Por Juan Pablo Mañueco

(escritor y periodista)

 

 

 

En este final del año
voy a cantar villancico,
con almirez lo acompaño.
iré a ver al Niño chico.

Anda, canta, anda,
cántate otra vez,
cántate hasta nueve
y luego hasta diez.

La blanca Guadalajara
nevada está en cada calle,
aquel que mal la pisara
el suelo al resbalar raye.

Anda, canta, anda,
cántate otra vez,
que ya llevas dos
llegarás a diez.

Por la Calle Mayor Baja
se han escapado los pajes,
dicen que con ellos viajan
tres reyes con tres mensajes.

Anda, canta, anda,
cántate otra vez,
que con esta misma
has llegado a tres.

Al llegar hasta la Plaza
Mayor hay mucho colgante
y mucho adorno que abraza
subiendo todo adelante.

Anda, canta, anda,
cántate otra vez,
que ya llevas cuatro.
¿Pararás en diez?

Por Plaza del Jardinillo,
van subiendo los camellos,
las mulas y el borriquillo
peinándose los cabellos.

Anda, canta, anda,
cántate otra vez,
que ya llevas cinco,
casi estás en diez.

Cuando se estrecha la calle
un rey con otro se junta,
y que dónde el portal se halle,
Melchor a Gaspar pregunta.

Anda, canta, anda,
cántate otra vez,
que si llevas seis
pronto estás en diez.

Ya aparece San Ginés,
después de Santo Domingo,
Niño, María y José,
yo mismo ya los dintingo.

Anda, canta, anda,
cántate otra vez,
que llegando a siete
casi estás en diez.

Bajo el arco del santuario
ha ocurrido el natalicio,
el portal es escenario
del Infantil Gran Bullicio.

Anda, canta, anda,
cántate otra vez,
que pasamos de ocho,
sólo a dos de diez.

A los pies de este gran Niño
acabado de nacer,
zambomba, almirez, cariño,
ya los puedes ofrecer.

Anda, canta, anda,
cántate otra vez,
que ya estás en nueve,
casi das en diez.

Este blanco villancico
de Guadalajara es,
cuéntalo hasta cinco,
luego cuenta diez.

Y si aún queda hueco
y aún sabes contar,
Juan Pablo Mañueco
su autor puedes nombrar.

Por Jesús de las Heras Muela

(Periodista y sacerdote. Deán de la catedral de Sigüenza)

 

 

 

Nuestro nuevo obispo toma posesión de su ministerio este sábado 23 de diciembre, a las 11 horas en la Catedral; visita Alcolea y Barbatona, en la tarde del viernes 22; y oficiará su primera misa en la Concatedral el martes 26, a las 18 horas

 

 

 

 

La diócesis de Sigüenza-Guadalajara se apresta al relevo episcopal tras la jubilación el 31 de octubre, por razones de edad, de monseñor Atilano Rodríguez Martínez (1946) y el consiguiente nombramiento para el gobierno pastoral de esta diócesis de monseñor Julián Ruiz Martorell (1957), hasta ahora obispo de las diócesis de Jaca y de Huesca desde el 5 de marzo de 2011.

Todo está previsto para el conjunto de los actos, que tendrán un prólogo en Alcolea del Pinar y en Barbatona, a las 17 y a las 18 horas, respectivamente, del viernes 22 de diciembre; su epicentro en Sigüenza desde las 10 de la mañana del viernes 23; y su epílogo, el martes 26 en la concatedral de Guadalajara, con una nueva eucaristía, en este caso a las 18 horas.

 

 

 

A partir de las 10 de la mañana en Sigüenza

El sábado 23 de diciembre Julián Ruiz Martorell entrará en Sigüenza a lomos de una yegua blanca y bajo una alfombra de tierras de colores, serrín, posos de café y flores.  Será, en efecto, el sábado, 23 de diciembre de 2023, a partir de las diez de la mañana, y seguirá de esto modo una multisecular tradición, que también acontece en otras históricas diócesis como Orihuela y Calahorra, entre otras. El origen de esta procedencia tiene con toda probabilidad reminiscencias bíblicas: al igual que Jesucristo entró en Jerusalén a lomos de un borrico y con calles de la ciudad santa alfombrada por los mantos de sus acompañantes, el obispo –Dulce Cristo en una diócesis- entra de modo similar en la parcela que le ha sido confiada.

Los actos de la llegada de monseñor Julián Ruiz Martorell a Sigüenza son los siguientes: a las 10 horas del sábado 23  llegará a la puerta del asilo de ancianos Padre Saturnino López Novoa y se montará en la yegua blanca dispuesta para la ocasión; a las 10:20 horas, apeado ya de la yegua, junto a la antigua puerta de la Sigüenza amurallada, será recibido por monseñor Atilano Rodríguez en la plaza de Don Hilario Yaben para proceder a continuación su recorrido hasta la catedral de Sigüenza a través de la calle Cardenal Mendoza, tapizada con la alfombra arriba descrita; y a las 10:45 horas, acogida en el atrio de la catedral por parte del nuncio apostólico y del cabildo catedralicio. Una vez en el templo catedralicio, se detendrá ante la imagen de la Virgen de la Mayor, orará en la capilla del Santísimo o capilla del Cristo de la Misericordia, donde realizará, ante el nuncio apostólico la profesión de fe y el juramento de fidelidad y, en la sacristía de las Cabezas, se revestirá para la eucaristía.

La yegua blanca, de nombre Ginebra, procede de Yunquera de Henares. La alfombra está trabajada por un grupo de voluntariados de Sigüenza, coordinados por la Cofradía de la Vera Cruz y del Santo Sepulcro y de otras cofradías y particulares y la colaboración del ayuntamiento de la ciudad y el cabildo catedralicio.

Durante todo este recorrido, el nuevo obispo será también acompañado por dulzaineros de Sigüenza; y, al acabar la celebración de la catedral, habrá, asimismo, un recital de toque manual de campanas.

 

Alcolea del Pinar, Barbatona y Guadalajara

Antes de su llegada a Sigüenza, don Julián, en consonancia también con la tradición, realizará una previa y primera visita a la primera localidad de la diócesis de su recorrido hasta Sigüenza. En este caso, serán dos: Alcolea del Pinar y el santuario de la Virgen de la Salud de Barbatona, a las 17 y a las 18 horas, respectivamente, En ambas visitas, será acompañado por don Atilano, por el colegio de consultores, por los sacerdotes de estas parroquias y por los fieles, incluidos, en el caso de Barbatona, fieles de Sigüenza, con representación de todas las cofradías de esta ciudad.

Está previsto que entre las 20:30 y las 21 horas del viernes 22 de diciembre, los miembros de la Batucada de Sigüenza ofrezcan al nuevo obispo unos pasacalles de bienvenida.

Al martes siguiente, día 26 de diciembre, don Julián, tras mantener un encuentro navideño con el presbiterio diocesano, oficiará una solemne eucaristía en la concatedral de Guadalajara, a las 18 horas. Media hora antes, saludará en la puerta de la concatedral a la corporación municipal y, tras orar en la capilla del Santísimo, se trasladará a la Casa Sacerdotal para allí iniciar la procesión de entrada de la misa.

 

Numerosa asistencia, autoridades y obispos

Se espera que, al menos, un millar de personas acompañen a D. Julián en su toma de posesión en la catedral seguntina. Han confirmado ya su asistencia destacadas autoridades como el presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y el presidente de las Cortes regionales, amén de la alcaldesa de Sigüenza y todos sus concejales, varios consejeros autonómicos, parlamentarios nacionales, regionales y provinciales, así como otros altos representantes de los distintos poderes y servicios públicos (Justicia, Fuerzas Armadas, Educación, etc.) y de organizaciones sociales y ciudadanas.

A la hora de redactar estas líneas, cerca de 30 obispos habían confirmado su asistencia. Los tres primeros son el nuevo obispo de Sigüenza-Guadalajara (Julián Ruiz), nuestro obispo administrador apostólico (Atilano Rodríguez) y el obispo emérito de nuestra diócesis (José Sánchez). Habrá dos cardenales: Juan José Omella, arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal Española) y de Madrid (José Cobo). Junto al nuncio apostólico (Bernardito Auza), estarán también los arzobispos de Toledo (Francisco Cerro), Oviedo (Jesús Sanz), Valladolid (Luis Argüello), Burgos (Mario Iceta), Zaragoza (Carlos Escribano) y Castrense (Juan Antonio Aznárez), así como el arzobispo administrador apostólico de Pamplona y Tudela (Francisco Pérez) y los arzobispos eméritos de Toledo (Braulio Rodríguez) y de Zaragoza (Vicente Jiménez). Asistirán, asimismo, los obispos diocesanos de Albacete (Ángel Fernández), Cuenca (José María Yanguas), Ciudad Real (Gerardo Melgar), Getafe (Ginés García), Vic (Roma Casanova), Osma-Soria (Abilio Martínez), Teruel y Albarracín (José Antonio Satué), Alcalá de Henares (Antonio Prieto), Ávila (Jesús Rico), Tarazona (Vicente Rebollo), los obispos auxiliares de Madrid (Jesús Vidal) y de Toledo (César García, a su vez, secretario general de la Conferencia Episcopal Española) y los obispos eméritos de Segovia (Ángel Rubio) y de Tarazona (Eusebio Hernández).


 

 

 

Misa televisa, crucero de la catedral, nuevos enseres litúrgicos

La misa, transmitida en directo por TRECE TV, será en el crucero de la catedral y habrá pantallas gigantes de televisión para que todos los fieles pueden seguir la eucaristía. Los sacerdotes se situarán en la capilla mayor de la catedral

 Don Julián estrenará alba, cíngulo y casulla, ofrenda del cabildo. Las Hermanas Clarisas han donado también la palia con el escudo bordado del nuevo obispo. La palia es un trozo de tela cuadrado, usualmente reforzado con almidón y cartón, que sirve para tapar el cáliz durante la sisa y que va junto a los corporales de la celebración.

La misa será cantada por el pueblo fiel, bajo la dirección de Alejo Navarro y con Juan Antonio Marco al órgano, alternándose estos cánticos e intervenciones musicales con los del Coro “Ciudad de Guadalajara”, dirigido por su titular, Elisa Gómez.

 

Libro litúrgico de la misa de toma de posesión

En tamaño cuartilla, para hacer más fácil su lectura y seguimiento, la diócesis ha editado el libro litúrgico, con todos los ritos y con la misa completa, de la celebración completa de la toma de posesión de don Julián en la catedral de Sigüenza. También ha hecho lo propio en relación con su primera eucaristía en la concatedral de Guadalajara.

El libro de la toma de posesión, la celebración del sábado 23 de diciembre en la catedral, cuenta con 44 páginas. El libro está editado a todo color y a dos tintas. Lleva como portada una fotografía de la tabla de la Natividad del Señor y adoración de los pastores, sita en el retablo de la capilla mayor de la catedral. Dicho retablo es obra renacentista del escultor Giraldo de Merlo (hacia 1610). Dicha tabla fue dorada, estofada y policromada por Diego de Baeza.

Este libro ofrece también estas otras fotografías, de gran calidad y belleza. de la catedral seguntina: detalle del crucero y coro de la catedral (página 7), fachada principal de la catedral (página 14), imagen de conjunto del retablo mayor (página 16), imagen de la patrona de Sigüenza, la Virgen de la Mayor (página 37); y el transepto norte completo, el conjunto de Santa Librada (página 40). La contraportada de este libro se ofrece una imagen del escudo y lema episcopal de don Julián.

 

Breve biografía del nuevo obispo

Nació en Cuenca el 19 de enero de 1957. Realizó los estudios eclesiásticos en el seminario metropolitano de Zaragoza y fue ordenado sacerdote el 24 de octubre de 1981. Realizó su misión pastoral en diversos servicios como párroco, capellán, profesor, canónigo y vicario general.

Durante sus años de estudio en Roma (1983-1988) obtuvo la Licenciatura en Teología Dogmática por la Pontificia Universidad Gregoriana y la Licenciatura en Sagrada Escritura por el Pontificio Instituto Bíblico.

El 30 de diciembre de 2010 el Papa Benedicto XVI lo nombró obispo de Huesca y de Jaca. Ha sido obispo de las dos diócesis, unidas “in persona episcopi”, desde su ordenación episcopal el 5 de marzo de 2011.

En la Conferencia Episcopal Española, es miembro de la Comisión Episcopal de Evangelización, Catequesis y Catecumenado.

Su lema episcopal es “Ut vitam habeant” (frase latina que se traduce en español “Para que tengan vida”. Es un texto que forma parte de una frase más extensa, en la que Jesús, según relata el evangelio según san Juan en su capítulo 10, versículo 10, dice: “Yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante”.

 El 31 de octubre de 2023 se hizo público su nombramiento, por parte del Papa Francisco, como obispo de Sigüenza-Guadalajara. Desde las 11 horas del sábado 23 de diciembre, se convertirá en el 97 de sus obispos históricamente documentados.

 

 

Publicado en Nueva Alcarria el 22 diciembre de 2023

Por Jesús de las Heras Muela

(Periodista y sacerdote. Deán de la catedral de Sigüenza)

 

 

 

Con celebraciones, este sábado 16 de diciembre, a las 12 horas en San Pedro de la catedral de Sigüenza y el domingo 17, a las 19 horas, en la concatedral de Guadalajara

 

 

 

 

Cuando el próximo 23 de diciembre, don Atilano Rodríguez Martínez concluya su ministerio episcopal en Sigüenza-Guadalajara y se convierta ya en obispo emérito, habrán discurrido 4.648 días, esto es, 12 años, 8 meses y 21 días. Habrá pasado el periodo probablemente más pleno y fecundo de su vida. Un tiempo caracterizado por una entrega constante, generosa, cabal, serena, prudente, afectuosa, cercana, eficaz y sencilla a la grey que le fue confiada el 2 de abril de 2011, con nombramiento previo dos meses justos años.

Llega la hora, pues, de su despedida, aunque, al menos durante un tiempo, permanezca entre nosotros (concretamente, en Buenafuente del Sistal). Llega la hora de la acción de gracias por su ministerio y por su persona. Llega la hora de seguir comprobando y haciendo realidad el fértil dinamismo interno y permanente de la Iglesia, sacramento de Jesucristo, mediante la gracia y la roca firme de la sucesión apostólica, que, en la historia global de nuestra diócesis, hizo de él el 96 de sus obispos históricamente documentados. Llega, en definitiva, la hora de las renovadas plegaria, comunión y misión al servicio de la Iglesia, en concreto y siempre insertada en la Iglesia universal, de la Iglesia particular o diocesana de Sigüenza-Guadalajara. Llega, en suma, la hora de saber que Dios ha sido y es grande entre nosotros con don Atilano –como en su tiempo con sus predecesores y ahora y después con sus sucesores- y que estamos alegres y agradecidos.

 

Asturias, Zaragoza, Salamanca

Monseñor Atilano Rodríguez Martínez nació el 25 octubre de 1946 en Trascastro, pueblo de la parroquia de Leitariegos (concejo/municipio de Cangas del Narcea, Asturias). Cursó estudios eclesiásticos en el seminario de Oviedo, recibiendo la ordenación sacerdotal en su parroquia natal de manos de monseñor Gabino Díaz Merchán, arzobispo de Oviedo, el 15 de agosto de 1970. Está licenciado en Teología Dogmática por la Universidad Pontificia de Salamanca.

Desde octubre de 1970 y hasta agosto de 1973, sirvió sacerdotalmente en parroquias rurales, y de 1973 a 1977, en el seminario menor de Oviedo.

Solicitado por el arzobispo de Zaragoza, monseñor Elías Yanes Álvarez, que fue obispo de Oviedo de 1970 a 1978, pasa a dirigir la secretaria particular del prelado zaragozano en aquella diócesis, desde el 1 de julio de 1977 hasta el 30 de noviembre de 1992, en que, retornado a su diócesis natal, recibe el nombramiento de moderador del equipo sacerdotal de la parroquia de El Buen Pastor de Gijón, cargo que desempeñaba en el momento de ser nombrado auxiliar de Oviedo.

Don Atilano fue arcipreste de Gijón-Sur, miembro del consejo presbiteral y miembro del colegio de consultores de la diócesis ovetense.

 

 

Oviedo, Ciudad Rodrigo, Sigüenza-Guadalajara

Fue nombrado obispo auxiliar de Oviedo y titular de Horea por el Papa Juan Pablo II el día 5 de enero de 1996. Su consagración episcopal fue en la catedral de Oviedo el 18 de febrero de 1996, actuando como primer consagrante el arzobispo de Oviedo, Gabino Díaz Merchán, y como otros dos consagrantes principales el arzobispo de Zaragoza, Elías Yanes Álvarez, y el obispo de Sigüenza-Guadalajara, José Sánchez González, que en su día desempeñaron el ministerio episcopal como auxiliares de Díaz Merchán en la archidiócesis de Oviedo.

El 26 de febrero de 2003, con toma de posesión el siguiente 6 de abril, fue obispo de Ciudad Rodrigo, en tierras de la provincia de Salamanca y diócesis de la que es originario monseñor José Sánchez, obispo de nuestra diócesis desde el 17 de noviembre de 1991 al 2 de abril 2011, y a quien sucedió en nuestra diócesis.

El Papa Benedicto XVI lo nombró obispo de la diócesis de Sigüenza-Guadalajara el 2 de febrero de 2011 y su toma de posesión, en la catedral seguntina, fue en la tarde el sábado 2 de abril.

 

En la CEE y ahora, don Julián

En la Conferencia Episcopal Española (CEE,) en noviembre de 1996, fue adscrito a la Comisión Episcopal de Migraciones, encomendándole la atención pastoral de las misiones españolas en Francia. En marzo de 1999, pasó a las Comisiones Episcopales de Pastoral Social, de cuyo departamento de Pastoral Penitenciaria fue obispo responsable, y continuó también en Migraciones. Desde febrero de 2002 a marzo de 2014 perteneció a la Comisión Episcopal de Apostolado Seglar, donde fue obispo consiliario nacional de la Acción Católica Española.

En marzo de 2014, regresó a la Comisión Episcopal de Pastoral Social, de la que fue obispo delegado para Cáritas Española. Tres años más tarde, pasó a presidir esta comisión episcopal, incorporándose, por ello a la Comisión Permanente de la CEE. En marzo de 2020, y tras la reestructuración de las comisiones episcopales, fue elegido presidente, por cuatro años, de nueva Comisión Episcopal para la Pastoral Social y la Promoción Humana, que integra los servicios de pastoral social, migraciones, pastoral de la salud, etc.

Dos años después de presentar, por razones de edad, su renuncia al gobierno pastoral de nuestra diócesis, el Papa Francisco aceptó dicha renuncia el martes 31 de octubre de 2023, nombrando, simultáneamente, obispo de Sigüenza-Guadalajara a monseñor Julián Ruiz Martorell (1957), desde el 5 de marzo de 2011 obispo de las diócesis de Jaca y de Huesca. Don Julián tomará posesión del servicio episcopal de nuestra diócesis el sábado 23 de diciembre, a partir de las 11 horas, en la catedral de Sigüenza. Hasta esta fecha, don Atilano es el administrador apostólico de Sigüenza-Guadalajara.

 

Sínodo y planes y cartas pastorales

 Sin afán exhaustivo y consciente de que muchos aspectos, concreciones y matices del ministerio de don Atilano como obispo de Sigüenza-Guadalajara pueden quedar en el tintero, los anales de nuestra historia recogerán, sin duda, el hecho de que él fue el primer obispo en convocar, ya en 2018, y poner en marcha (queda ya tan solo la final, la asamblea sinodal) un sínodo diocesano, el primero en 70 años y el primero, en consecuencia tras el Concilio Vaticano II (1062-1965) y la promulgación del vigente Código de Derecho Canónico (1983), que actualizaron, potenciaron y dinamizaron la estructura de los sínodos dentro de la Iglesia.

Con anterioridad, al sínodo de 1948, hubo, entre 1380 y 1655, otros once sínodos en el histórico obispado de Sigüenza. Pero las características y dinámicas de todos ellos no se asemejan en absoluto al actual.

Previamente a la convocatoria al sínodo y en concordancia con lo que se había haciendo en las últimos tres décadas, la pastoral diocesana tuvo como eje de actuación un entonces nuevo plan pastoral, en esta ocasión para los años 2014 y 2018, y titulado “El amor de Cristo nos urge”. Además, al comienzo de cada de sus trece cursos pastorales en que ha sido obispo ha escrito una carta pastoral temática.

 

Vicarios y arciprestazgos

Don Atilano ha tenido dos vicarios generales, con nombramientos respectivos en 2012 y 2014, y cinco vicarios episcopales. En 2018, redujo a siete los diez arciprestazgos diocesanos que había recibido. Con anterioridad, había ya cursado la visita pastoral canónica a todos los arciprestazgos y a la práctica totalidad de los pueblos y parroquias de la diócesis.

Además (ha sido un obispo muy popular y cercano), siempre se ha prodigado en visitar parroquias, arciprestazgos, sacerdotes, laicos, comunidades de vida consagrada y movimientos apostólicos, con una muy repleta agenda de actividades.

 

Pastoral, laicado, catedral, patrimonio, caridad

La institución del diaconado permanente, un nuevo directorio para la iniciación cristiana, nuevas reglamentaciones, orientaciones y disposiciones sobre pastoral de exequias, cementerios y tanatorios, creación de servicios diocesanos de transparencia y de prevención de abusos, estudios y debates sobre las unidades de acción pastoral, una asamblea sacerdotal durante cerca de un año y la promoción del laicado, incluso con cargos de responsabilidad en la curia y al frente de delegaciones diocesanas pastorales, han sido otros de sus quehaceres y logros.

Durante estos cerca de trece años, la catedral diocesana ha sido objeto de muy importantes y cuantiosas actuaciones. Catedral diocesana que vivió bajo su ministerio y auspicio episcopal el año jubilar del 850 aniversario de su consagración. Asimismo, deja un extraordinario legado en la rehabilitación de numerosos templos diocesanos, en la renovación y creación de infraestructuras pastorales y en todo el conjunto del patrimonio mueble e inmueble de la diócesis.

En fidelidad a su lema episcopal, “Misit me evangelizare pauperibus” (en español, “He sido a evangelizar a los pobres”, frase de Jesucristo, recogida en el evangelio de san Lucas), en estos trece años, toda la pastoral social y de caridad (con sus distintos sectores y secciones particulares) y singularmente a través de Cáritas Diocesana, ha seguido creciendo –un ejemplo al respecto puede ser el nuevo albergue Betania de Guadalajara- y prestando una muy amplia y variada respuesta a los más pobres y vulnerables.

 

Iglesia universal, mártires, vocaciones

 Durante este tiempo se han sucedido dos papas, Benedicto XVI y Francisco. La Iglesia universal, con ella nuestra diócesis, ha vivido los años especiales dedicados a la Fe (2012-2013), a la Vida Consagrada (2024-2025), a Santa Teresa de Jesús (2014-2015), a la Misericordia (2015-2016) y a la Sinodalidad (2021-2024).

Realizó la Visita ad Limina Apostolorum al Papa y a la Santa Sede en dos ocasiones (2014 y 2022), más el reciente encuentro (el 28 de noviembre pasado) de todos los obispos españoles con el Romano Pontífice.

Durante estos años, diez mártires diocesanos de la persecución religiosa en España entre 1931 y 1939 han sido declarados beatos. Asimismo, don Atilano ha promovido las causas de canonización del obispo Eustaquio Nieto y compañeros mártires en la diócesis y del también obispo Jesús Pla.

Ante la tan acusada y pertinaz sequía vocacional en toda la Iglesia en España y en Europa y ante el envejecimiento de nuestro clero, don Atilano ha promovido convenios de colaboración con diócesis africanas a fin de contar con la colaboración en nuestra diócesis de sacerdotes africanos. Y en medio de la citada y grave crisis vocacional, ha habido tres ordenaciones sacerdotales diocesanas (2015, 2022 y 2023) y en los próximos meses habrá una cuarta.

 

 

Publicado en Nueva Alcarria el 15 diciembre de 2023

Por Ralph Middlecamp



 

 

Queridos amigos vicencianos,

Para los vicentinos, el Adviento es la temporada de realizar colectas de juguetes y regalos, armar canastas especiales de alimentos y preparar programas de comidas festivas. También es el momento de la solicitud de donantes y, sin duda, algunas fiestas navideñas. Por supuesto, las solicitudes regulares de visitas domiciliarias no se detienen.

La mayoría de nuestros programas navideños “especiales” requieren que nuestros vecinos que lo necesiten se inscriban, o podemos enviarles una invitación para participar. Estos programas requieren este nivel de organización, pero he descubierto que algunas de mis experiencias más significativas han sido con la persona que no estaba en la lista o que llegó justo cuando estábamos por cerrar. Sé que hacer excepciones a las reglas del programa puede crear problemas, pero también descubrí que cuando escuchaba la historia de esa persona, a menudo me derretía el corazón.

Muchas de esas historias son las que aún recuerdo. Cuando realmente escucho a una persona que me pide que haga una excepción para ayudarlos, es una decisión difícil. Por lo general, todavía sigo el plan, pero a veces recuerdo que María y José no encontraron habitación en la posada. Tenían una historia bastante convincente, y alguien al menos les permitió usar el granero como refugio. ¿Puedo ser al menos así de flexible?

Recuerdo a un padre que vino a preguntar si nos quedaban juguetes el día después de nuestro programa de regalos. No estaba en nuestra lista, pero supe que no tenía nada que darles a sus hijos porque un incendio destruyó su apartamento esa semana. Me di cuenta de que tal vez me estaba engañando, pero su gratitud por los regalos que le dimos fue real. Resultó que había estado diciendo la verdad, y pudimos ayudar con los muebles y la comida cuando la familia se mudó unas semanas después.

A veces, cuando escucho estas historias, experimento una impotencia compartida. Uno de esos casos fue una mañana de Nochebuena cuando los padres con niños en su camioneta me preguntaron si sabía de algún lugar donde pudieran quedarse la próxima semana hasta que su apartamento estuviera disponible el 1 de enero. Todo lo que pude ofrecer fue una sugerencia de un lugar donde pudieran comer esa noche y donde habría algunos regalos para los niños. A veces, estas interacciones no tienen elementos de alegría navideña, como la vez que me senté con un hombre que estaba llorando porque ya no era bienvenido en casa durante las fiestas debido a su adicción y comportamiento pasado. A veces, el único regalo que podemos dar es una presencia que escucha a otro ser humano.

Una historia final que compartiré involucra a un hombre que estaba tan enojado con su familia el 23 de diciembre que tomó todos sus regalos envueltos y los tiró en uno de los buzones de nuestra tienda de segunda mano. Al día siguiente, se arrepintió. Estaba cerrando la tarde de Nochebuena cuando vino y me rogó que fuera con él a buscar esos regalos. Escuchar la experiencia de conversión que tuvo la noche anterior me hizo preguntarme qué fantasmas de la Navidad pasada, presente y futura lo habían visitado. ¿Cómo podría no tratar de ayudar? Efectivamente, los regalos todavía estaban todos allí en el buzón. Después de recibir un fuerte abrazo, cargamos dos bolsas grandes de regalos envueltos en la cajuela de su auto. Era una historia digna de una película de Hallmark Channel.

Tenemos experiencias durante todo el año de interacciones especiales con las personas a las que servimos. De alguna manera, estas historias parecen un poco más mágicas en esta época del año. No olvidemos que las personas merecen que las escuchemos y les respondamos con el mismo cuidado durante todo el año.

Esta puede ser una época del año en la que nuestras muchas tareas pueden parecer abrumadoras, pero creo que la mayoría de nosotros esperamos todos nuestros esfuerzos especiales. Espero que su conferencia haya compartido la responsabilidad de sus programas, para que nadie se queme. También espero que se asegure de que su propia familia no se sienta ignorada o excluida. Incluso nuestra Regla nos recuerda que “los vicentinos están disponibles para trabajar en las Conferencias después de cumplir con sus deberes familiares y profesionales”.

Finalmente, espero que cada uno de ustedes experimente la belleza de esta temporada navideña y sea bendecido con saber que Dios está con nosotros. Gocémonos y alegrémonos.

Serviens in spe,

Ralph Middlecamp
Estados Unidos

 

 


 

Dear Vincentian Friends,

 

For Vincentians, Advent is the season of conducting toy and gift drives, assembling special food baskets, and preparing holiday meal programs.  It is also the time of donor solicitation and, no doubt, some Christmas parties. Of course, the regular requests for home visits don’t take a break.

Most of our “special” Christmas programs require our neighbors in need to sign up, or we may send them an invitation to participate. These programs require this level of organization, but I have found that some of my most meaningful experiences have been with the person who was not on the list or who arrived just when we were about to close. I know making exceptions to program rules can create problems, but I have also found that when I listened to that person’s story, it often melted my heart.

Many of those stories are the ones I still remember. When I really listen to a person asking for me to make an exception to help them, it is a tough call. Usually, I still stick to the plan, but sometimes I am reminded of Mary and Joseph finding no room left in the inn. They had a pretty compelling story, and someone at least let them use the barn for shelter. Can I be at least that flexible?

I remember a father who came to ask if we had any toys left the day after our gift program. He was not on our list, but I learned he had nothing to give his children because a fire had destroyed their apartment that week. I realized that maybe he was conning me, but his gratitude for the gifts we did supply was real. It turned out he had been telling the truth, and we were able to help with furniture and food when the family relocated a few weeks later.

Sometimes when I listen to these stories, I experience a shared helplessness. One such instance was a Christmas Eve morning when parents with kids in their van asked if I knew of somewhere they could stay for the next week until their apartment was available on January 1st. All I could offer was a suggestion for a place where they could get a meal that evening and where there would be some gifts for the children.  Sometimes, these interactions have no elements of Christmas joy -- like the time I sat with a man who was crying because he was no longer welcome home for the holidays because of his addiction and past behavior. Sometimes, the only gift we can give is a listening presence to another human being.

A final story I will share involved a man who was so angry at his family on December 23rd that he took all his wrapped gifts and dumped them into one of our thrift store drop boxes. The next day, he regretted it. I was locking up on the afternoon of Christmas Eve when he came and begged me to go with him and retrieve those presents. Listening to the conversion experience he had the night before made me wonder what ghosts of Christmas past, present and future had visited him. How could I not try to help? Sure enough, the gifts were all still there in the drop box. After getting a big hug, we loaded two large bags of wrapped gifts into the trunk of his car. It was a story worthy of a Hallmark Channel movie.

We have experiences all year long of special interactions with the people we serve. Somehow, these stories seem a little more magical at this time of the year. Let’s not forget that people deserve to have us listen to them and respond to them with the same care all year long.

This can be a time of year when our many tasks can seem overwhelming, but I think most of us do look forward to all of our special efforts. I hope your conference has shared the responsibility for your programs, so that no one person gets burned out. I also hope you make sure your own family does not feel ignored or left out. Even our Rule reminds us that “Vincentians are available for work in the Conferences after fulfilling their family and professional duties.”

Finally, I hope each of you experiences the beauty of this Christmas season and is blessed with knowing that God is with us. Let us rejoice and be glad.

 

Serviens in spe,

Ralph Middlecamp

 

Por Jesús de las Heras Muela

(Periodista y sacerdote. Deán de la catedral de Sigüenza)

 

 

 

Aunque es María en su asunción en cuerpo y alma a los cielos la advocación patronal diocesana, el culto a la Inmaculada es su rasgo mariano más fecundo

 

 

 

 

La Iglesia católica universal celebra con esplendor el 8 de diciembre la solemnidad litúrgica de la Inmaculada Concepción de María. Desde 1760, la Inmaculada es la patrona secundaria de España, tras el apóstol Santiago.

Y en nuestra diócesis de Sigüenza-Guadalajara, el culto y devoción a la Inmaculada Concepción de María es el aspecto más destacado de su historia mariana y mariológica, que, además, fue adelantado teológico y apóstol constante de esta verdad y misterio, proclamado dogma por el papa beato Pío IX el 8 de diciembre de 1854. Y, al respecto, he aquí los principales testimonios y ejemplos con epicentros, sobre todo, en Molina de Aragón, Sigüenza, Guadalajara, Horche y Pastrana.

 

 

Las Purezas de Molina

El 19 de junio de 1644, el Señorío de Molina de Aragón hizo solemne voto y juramento de “tener, defender y celebrar la Concepción sin culpa de la Virgen Madre de Dios”

 Más de un siglo antes, el Papa León X había honrado a Molina y su iglesia capitular de “Santa María la Mayor de San Gil” con el privilegio de poder celebrar en la medianoche del día 7 al 8 de diciembre de 1518 una misa en honor de la Inmaculada. Molina de Aragón conservó, aún después de perder su cabildo, este privilegio por decreto de León XIII, del año 1883, en la citada iglesia arciprestal. Hoy día esta Nochebuena anticipada es una de sus “honras”, una de sus señas de identidad, que durante tres años pude compartir.

 “La Sin pecado”, tal y como es llamada por las tierras frías y entrañables del Señorío, es muy querida allá. Un solemne novenario caldea los ánimos de los molineses hasta la llegada de la gran noche. “Las Purezas” son muestras musicales de este fervor y de esta historia tan unida con el pueblo.

Entre el 18 de febrero de 2018 y el 18 de febrero de 2019, Molina de Aragón conmemoró el quinto centenario de su privilegio inmaculista. Lo hizo con distintas iniciativas, como la exposición artística “In nocte ante festum”, la colocación de una escultura de la Inmaculada en la hornacina de la puerta principal del templo y la celebración de un novenario y fiesta jubilares, con gracia de la indulgencia plenaria, entre el 29 de noviembre y el 8 de diciembre. Y este año 2023, tras las importantísimas obras de restauración del citado templo (con una inversión de unos 900.000 euros), popularmente llamado de San Gil, la fiesta será especialmente significativa.

 

El Salto de la Hoguera en Horche

Una de las advocaciones patrias de Horche es precisamente la Inmaculada. En el siglo XVI se formó en el pueblo la Cofradía de Esclavitud de la Purísima, compuesta por 12 cofrades que representan las doce estrellas de san Juan en el libro del Apocalipsis. Esta cofradía se transformó en Hermandad de la Concepción Inmaculada de Nuestra Señora de la Soledad (esta última es la advocación mariana patronal de Horche, con fiesta el 8 de septiembre). Pedro Ibero Eraso fundó la Hermandad en 1670. Cuarenta años antes, en 1630, se consagró una capilla en honor de la Inmaculada.

Tras el rezo de Vísperas, en la tarde del día 7 y un ágape fraterno compuesto de sardinas asadas, se encienden doce hogueras que deben ser saltadas por los mozos. Ya en la mañana del día 8, el día de la fiesta, los cofrades con capa, sombrero y cirio acuden a la misa mayor, y por la tarde, nombran prioste de la cofradía para el nuevo año.

 

Los Monumentos a la Inmaculada

Tres grandes monumentos a la Inmaculada, cuales pairones de fe y amor filial, se alzan en esta tierra nuestra. Los dos primeros aluden al Año Santo Mariano de 1954, y en recuerdo al primer centenario de la proclamación del dogma de la Inmaculada por el Papa Pío IX. Son los de Sigüenza, junto a la iglesia de San Jerónimo del seminario mayor y el de Molina de Aragón, en el cerro de Santa Lucía.

 El 11 de mayo de 1968 el entonces Nuncio del Papa en España, Luigi Dadaglio, junto al obispo diocesano Laureano Castán, inauguro en la Plaza de Santa María de Guadalajara otro monumento.

 

El arte, el claustro, las fiestas

Otras cinco localidades de esta tierra reservan muestras artísticas y de vida religiosa contemplativa en honor de la Inmaculada: Sigüenza, Atienza, Pastrana, Guadalajara, Almonacid de Zorita y Budia.  Las dos primeras conservan dentro en espléndido patrimonio artístico dos espléndidas capillas bajo esta advocación mariana. Así, la más bella bóveda de la catedral de Sigüenza es la gótica de la capilla de la Concepción, en el claustro, cerrada tras la pasada guerra civil y reabierta hace una decena de años. Desde 2014, en esta capilla se muestra un óleo de El Greco sobre la anunciación y encarnación.

 La nave también catedralicia del Evangelio, en sus primeras estribaciones, guarda otro bellísimo espacio dedicado a la Virgen. Es la capilla, de combinado y florido estilo cisneriano, de la Anunciación, también llamada de la Purísima desde que, en 1905, para conmemorar las bodas de oro de esta definición de la Inmaculada, se instaló allí una bella talla murillesca de María Purísima en su Concepción, realizada por el entonces afamado escultor catalán afincado en Madrid Francisco Font i Pons.

Atienza, por su parte, en la iglesia de la Santísima Trinidad guarda también como uno de sus tesoros de primor otra capilla homónima.

 En 1559, santa Teresa de Jesús, siempre fémina inquieta y andariega, fundó en Pastrana el Carmelo Descalzo. Pero pronto las desavenencias con la Señora local, la princesa de Éboli (Ana de Mendoza de la Cerda), frustraron la realidad. En aquella iglesia teresiana, en 1575, se aposentaron monjas hijas de santa Beatriz de Silva, Concepcionistas Franciscanas, que crearon el convento de la Purísima Concepción y de San José, que ha llegado a nuestros días, como acontece con la iglesia del Carmen de Guadalajara, habitada también por monjas de la Inmaculada, congregación que hasta 1981 contó con una tercera casa de nuestra provincia, en Almonacid de Zorita, concretamente, en la iglesia de los Calatravas del siglo XVI.

En Budia, también hubo un convento, hoy en ruinas, en este caso de frailes carmelitas, dedicado a la Inmaculada Concepción.

 

Un obispo de Sigüenza, defensor en Trento del Privilegio

La historia del dogma de la Inmaculada es inequívoca muestra de las veces que el pueblo creyente se adelanta a la definición ex cátedra. Dicho queda que ésta no se produce hasta el 8 de diciembre de 1854, en los primeros compases del dificilísimo ministerio petrino de Pío IX, quien haría de la proclamación, de su significado profundo y hasta de su fecha un emblema durante todo su pontificado, que, con 32 años, ha sido el más largo de todos los tiempos.

 Tres siglos antes, el aula conciliar de Trento, estudió seriamente el tema, que, finalmente, se pospuso. Era en el primer período del Tridentino, celebrado en la capital del Alto Adige entre el 13 de diciembre de 1545 y el 2 de abril de 1547. Concretamente, en las sesiones V y VI. El tema de estudio era el “Pecado Original y la Justificación”, médula de la Reforma Protestante. Saber si la Virgen María tuvo o no pecado original surgía, pues, como consecuencia. Una de las voces más ardientes en la defensa del privilegio mariano fue la del cardenal Pedro de Pacheco, entonces obispo de Jaén y entre 1554 y 1560 obispo de Sigüenza.

 

"El obispo" de Pastrana

El obispo y fraile franciscano Pedro González de Mendoza (1569-1639), hijo de princesa de Éboli, nacido probablemente en Pastrana, es para esta noble villa alcarreña su "obispo". Allí vivió, allí fundó un colegio, y allí, en la colegiata, está enterrado. Fray Pedro González de Mendoza, descendiente del Gran Cardenal de España, del mismo nombre, se crió en la corte del Rey Felipe II e ingresó fraile menor en el convento de La Salceda, del que fue guardián. Posteriormente, fue, de modo sucesivo, obispo electo de Osma, arzobispo de Granada, arzobispo de Zaragoza y obispo de Sigüenza. Rigió la sede seguntina entre 1623 y 1639.

 Interesa también fray Pedro González de Mendoza en estos apuntes históricos sobre la tradición inmaculista de nuestra diócesis por su amplia y prolongada correspondencia epistolar con los Reyes Felipe III y Felipe IV, en defensa y en argumentación de las razones por la que se debía solicitar al Papa la definición del dogma de la Inmaculada Concepción de María, tema que inquietaba especialmente a Felipe III ante los planteamientos contrarios que le hacía llegar al respecto su confesor. Muchas de estas cartas -algunas de ellas en texto originales- se conservan en la colegiata de Pastrana.

 

Cabildo de Sigüenza y Ayuntamiento de Guadalajara

En 1644, siendo arzobispo-obispo de Sigüenza Fernando de Andrade y Sotomayor, Rey de las Españas Felipe IV y Romano Pontífice de la Iglesia Católica Urbano VIII, el cabildo de la catedral seguntina emitió un solemne voto y juramento de defensa de la Inmaculada Concepción de María.

 Este juramento es anticipo de unas súplicas por la Inmaculada Madre del redentor que la iglesia seguntina elevó a Clemente XII, Papa entre 1730 y 1740 y quien estuvo a punto de definir este dogma mariano. La primera de ellas es del entonces obispo de Sigüenza fray José García y Castro (1727-1746), franciscano, fechada el 12 de octubre de 1732. Ese mismo día la Universidad de Sigüenza, con su rector, Miguel Falcó, y los catedráticos de Teología y Derecho, Manuel Lázaro y Blas Minayo, hacen lo propio. Por fin, el 17 de octubre del mismo año el cabildo seguntino eleva una nueva súplica, firmada, primeramente, por su deán Antonio Carrillo de Mendoza, y que es todo un tratado teológico sobre la Inmaculada Concepción.

Unos días antes, el Ayuntamiento de la ciudad de Guadalajara, entonces perteneciente eclesiásticamente a la archidiócesis de Toledo, y el cabildo colegial de Medinaceli, en la provincia de Soria, y obispado de Sigüenza hasta 1955, elevaron sendas súplicas al Romano Pontífice en el mismo sentido. La de Guadalajara va fechada el 7 de octubre de 1732 y firmada en primer lugar por el conde de Medina y Contreras, y la de Medinaceli está datada el 10 de octubre del mismo año y encabeza su firma el abad de la colegiata Diego de Buenaventura.

 

 

Publicado en Nueva Alcarria el 8 diciembre de 2023

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