Por Jesús de las Heras Muela

(Periodista y sacerdote. Deán de la catedral de Sigüenza)

 

 

 

Luis Argüello, arzobispo de Valladolid, presidente de la CEE, organismo que aprueba el PRIVA (Plan de Reparación Integral a los menores y personas equiparadas en derechos, víctimas de Abusos sexuales)

 

 

 

 

El acontecimiento principal de 2024 en la Iglesia en España fue la elección, el 5 de marzo, de Luis Javier Argüello García (1953), arzobispo de Valladolid, como nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), organismo del que fue secretario general entre 2018 y 2022 y cuyo liderazgo al frente de él emite seguridad, sensatez, brillantez y eclesialidad.

Sucedió, tras cuatro años en el cargo, al cardenal Juan José Omella Omella (1946), arzobispo de Barcelona. El nuevo vicepresidente de la CEE es el arzobispo de Madrid, cardenal José Cobo Cano (1965). Como secretario general, continúa (tiene mandato hasta noviembre de 2027) Francisco César García Magán (1962), obispo auxiliar de Toledo.

Y ya bajo la guía de Luis Argüello, el 9 de julio la CEE aprobó el PRIVA (Plan de Reparación Integral a los menores y personas equiparadas en derechos, víctimas de Abusos sexuales). El nuevo presidente de la CEE y aprobación del PRIVA se sitúan en la portada de la vida de la Iglesia católica en España en 2024.

 

 

Dana y congresos

Otro titular destacado, aunque triste y lamentable, lo constituye la Dana o gota fría que, a finales de octubre (propiamente en la tarde-noche del 29 de octubre) devastó numerosas localidades de Valencia y afectó a otros lugares de Cuenca, Albacete, Málaga y Cádiz. Esta violentísima perturbación atmosférica ha dejado, junto a cuantiosísimas pérdidas materiales, más de 230 muertos      

Con todo y en medio de la desolación, en el haber de esta tragedia es preciso destacar la ola inmensa de solidaridad suscitada en toda España y a la espléndida comunicación de la caridad realizada por las parroquias y los voluntarios ante la catástrofe ocasionada por la DANA. Otro ejemplo de ello, y todavía sin una cuantificación final, ya que siguen llegando ayudas económicas y personales, la Iglesia en España, mediante Cáritas, ha ya enviado a los damnificados de la Dana cerca de 50 millones de euros y se esperan atender a más de 20.000 personas.

Dos congresos pastorales de ámbito nacional marcaron también 2024. Durante medio curso escolar, se desarrolló, con más de un millar de participantes, el Congreso «La Iglesia en la educación». Y también, con 700 asistentes, fue muy relevante y esperanzador el Encuentro de Laicos sobre el Primer anuncio con el lema «Pueblo de Dios unido en la Misión». Y ahora, del 7 al 9 de febrero, se proyecta, con asistencia de más de 3.500 personas, el Congreso de Vocaciones «¿Para quién soy? Asamblea de llamados para la misión». Vocaciones a la vida consagrada, al laicado, al matrimonio y a la familia, al sacerdocio. Todos tenemos y somos vocación.

 

Edades del Hombre, Camino de Santiago, Jubileo

Las Edades del Hombre volvieron en 2024 con dos exposiciones sobre el tema común «Hospitalitas. La gracia del encuentro» y con epicentros en Villafranca del Bierzo y Santiago de Compostela, dos más que emblemáticos lugares del Camino de Santiago. Camino, por cierto, que batió su récord histórico de peregrinos en sentido propio en 2024: casi medio millón de personas (499.240, de ellos 208.378 españoles y 268.231 extranjeros), un 12% más que en el año anterior, que fue también año de récord.

Y 20024 ha sido, obviamente también en la Iglesia en España, el año de preparación inmediata al Jubileo de 2025, jubileo romano y universal, en el dos mil veinticinco aniversario de la encarnación y natividad de Nuestro Señor Jesucristo. «Peregrinos de esperanza» es, al igual que en toda la Iglesia, su lema.

En el itinerario de preparación jubilar, 2024 estuvo dedicado en toda la Iglesia universal, por voluntad del Papa Francisco, a la oración. 2023 lo fue a los documentos del Concilio Vaticano II.

 

Años jubilares

Durante todo 2024 ha sido año santo jubilar de la Cruz de Caravaca de la Cruz (Murcia). Año Jubilar ordinario y periódico cada siete años. Cerca de un millón de peregrinos han acudido a venerar la Santa Vera Cruz de Caravaca.

Valladolid, Cáceres y Mérida clausuraron años jubilares. En Valladolid, lo fue, del 16 de junio de 2023 al 7 de junio de 2024, con ocasión del primer centenario de la entronización del Corazón de Jesús en la catedral. En Cáceres, también centenario de la coronación canónica de la imagen de Nuestra Señora de la Montaña. Sus fechas han sido del 12 de octubre de 2023 a la misma fecha de 2024. Y en Mérida, Año Jubilar Eulaliense ordinario, del 10 de diciembre de 2023 al pasado 10 de diciembre.

El monasterio benedictino de Montserrat cumple mil años. Y el Santo Cristo de Urda (Toledo) celebra año jubilar periódico desde el 29 de septiembre pasado hasta la misma fecha de 2025.

 

 

Emergente piedad popular

Como muestra de la cada vez más emergente realidad de la piedad popular y de las cofradías y hermandades, Sevilla, en olor de multitudes, acogió el II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular. Fue del 4 al 8 de diciembre. En sus vísperas, la Virgen de la Esperanza Macarena recibió la Rosa de Oro, la máxima distinción a una imagen mariana.

Y otra muestra de la creciente importancia de este sector pastoral: tres pasos de la Semana Santa española estarán presentes en la gran procesión del Jubileo Romano del 18 de mayo de 2025: Cristo de la Expiración de Sevilla (el Cachorro), la Virgen de la Esperanza de Málaga y el Cristo Nazareno de la Cruz a cuestas de León.

En toda España, hay 5.020 cofradías y hermandades con más de un millón de miembros cofrades.  418 celebraciones y fiestas religiosas en España (Semana Santa, romerías, Corpus Christi, etc.) cuentan con la declaración de interés turístico tanto nacional como internacional. Y ejemplo elocuente, la romería del Rocío (Hueva) que moviliza a un millón de personas.

 

Fallecimientos y jubilaciones episcopales

El 17 de febrero, casi con 91 años, falleció Juan María Uriarte Goiricelaya, obispo emérito de San Sebastián y uno de los obispos de mayor influencia en la Iglesia en España en las últimas décadas. Por otro lado, con 69 años, el 11 de octubre murió Vicente Juan Segura, obispo auxiliar emérito de Valencia y anterior prelado de Ibiza.

En Roma, donde residía en su concepto de presidente del Dicasterio para el Diálogo Interreligioso, falleció, el 25 de noviembre, el cardenal español Miguel Ángel Ayuso Guixot, misionero comboniano, sevillano de 72 años.

Seis obispos pasaron a la condición de eméritos, jubilados, en 2024. Uno de ellos por razones de salud: Ángel Fernández Collado; y los otros cinco, una vez rebasados los 75 años: Luis Quinteiro Fiuza, Celso Murga Irtuzubieta, Bernardo Álvarez Afonso, Agustín Cortes Soriano y César Augusto Franco Martínez. El primero fue obispo de Albacete y los otros cinco, por este orden y respectivamente, lo fueron de Tui-Vigo. Mérida-Badajoz, Tenerife, Sant Feliu de Llobregat y Segovia.

 

Diez nombramientos episcopales

 Madrid y Valencia recibieron dos obispos auxiliares para cada de estas dos archidiócesis: Vicente Muñoz Martín y José Antonio Álvarez Sánchez y Fernando Enrique Ramón Casas y Arturo Javier García Pérez. Por su parte, el franciscano José Rodríguez Carballo, tras nueve meses como arzobispo coadjutor, pasó a convertirse ya en el arzobispo metropolitano de Mérida-Badajoz. La diócesis que estrena obispo coadjutor es Urgell, en la persona de José Luis Serrano Pentinat.

Un monje cisterciense y un fraile dominico son ya los respectivos obispos de dos diócesis catalanas: Octavio Vila Mayo, de Gerona, y Javier Gómez García, de Sant Feliu de Llobregat. Por último, Antonio José Vallín Valdés y Jesús Vidal Chamorro son los nuevos obispos de Tui-Vigo y de Segovia.

 

El episcopado español a día de hoy

En el momento de redactar estas líneas, en España hay 65 obispos diocesanos 1 obispo coadjutor, 12 obispos auxiliares y 46 eméritos (uno de ellos, como luego se dirá, es administrador de una diócesis vacante), lo cual suman un total de 122 obispos, de ellos 79 miembros en activo y por ello, miembros de pleno derecho de la CEE, sin contar a los sacerdotes administradores diocesanos de Albacete (Julián Ros Córcoles) y de Tenerife (Antonio Manuel Pérez Morales) y al administrador apostólico de las diócesis de Jaca y de Huesca (Vicente Jiménez Zamora, arzobispo emérito de Zaragoza).

El obispo de mayor edad es Ramón Buxarrais Ventura, obispo emérito de Málaga (nacido el 12 de diciembre de 1929) y el más joven Josep-Lluís Serrano Pentinat, obispo coadjutor de Urgell (nacido el 19 de marzo de 1977).

El número de diócesis españoles asciende a 70: 14 son arzobispados, con sus correspondientes provincias eclesiásticas; 55 son obispados; y el ordinariato castrense).

 

Diócesis vacantes y obispos con más de 75 años

Están vacantes, esto es, sin obispo diocesano, cuatro diócesis españolas: Jaca, Huesca, Albacete y Tenerife.

Junto a estas tres diócesis, a día de hoy, otras nueve tiene obispo con más de 75 años.  El más mayor de edad de los obispos españoles en activo (79 años en abril) es el cardenal Juan José Omella Omella, arzobispo de Barcelona. Rebasa los 77 años el obispo Cuenca (José María Yanguas Sanz). Desde 2023, están en edad de jubilación el obispo de Mallorca (Sebastián Taltavull Anglada), Lleida (Salvador Giménez Valls), Ciudad Real (Gerardo Melgar Viciosa).

En 2024, otros cuatro obispos alcanzaron los 75 años y siguen todavía en activo: Joan-Enric Vives Sicilia (Urgell), Rafael Zornoza Boy (Cádiz y Ceuta), José Manuel Lorca Planes (Cartagena) y Jesús Esteban Catalá Ibáñez (Málaga). Y en 2025, alcanzarán esta edad los obispos de Córdoba (Demetrio Fernández González), Tarrasa (Salvador Cristau Coll) y Segorbe-Castellón (Casimiro López Llorente).

 

Publicado en Nueva Alcarria el 17 de enero de 2025

Por Rafael Amo

(Delegación de Ecumenismo)

 

 

La Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos de 2025 nos invita a reflexionar y orar juntos bajo el lema «¿Crees esto?» (Jn 11, 26). Este evento, que se celebra cada año del 18 al 25 de enero en el hemisferio norte, es una oportunidad para acercarnos al sueño de unidad expresado por Jesús en su oración: «Que todos sean uno» (Jn 17, 21).

Este año, la Semana adquiere un significado especial al desarrollarse en el marco del Jubileo del 2025, una ocasión para conmemorar los 1700 años del Concilio de Nicea. Este primer Concilio Ecuménico fue un momento crucial en la historia de la Iglesia, al formular el credo que une a los cristianos en la fe en el Dios uno y trino. En este contexto jubilar, somos llamados a redescubrir nuestra fe común y a renovarla en la esperanza de la unidad visible.

El tema de este año se inspira en el diálogo entre Jesús y Marta sobre la resurrección de su hermano Lázaro (Jn 11, 17-27). Jesús declara: «Yo soy la resurrección y la vida», y luego interpela a Marta con la pregunta: «¿Crees esto?». Esta invitación a la fe no solo desafía a Marta, sino que también nos llama a cada uno de nosotros a reflexionar sobre nuestra fe y su expresión en nuestra vida diaria. Como Marta, también nosotros estamos llamados a proclamar con confianza: «Sí, Señor; yo creo».

Los materiales de este año han sido preparados por la comunidad monástica de Bose, en Italia. Esta comunidad ecuménica ha trabajado intensamente para ofrecer reflexiones y oraciones que nos ayuden a profundizar en la fe común y a celebrar nuestra herencia espiritual compartida. En el corazón de estos materiales está el credo niceno, que será recitado de forma solemne en las celebraciones ecuménicas y que nos une en la profesión de nuestra fe.

Una invitación al compromiso

El Jubileo del 2025 nos recuerda que la unidad no es solo un ideal, sino una tarea concreta que exige oración, diálogo y acciones de reconciliación. Como dijo el Concilio Vaticano II, «la división entre las comunidades cristianas es obstáculo para la causa de la difusión del Evangelio por todo el mundo» (Unitatis redintegratio, 1).

Invitamos a todas las parroquias y comunidades a unirse a esta Semana de Oración y a utilizar los materiales disponibles para fomentar encuentros de oración ecuménica y momentos de reflexión sobre nuestra fe común. Que este tiempo de gracia fortalezca nuestro compromiso de trabajar juntos por la unidad visible de la Iglesia y de dar testimonio al mundo de la esperanza que nace de la fe en Cristo resucitado.

Que esta Semana de Oración sea para todos nosotros un signo de esperanza y un impulso renovado en el camino hacia la plena unidad.

 

Por Jesús de las Heras Muela

(Periodista y sacerdote. Deán de la catedral de Sigüenza)

 

 

 

«Que el Jubileo2025 nos fortalezca en la fe, nos ayude a reconocer a Cristo resucitado en medio de nuestras vidas, y nos transforme en peregrinos de la esperanza cristiana»

 

 

 

Abierto ya en toda la Iglesia católica el Año Jubilar del 2.025 aniversario de la encarnación y de la Natividad de Nuestro Señor Jesucristo, las puertas del júbilo, de la gracia y de esperanza jubilares que no defraudan permanecerán abiertas hasta el domingo 28 de diciembre de 2025 en todos los templos y jubilares de toda Iglesia, excepto en la basílica romana de San Pedro, donde el jubileo no concluirá hasta el 6 de enero de 2026.

Y lo que son el jubileo, la puerta santa y la esperanza lo desgranamos ahora tenor de principales ideas señaladas al respecto por el Papa Francisco en las celebraciones de apertura del año santo.

 

 

Lo que es el jubileo

«Este es el Jubileo, este es el tiempo de la esperanza. Este nos invita a redescubrir la alegría del encuentro con el Señor, nos llama a la renovación espiritual y nos compromete en la transformación del mundo, para que este llegue a ser realmente un tiempo jubilar».

«El Jubileo se abre para que a todos les sea dada la esperanza, la esperanza del Evangelio, la esperanza del amor, la esperanza del perdón».

«Una de las acciones que caracterizan los Jubileos es la remisión de las deudas. Por tanto, animo a todos a sostener la campaña de Cáritas Internacional llamada “Transformar la deuda en esperanza”, para aliviar los países agobiados por deudas insostenibles y promover el desarrollo».

«La cuestión de la deuda está ligada a la de la paz y la del mercado negro de armamentos. ¡Basta de colonizar a los pueblos con las armas! Trabajemos por el desarme, trabajemos contra el hambre, contra las enfermedades, contra el trabajo infantil. ¡Y recemos, por favor, por la paz en el mundo entero! Paz en la atormentada Ucrania, en Gaza, Israel, Myanmar, Kivu del Norte y muchos otros países en guerra».

«Los jubileos son momentos preciosos para hacer balance de nuestras vidas, como individuos y como comunidad. Además, son ocasiones para la reflexión, el recogimiento y la escucha de lo que el Espíritu Santo nos dice hoy (cf. Apocalipsis 2,7)».

«Que el Jubileo sea la ocasión para perdonar las deudas, especialmente aquellas que gravan sobre los países más pobres. Cada uno de nosotros está llamado a perdonar las ofensas recibidas, porque el Hijo de Dios ha venido a curarnos y perdonarnos».

«El Jubileo 2025 será el Año Santo de la esperanza que no declina, la esperanza en Dios. Que nos ayude a recuperar la confianza en la Iglesia, en los vínculos interpersonales, en las relaciones internacionales, en el respeto a la dignidad de las personas y a la creación».

 

Lo que es la puerta santa

«Con la apertura de la Puerta Santa damos inicio a un nuevo Jubileo. Cada uno de nosotros puede entrar en el misterio de este anuncio de gracia. En esta noche, la puerta de la esperanza se ha abierto de par en par al mundo; en esta noche, Dios dice a cada uno: ¡también hay esperanza para ti! Hay esperanza para cada uno de nosotros. Pero no os olvidéis, hermanas y hermanos, que Dios perdona todo, Dios perdona siempre. No se olvidéis de esto, que es un modo de entender la esperanza en el Señor».

«La “puerta santa” del corazón de Dios se abre para ti. Jesús, Dios con nosotros, nace para ti, para mí, para nosotros, para todo hombre y mujer. Y, ¿sabéis?, con Él florece la alegría, con Él la vida cambia, con Él la esperanza no defrauda».

«La puerta del corazón de Dios está siempre abierta, regresemos a Él. Volvamos al corazón que nos ama y nos perdona. Dejémonos perdonar por Él, dejémonos reconciliar con Él».

«Este es el significado de la Puerta Santa del Jubileo: representa a Jesús, Puerta de salvación abierta a todos. Jesús es la Puerta; es la Puerta que el Padre misericordioso ha abierto en medio del mundo, en medio de la historia, para que todos podamos volver a Él. Todos somos como ovejas perdidas y tenemos necesidad de un Pastor y de una Puerta para regresar a la casa del Padre. Jesús es el Pastor, Jesús es la Puerta».

«Hermanas y hermanos, no tengáis miedo. La Puerta está abierta, la puerta está abierta de par en par. No es necesario tocar a la puerta. Está abierta. Venid, dejémonos reconciliar con Dios, y entonces nos reconciliaremos con nosotros mismos y podremos reconciliarnos entre nosotros, incluso con nuestros enemigos... Venid, Jesús es la Puerta de la paz».

«Con frecuencia nos detenemos en el umbral; no tenemos el valor para atravesarlo, porque nos interpela. Entrar por la Puerta requiere el sacrificio de dar un paso adelante, de dejar atrás contiendas y divisiones, para abandonarnos en los brazos abiertos del Niño que es el Príncipe de la paz. Invito a todas las personas, a todos los pueblos y naciones a armarse de valor para cruzar la Puerta, a hacerse peregrinos de esperanza, a silenciar las armas y superar las divisiones».

«Los peregrinos que realizan un recorrido jubilar que conduce a la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro. Es un hermoso signo, un signo que expresa el sentido de nuestra vida: ir al encuentro de Jesús, que nos ama y nos abre su Corazón para hacernos entrar en su reino de amor, de alegría y de paz».

«Esta mañana (26 de diciembre) he abierto una Puerta Santa, después de la de San Pedro, en la cárcel romana de Rebibbia. Ha sido como, por así decirlo, “la catedral del dolor y de la esperanza”».

«Abrid las puertas del corazón. Cada uno sabe cómo hacerlo. Cada uno sabe dónde la puerta está cerrada o semicerrada. Os deseo un gran Jubileo2025».

 

 

Lo que es la esperanza cristiana

«Esta es nuestra esperanza. Dios es el Emanuel, el “Dios con nosotros”. El infinitamente grande se hizo pequeño; la luz divina brilló entre las tinieblas del mundo, la gloria del cielo se asomó a la tierra. ¿Cómo? En la pequeñez de un Niño. Y si Dios viene, aun cuando nuestro corazón se asemeja a un pobre pesebre, entonces podemos decir: la esperanza no ha muerto, la esperanza está viva, y envuelve nuestra vida para siempre. La esperanza no defrauda».

«Esta es la señal para recuperar la esperanza perdida: renovarla dentro de nosotros, sembrarla en las desolaciones de nuestro tiempo y de nuestro mundo rápidamente. ¡Y hay tantas desolaciones en nuestro tiempo! Pensemos a las guerras, a los niños ametrallados, a las bombas sobre las escuelas y sobre los hospitales. Disponerse rápidamente, sin aminorar el paso, dejándose atraer por la buena noticia».

«Y esta es nuestra tarea, traducir la esperanza en las distintas situaciones de la vida. Porque la esperanza cristiana no es un final feliz que hay que esperar pasivamente, no es el final feliz de una película; es la promesa del Señor que hemos de acoger aquí y ahora, en esta tierra que sufre y que gime».

 «Esta esperanza, por tanto, nos pide que no nos demoremos, que no nos dejemos llevar por la rutina, que no nos detengamos en la mediocridad y en la pereza; nos pide —diría san Agustín— que nos indignemos por las cosas que no están bien y que tengamos la valentía de cambiarlas; nos pide que nos hagamos peregrinos en busca de la verdad, soñadores incansables, mujeres y hombres que se dejan inquietar por el sueño de Dios; que es el sueño de un mundo nuevo, donde reinan la paz y la justicia».

«La esperanza que no tolera la indolencia del sedentario ni la pereza de quien se acomoda en su propio bienestar —y muchos de nosotros, tenemos el peligro de acomodarnos en nuestro propio bienestar—; la esperanza no admite la falsa prudencia de quien no se arriesga por miedo a comprometerse, ni el cálculo de quien sólo piensa en sí mismo; es incompatible con la vida tranquila de quien no alza la voz contra el mal ni contra las injusticias que se cometen sobre la piel de los más pobres».

«Al contrario, la esperanza cristiana, mientras nos invita a la paciente espera del Reino que germina y crece, exige de nosotros la audacia de anticipar hoy esta promesa, a través de nuestra responsabilidad, y no sólo, también a través de y nuestra compasión. Y aquí tal vez nos hará bien interrogarnos sobre nuestra compasión: ¿tengo compasión?, ¿sé padecer-con? Pensémoslo».

«La esperanza cristiana es precisamente ese “algo más” que nos impulsa a movernos “rápidamente”. A nosotros, discípulos del Señor, se nos pide, en efecto, que hallemos en Él nuestra mayor esperanza, para luego llevarla sin tardanza, como peregrinos de luz en las tinieblas del mundo».

«Todos nosotros tenemos el don y la tarea de llevar esperanza allí donde se ha perdido; allí donde la vida está herida, en las expectativas traicionadas, en los sueños rotos, en los fracasos que destrozan el corazón; en el cansancio de quien no puede más, en la soledad amarga de quien se siente derrotado, en el sufrimiento que devasta el alma; en los días largos y vacíos de los presos, en las habitaciones estrechas y frías de los pobres, en los lugares profanados por la guerra y la violencia. Llevar esperanza allí, sembrar esperanza allí».

  

 

Publicado en Nueva Alcarria el 3 de enero de 2025

Por Jesús de las Heras Muela

(Periodista y sacerdote. Deán de la catedral de Sigüenza)

 

 

 

El Sínodo de la Sinodalidad, en su segunda asamblea, las vísperas del Jubileo, ya comenzado, y el viaje papal más largo de estos casi 12 años

 

 

 

 

El Papa Francisco, que acaba de cumplir 88 años, se encuentra ya entre los cinco romanos pontífices de mayor edad al frente de la Iglesia. Su año de 2024 no ha mostrado novedades especiales en relación con su salud, que, a pesar de sus conocidos problemas y la avanzada edad, se puso a prueba a primeros de septiembre con un maratoniano viaje al sudeste de Asia y a Oceanía, prueba superada con nota por el Santo Padre.

Los trabajos en pro de una Iglesia sinodal, misionera y samaritana fueron uno de los ejes principales del año vaticano, que, además, ha mirado ya al Jubileo del año santo 2025, recién comenzado y cuyo lema es la frase «Peregrinos de la esperanza». Este año jubilar 2025 ha sido precedido por un año de preparación dedicado, por voluntad de Francisco, a la oración, al igual que, en el mismo itinerario jubilar, 2023 estuvo dedicado al Concilio Vaticano II. El año jubilar 2025 ha sido convocado por Francisco mediante la bula «Spes non confundit»La esperanza no defrauda») y conmemora el 2.025 aniversario de la encarnación y natividad de Nuestro Señor Jesucristo.

 

Cardenales y la paz

Francisco prosiguió con su muy amplia renovación de colegio cardenalicio.  Y así, el 7 de diciembre, creó 21 nuevos cardenales, ninguno de ellos español (ha sido la primera vez en los diez consistorios de Francisco que no ha habido cardenales españoles). En el momento de redactar estas líneas, hay 252 cardenales, de ellos 139 menores de 80 años. Nunca ha habido tantos.

Y, por supuesto, la causa de la paz, violentada y ensangrentada desde hace casi tres años en Ucrania, tras la invasión rusa, y desde el 7 de octubre de 2023 en Israel y Palestina, con la actual guerra en Gaza, ha sido para Francisco una constante fuente de ocupación (con gestiones diplomáticas constantes e incluso de muy alto nivel), preocupación, oración y llamadas continuas a la solidaridad con los más afectados por estos conflictos bélicos

 

 

La sinodalidad, camino de la Iglesia

Toda la Iglesia universal prosiguió en el camino sinodal trazado por Francisco. En el curso 2021-2022 fueron las fases diocesanas y nacionales. En el primer trimestre de 2023, se desarrollaron, en ocho lugares de todo el mundo, las fases continentales. Los trabajos sinodales de 2023 se coronaron con la primera fase de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que fue del 4 al 29 de octubre. Y en 2024, se siguió trabajando al respecto, con la segunda fase de la asamblea sinodal, entre los días 2 y 27 de octubre.

El lema que anima todo este caminar reza «Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión», con un añadido especial en 2024: «¿Cómo ser Iglesia sinodal en misión?». Esta doble asamblea sinodal de octubre de 2023 y de 2024, más todo el proceso previo y el posterior, está llamada a ser uno de los acontecimientos más importantes del pontificado en razón de su preparación, de la decisión de Francisco de dar voz y voto a mujeres y laicos y de la emergencia de los temas abordados.

Y es que, para Francisco, «la sinodalidad es el camino de la Iglesia del tercer milenio». Y en este caminar, que es proceso de dinamismo permanente, proseguimos. Y como prueba de este camino va en serio, Francisco decidió hacer suyas, dar por aprobadas, insertándolas en el magisterio pontificio ordinario, las conclusiones de la asamblea sinodal de octubre pasado.

 

 

 

Principales documentos papales en 2024

Con fecha 24 de octubre de 2024, y casi por sorpresa, llegó la cuarta carta encíclica de Francisco. «Dilexit nos» («Nos amó») es su título. Está dedicada al Corazón de Jesús, al sentido y potenciación de su culto y a las consecuencias prácticas de que él se han de derivar. Con este texto, entre otras cosas, Francisco reclama a nuestra humanidad mayor capacidad de ser y de vivir con corazón.

El 8 de abril se hizo pública la declaración «Dignitas infinita» del Dicasterio para la Doctrina de la Fe sobre la radical e inviolable dignidad humana. Esta declaración, un elogio y defensa en toda regla de toda vida humana, de toda la vida humana desde la concepción hasta su ocaso natural y de la vida de todos y de la calidad de vida de todos.

También Doctrina de la Fe emanó en 2024 dos destacados documentos sobre supuestas visiones, apariciones y fenómenos paranormales. Así, el 19 de mayo se publicaron unas normas de del citado dicasterio para proceder en el discernimiento de presuntos fenómenos sobrenaturales. Y en esta línea, el 19 de septiembre, se hizo pública la nota del citado dicasterio titulada «La Reina de la Paz» sobre la experiencia espiritual vinculada a Medjugorje, mediante el cual se da luz a las peregrinaciones a este lugar y al valor de su experiencia espiritual y pastoral, a la par que se previene acerca de la literalidad excesiva de los relatos de estas presuntas apariciones marianas.

Por otro lado, el 20 de noviembre se divulgó un nuevo «Ordo Exsequiarum Romani Pontificis», mediante el cual se renueva el ritual de exequias de los romanos pontífices, aprobado por el Papa Juan Pablo II en 1998 y publicado en 2000. Entre las novedades introducidas están la constatación de la muerte no en la habitación sino en la capilla, la deposición inmediata dentro del ataúd, la exposición a los fieles sin el catafalco y la eliminación de los tradicionales tres féretros de ciprés, plomo y roble. Otra novedad es la introducción de las indicaciones necesarias para una posible inhumación en un lugar distinto de la basílica vaticana (el mismo Francisco ya ha expresado su deseo de ser enterrado, cuando corresponda, en la basílica de Santa María la Mayor de Roma).

Por último, en relación a los documentos de Francisco, he aquí cuatro cartas abiertas hechas públicas en 2024:  Carta a los párrocos del mundo en relación con la sinodalidad; Carta sobre el papel de la literatura en la formación; Carta sobre la renovación del estudio de la historia de la Iglesia; y Carta al pueblo de Dios que peregrina en Nicaragua, en el contexto de la actual persecución a los católicos en este país centroamericano.

 

 

 

Viajes apostólicos

Son ya 47 los viajes internacionales los realizados por Francisco en los cerca de 12 años al frente de la Iglesia. En 2025, fueron 3, si bien uno de los ellos, como ya se dijo al comienzo, fue maratoniano. Se trata del periplo que le llevó del 2 al 13 de septiembre a Indonesia, Papua Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur. Los lemas respectivos fueron «Fe, Fraternidad, Compasión», «Rezar», «Que a vuestra fe siga vuestra cultura» y «Unidos en la esperanza». El viaje resultó un éxito.

No puede decirse lo mismo de la visita papal realizada del 26 al 29 de septiembre a Luxemburgo y a Bélgica. Sobre todo, la etapa belga resultó muy complicada, ante la tan creciente descristianización interna y externa de este país y de su Iglesia.

Por fin, el 15 de diciembre Francisco estuvo en Ajaccio, la capital de la isla francesa de Córcega, para clausurar, bajo el lema «Jesús pasó haciendo el bien», un encuentro de religiosidad popular en el Mediterráneo. Una bocanada de aire fresco y de esperanza supuso esta visita papal.

Dentro de Italia, el Santo Padre viajó a Venecia (28 de abril), a Verona (19 de mayo) y a Trieste (7 de julio). De cara a 2025, no hay ningún destino papal confirmado. Eso sí, dos deseos: Nicea, en el 1.700 del primer concilio ecuménico en esta ciudad turca, y Canarias, en medio de la actual crisis migratoria. Dos deseos, sí, que el tiempo confirmará o desmentirá.

 


31 nuevos santos, cinco beatos españoles

La laica consagrada argentina María Antonia de San José de Paz y Figueroa (Madre Antula) abrió el santoral de 2024.

Catorce canonizaciones llegaron en octubre: Manuel Ruiz López y siete compañeros franciscanos (OFM) mártires y Francis, Abdel Mohti y Raphaël Massabki, mártires también, en Siria, en el siglo XIX (siete frailes son españoles y el octavo es austriaco; y los tres laicos maronitas, hermanos entre sí, son sirios); Giuseppe Allamano (Italia); Marie-Léonie Paradis (Canadá); y Elena Guerra (Italia).

Además, Francisco extendió a la Iglesia universal el culto a la Beata Teresa de San Agustín (nacida: María Magdalena Claudia Lidoine) y 15 compañeras de la Orden de las Carmelitas Descalzas de Compiègne, mártires, asesinadas in odium Fidei el 17 de julio de 1794, en París (Francia), inscribiéndolas en el catálogo de los santos. Son las monjas carmelitas martirizadas en la revolución francesa y popularizadas por el escritor francés Georges Bernanos en su célebre «Diálogos de carmelitas».

En Bruselas, donde fundó un carmelo teresiano, Francisco beatificó a la carmelita descalza vallisoletana sor Ana de Jesús (1545-1621), discípula de santa Teresa de Jesús. Y Sevilla y Barcelona acogieron las respectivas beatificaciones del sacerdote canario del siglo XIX José Torres Padilla, fundador junto a santa Ángela de la Cruz, de las Hermanas de la Compañía de la Cruz, y de Cayetano Clausellas Ballvé, sacerdote, y Antonio Tort i Reixachs, laico, mártires en 1936, los dos catalanes.

Asimismo, el Papa extendió a toda la Iglesia el culto a la venerable española sor Juana de la Cruz (Juana Vázquez Gutiérrez, 1481-1534), abadesa del monasterio de la Tercera Orden de San Francisco de Cubas de Madrid, inscribiéndola en el catálogo de los beatos.

 

Publicado en Nueva Alcarria el 10 de enero de 2025

Por Ángel Moreno

(de Buenafuente)

 

 

1 de enero, Jornada por la Paz: “Al entrar en una casa, saludadla con la paz; si la casa se lo merece, vuestra paz vendrá a ella” (Mt 10, 12-13). El lema benedictino es PAX – Paz. “Perdónanos nuestras ofensas. Concédenos tu paz”.

 

Día de bendición, de bien decir:

 

De bendecir a Dios: “Bendito sea Dios, Padre de Nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en Cristo con toda clase de bendiciones espirituales en los cielos. Él nos eligió en Cristo antes de la fundación del mundo | para que fuésemos santos e intachables ante él por el amor. Él nos ha destinado por medio de Jesucristo, según el beneplácito de su voluntad, a ser sus hijos” (Ef 1, 3-5).

 

De bien decir: “Bendecid a los que os persiguen; bendecid, sí, no maldigáis” (Rom 12, 14).

 

De saber callar: “Si alguien se cree religioso y no refrena su lengua, sino que se engaña a sí mismo, su religiosidad está vacía” (Sant 1, 26).

 

Año jubilar: “Declararéis santo el año cincuenta y promulgaréis por el país liberación para todos sus habitantes. Será para vosotros un jubileo: cada uno recobrará su propiedad y retornará a su familia. El año cincuenta será para vosotros año jubilar: no sembraréis, ni segaréis los rebrotes, ni vendimiaréis las cepas no cultivadas. Porque es el año jubilar, que será sagrado para vosotros. Comeréis lo que den vuestros campos por sí mismos. En este año jubilar cada uno recobrará su propiedad” (Lev 24, 10-13).

 

Jubileo de la esperanza: “La tribulación produce paciencia, la paciencia, virtud probada, la virtud probada, esperanza, y la esperanza no defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que se nos ha dado” (Rom 5, 3-5).

 

Razón de la esperanza: “¿Quién nos separará del amor de Cristo?, ¿la tribulación?, ¿la angustia?, ¿la persecución?, ¿el hambre?, ¿la desnudez?, ¿el peligro?, ¿la espada?; estoy convencido de que ni muerte, ni vida, ni ángeles, ni principados, ni presente, ni futuro, ni potencias, ni altura, ni profundidad, ni ninguna otra criatura podrá separarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús, nuestro Señor” (Rom 9, 35-39).

 

Año de comunión: 1700 aniversario del Concilio de Nicea, en el que se proclamó la identidad de Jesucristo Dios y hombre verdadero.

 

Día de comenzar de nuevo: “Así pues, ya comáis, ya bebáis o hagáis lo que hagáis, hacedlo todo para gloria de Dios. No deis motivo de escándalo ni a judíos, ni a griegos, ni a la Iglesia de Dios; como yo, que procuro contentar en todo a todos, no buscando mi propia ventaja, sino la de la mayoría, para que se salven” (1Cor 10, 31-33).

 

Solemnidad de la Madre de Dios: “Todos ellos perseveraban unánimes en la oración, junto con algunas mujeres y María, la madre de Jesús, y con sus hermanos” (Act 1, 14).

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