Por Jesús Montejano
(Delegación de Piedad Popular, Cofradías y Hermandades)
El presente mes de septiembre, concretamente el sábado día 22, tendrá lugar en la Villa de Pastrana, el tercer Encuentro Diocesano de Cofradías y Hermandades.
Allí estamos convocados los miembros de todas nuestras asociaciones de Piedad Popular de nuestra tierra. Allí, en torno al Señor y a su Madre y guiados por el Obispo Diocesano, dispondremos de una jornada en la que la oración, la fraternidad, la formación y la expresión de nuestra fe, serán una realidad.
Las Cofradías y Hermandades, en coordinación con esta Delegación Diocesana y las Parroquias, tenemos una hermosa oportunidad para seguir caminando juntos, reflexionando y dando a conocer lo que somos y hacemos, así como determinando nuestro futuro en la tarea evangelizadora de la Iglesia.
Estos encuentros han sido muy valorados por todos los participantes. Desde la Delegación intentamos que cada vez sean más los participantes por la riqueza de este campo de las Hermandades y Cofradías, dando a conocer el buen hacer que se lleva a cabo en su seno.
El horario determinado será el siguiente:
- 11’00: Acogida en la Plaza de la Hora y Marcha con los estandartes e insignias hacia la Colegiata.
- 11’30: En la Colegiata, Oración y palabas del Sr. Obispo.
- 12’30: Visita al Museo de Tapices de la Colegiata y Video en el Palacio Ducal. (Es necesario avisar quienes quieren hacer la visita. No incluido en la inscripción)
- 14’30: Comida fraterna en la Plaza de San Francisco (Avisar quienes se quedan a comer).
- 17’30: Eucaristía en la Colegiata, presidida por el Sr. Obispo y a continuación procesión con Nuestro Padre Jesús Nazareno hasta la Plaza de la Hora. Fin de la Jornada.
La cuota de inscripción por persona es de 10 € (con comida) La inscripción puede hacerse hasta el día 20 en el correo electrónico cofradíEsta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Esperamos que este Encuentro sea motivo de renovación de la fe personal y comunitaria, así como de toma de conciencia de nuestra tarea evangelizadora.