Agustín Bugeda Sanz
(vicario general)
Queridos amigos:
El próximo domingo ya es Navidad. Navidad es unos de los momentos más entrañables e íntimos de todo el año. Uno de los momentos a la vez más bulliciosos y externos del año. Ojalá sepamos combinar bien esta paradoja para vivir la auténtica Navidad.
Jesús nació en lo sencillo, en lo pequeño. Escogió la humilde esclava del Señor y el honrado trabajador de Nazaret para venir a este mundo en un pueblo pequeñísimo. Se manifestó a los pastores, a los limpios de corazón, a los que vivían en la búsqueda sincera de la verdad y en la pobreza de lo cotidiano.
En esta lógica, si Jesús vino a nosotros a través de gestos sencillos, también nosotros podemos acercarnos a Él a través de lo pequeño y casi de lo inapreciable.
De ahí que aprovechemos estos gozosos días navideños para vivir con intensidad cada gesto sencillo, cada encuentro cotidiano, cada pequeña felicitación, cada detalle… como medios e instrumentos para el encuentro con el Señor, para el encuentro con Enmanuel, Dios con nosotros.
De esta manera lo bullicioso, lo externo, los mil gestos navideños… serán cauce para entrar más adentro. La Navidad de las luces y de las calles será expresión de la Navidad del corazón y de la intimidad de la oración, y a la vez nos invitará a entrar más adentro, a vivir en lo esencial que nos trae Jesús.
Dios se hace hombre asumiendo nuestra condición humana y desde entonces el hombre es Hijo de Dios, hijo en el Hijo y el ser humano adquiere categorías de divino.
Os felicito amigos lectores la Navidad con los deseos del Papa esta mañana. Quiero que sus palabras finales e improvisadas en el Ángelus sean las que queden en nuestra mente y corazón para estos días previos a la celebración navideña: “En esta semana tratemos de encontrar algún momento para detenerlos, hacer un poco de silencio, e imaginar a la Virgen y a san José que están yendo hacia Belén: el camino, el cansancio, pero también la gloria, la conmoción, como el ansia por poder encontrar un lugar, la preocupación…, etc. En esto nos ayuda mucho el pesebre. Busquemos entrar en la verdadera Navidad, la de Jesús, para recibir la gracia de esta fiesta, que es una gracia de amor, de humildad y de ternura”.
Feliz y Santa Navidad para todos