Por Juan Pablo Mañueco
(escritor y periodista)
El perdón cristiano auténtico brota
del fondo del sagrario de tu alma,
suprime el odio y el encono calma.
El prodigio obra del rencor que agota.
Bebed, humanos, siempre de esa gota
de alivio que en el almario se ensalma
en canción sanante con que se acalma
la ponzoña rival que nos azota.
Perdónate a ti mismo, si has errado.
Perdona a otros sin clamar venganza.
Perdona a Dios si crees que ha cargado
con peso henchido el paso de tu andanza
y obtén perdón de Dios que, enamorado,
hará que Dios, el amor y tú, aunados,
seáis la misma cosa. Perdonados.
Juan Pablo Mañueco (2017).
Del libro "Cantil de Cantos VIII. Los poemas místicos y religiosos"
http://aache.com/tienda/654-cantil-de-cantos-viii.html