Por Juan José Plaza
(delegado de Misiones)
(En la imagen, Jesús es el que está sentado a la izquierda, con un macuto)
El 22 de Agosto recibimos la triste noticia de la muerte de nuestro hermano Jesús Herrero, misionero laico de la OCSHA-Cristianos por el Sur, nacido en la ciudad de Guadalajara.
Ya desde adolescente mostró un gran compromiso apostólico, pues junto al sacerdote, D. Jesús Recuero, inicio la singladura de la Delegación de Juventud en nuestra diócesis de Sigüenza-Guadalajara, el año 83.
Posteriormente, impulsado por ese compromiso evangelizador, que había heredado de su padre, siente la llamada a la misión y marcha a Ecuador, donde estuvo alrededor de tres lustros.
De carácter apasionado, siempre que hablaba de las misiones transmitía a los oyentes la urgencia de que cada uno en el puesto que ocupara en la Iglesia se tomara en serio y se comprometiese con el mandato misionero del Señor: “Id al mundo entero a predicar el Evangelio”(Mac. 16,15).
Siempre que, desde la Delegación de Misiones, le invitamos a participar en algún encuentro, seminario o formación misionera…se hizo presente y participó con gran entusiasmo.
En la última reunión a la que asistió se notaba el avance de la enfermedad que padecía, aunque él nunca se quejaba, manteniéndose tranquilo y en paz.
Jesús en el Santo evangelio dice: “El que me confiese delante de los hombres, yo lo confesaré delante de mi Padre del Cielo”, Una de las pasiones de nuestro hermano precisamente era confesarle delante de todos. Estamos seguros que el Señor ha cumplido su promesa con nuestro hermano Jesús y ya está junto al Padre en el cielo.
El funeral por su eterno descanso, tuvo lugar en la Iglesia de S. Antonio de Padua el 23 de Agosto, presidido por el párroco, D. Jesús Recuero, y concelebrado por siete sacerdotes más. En ese momento tuvimos la oportunidad de expresar nuestras condolencias a su madre, a su esposa y a sus dos hijos. Uno de ellos, adolescente, nos admiró, al dar las gracias a todos los asistentes, por sus palabras de fe, esperanza y testimonio cristiano. Yo me dije: ¡“De tal palo tal astilla!”. Gracias, Señor, porque lo sembrado por Jesús Herrero promete dar buenos frutos.
¡Que en Paz descanse nuestro hermano, Jesús Herrero, misionero!