delegado de pastoral de la salud)

 

 

 

Jornada mundial del enfermo 2025.

“En esperanza fuimos salvados” (Rom 8, 24)

 

 

Estamos viviendo un año jubilar en el que la virtud de la Esperanza aparece en todas las celebraciones y encuentros.

En un día como hoy podemos contemplar a María como “esperanza nuestra” a la que nos dirigimos cuando rezamos la Salve.

Ella es la que mantiene unidos a los apóstoles en el Cenáculo en la “espera” de Pentecostés para recibir el Espíritu Santo prometido por Jesús.

Hay dos canciones que resuenan en nuestros corazones y que hemos cantado muchas veces en las celebraciones marianas.

“Santa María de la esperanza, mantén el ritmo de nuestras espera”. María nos enseña a esperar, a confiar, a tener el corazón y los ojos abiertos al Señor y a los hermanos.

La otra canción es más reciente y nos recuerda que “una madre no se cansa de esperar”. Aunque nos olvidemos de ella… ella no nos olvida; aunque nos alejemos de ella… ella siempre espera nuestro regreso con un abrazo y un plato de comida caliente.

Este año es año jubilar, año de esperanza y María es la madre que nos acompaña en este camino.

 Unidos en la esperanza con María...feliz año jubilar para todos.

 

Por Jesús Fco. Andrés

(Delegado de pastoral de la salud)

Por Alfonso Olmos Embid

(Director de la Oficina de Información)

 

 

 

En un mundo donde la abundancia convive con la necesidad, el hambre sigue siendo una herida abierta en la humanidad. Millones de personas se acuestan sin haber comido, mientras otras viven en la sobreabundancia. ¿Cómo podemos cambiar esta realidad? La respuesta no es simple, pero sí posible: solidaridad, compromiso y acción.


Manos Unidas lleva más de 60 años demostrando que erradicar el hambre no es un sueño inalcanzable. Con proyectos de desarrollo sostenible, educación, acceso al agua y apoyo a la agricultura, esta ONG trabaja incansablemente para que las comunidades más vulnerables puedan construir un futuro digno y autosuficiente. No se trata solo de llevar alimento a quienes lo necesitan, sino de proporcionar herramientas para que cada persona pueda salir de la pobreza con sus propios medios.


Desde América Latina hasta África y Asia, Manos Unidas apoya iniciativas que transforman vidas: formación de agricultores, impulso a cooperativas, acceso a semillas y tecnologías sostenibles. Porque combatir el hambre no es solo dar de comer, sino fortalecer la autonomía de los pueblos.


La lucha contra el hambre es una causa que nos involucra a todos. Cada gesto cuenta: desde un donativo hasta la difusión del mensaje, pasando por el consumo responsable y el apoyo a un comercio justo. Manos Unidas nos recuerda que un mundo sin hambre es posible, pero requiere de nuestra implicación.


Hoy, más que nunca, es tiempo de actuar. Porque la verdadera riqueza no está en lo que acumulamos, sino en lo que compartimos. Sigamos el ejemplo de Manos Unidas y convirtámonos en parte del cambio. Que el hambre no sea el destino de nadie, sino solo un capítulo superado en la historia de la humanidad.

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