Por Sor María de Cortes
(Delegación de Pastoral Penitenciaria)
Un año más todos los voluntarios de los Centros Penitenciarios Madrid I – Madrid II y Madrid VII, nos encontramos en Maristas de Alcalá de Henares para seguir formándonos, no podemos quedarnos en buenas voluntades, cada día se requiere una mejor formación en los voluntariados, para que nuestras tareas sean de calidez y también de calidad.
Así iniciábamos el día el pasado sábado 18 de junio: a las 10:00 comenzamos con una reflexiva oración que nuestro amigo y compañero, Capellán de Madrid II- José Ramón (Moncho) había preparado sobre la Misericordiae Vultus. A continuación dábamos paso a la formación que nos ocupó toda la mañana; este año nos acompañó José Comerón Subdirector de Régimen del C. P. Madrid II, nos expuso de forma sencilla y clarificadora la nueva reforma del Código Penal, sus conocimientos, su cercanía y sus dotes de docente suscitaron varios interrogantes, preguntas, dudas, diversas cuestiones que hicieron que el tiempo fuese corto ante el interés que nos ocupaba.
Después compartimos la comida, momento fraterno para el diálogo más distendido, para alentarnos y fortalecernos en este quehacer delicado, donde sabemos que todos ponemos lo mejor porque la misión lo requiere.
Durante la tarde revisamos el calendario anual de encuentros, formación, preparación de fiestas, nuevas iniciativas…. También fue un momento propicio para saber todos los que vamos en el IX Congreso de Pastoral Penitenciaria, que tendrá lugar los días del 16 al 18 de Septiembre, en el Escorial (Madrid) con los siguientes objetivos:
- Sensibilizar sobre la Misericordia de Dios.
- Formar en Misericordia a quienes están llamados a servir.
- Animar a todos los agentes de la Pastoral Penitenciaria a “Ser Misericordia”.
- Testimoniar la identidad de la Pastoral Penitenciaria como Iglesia.
- Visibilizar la Misericordia, la acción pastoral de la Iglesia en el ámbito penitenciario; prevenir, hacer visibles las consecuencias del ingreso en prisión.
“Acordaos de los presos como si vosotros mismos estuviereis prisioneros con ellos”
(Heb 13, 3)