Por Jesús Montejano
(Delegación de Piedad Popular, Cofradías y Hermandades)
Nos disponemos a celebrar los días santos de la Pascua del Señor. Nuestras parroquias y comunidades van a poder contemplar, una vez más, la expresión de la religiosidad de nuestro pueblo que manifiesta la fe, de manera sencilla y sincera, en Cristo, muerto y resucitado.
Una de las características de estas expresiones de religiosidad es la belleza. Una belleza que se expresa en Aquel ante quien se vuelve el rostro, que precisamente por ello es el más bello de los hijos de los hombres. En Cristo y su misterio Pascual se encuentran la unidad, bondad, verdad y belleza a la que todo hombre aspira.
Contemplando las diversas imágenes del Señor y de la Virgen estos días podremos meditar en la belleza del amor que se expresa en el rostro de las imágenes. Precisamente en los tiempos en que vivimos en que la imagen tiene tanta importancia, contemplemos con fe y devoción el rostro del Señor que es expresión del amor más grande y gratuito.
Dispongámonos a participar estos días de la Semana Santa, con una confesión sacramental bien hecha, con unos momentos de oración profunda y serena, con nuestro trabajo para que todo esté bien preparado y limpio.
A través de la belleza del rostro del más bello de los hombres podremos acercarnos al misterio de Dios, manifestado en Cristo.
Como dice San Francisco de Asís en su cántico: ”Tú eres el santo Señor… Tú eres el fuerte… Tú eres el amor, la caridad; tú eres sabiduría, tú eres la humildad… Tú eres la belleza”