La discapacidad auditiva
Por Odette Almeida
Delegación Pastoral del Sordo
El próximo 3 de diciembre celebramos el Día Mundial de la Discapacidad. Entre las distintas discapacidades está la discapacidad auditiva. Me gustaría hacer una pequeña reflexión acerca de ella.
En el mundo hay 278 millones de personas con déficit auditivo, de estas 59 millones padecen sordera total. El 80% de las personas sordas viven las regiones más pobres del planeta.
En la Iglesia Católica se calcula que hay 1.300.000 de personas sordas, que la mayoría de las veces encuentran dificultades para participar plenamente en la vida eclesial. Por ello, la Iglesia cada vez es más consciente que este colectivo merece una atención especial. En este colectivo su mayor dificultad es el aislamiento y hay que buscar unos cauces de comunicación de tú a tú para llegar a ellos. Lo que más necesitan es crear cauces de comunicación donde se sientan participantes, porque muchas veces se quedan al margen. Los oyentes prescindimos o no nos damos cuenta de sus dificultades de comunicación. El gran problema es que siendo la discapacidad que menos se ve, es quizás la que más afecta a la persona. Su discapacidad no llama la atención externamente, no crea ninguna compasión, que ellos no quieren, pero crea incomprensión y esto dificulta mucho la comunicación, la relación, el contacto con su entorno, porque es una discapacidad que aísla mucho más que otras.
La Pastoral del Sordo tiene como objetivo ayudar a las personas sordas a descubrir a Jesús y a cultivar su fe. Hacer llegar el Evangelio a estas personas a través de la acogida; es decir, que todo lo que podrían encontrar en una parroquia para los oyentes puedan encontrarlo adaptado a sus necesidades, tanto la preparación y celebración de los sacramentos, como un consejo o ayuda personal.