Por Delegación de Infancia, Juventud y Universidad
La semana pasada tuvo lugar en Valencia el Encuentro Nacional de Delegados de Juventud, organizada desde la Conferencia Episcopal Española. Al hilo de esta experiencia, comparto una idea que salió como eje transversal en las distintas ponencias y trabajos: el protagonismo de nuestros jóvenes en la Iglesia.
Precisamente hoy comienza el Sínodo por el que el Papa Francisco ha querido estudiar este tema. De hecho, durante más de un año se ha ido recogiendo materiales de mano de los jóvenes, mediante encuestas, cuestionarios online, etc. Un momento histórico que recoge una inquietud de la Iglesia: Cristo quiere encontrarse con los jóvenes. Y no precisamente por una preocupación futura, por un miedo, por un interés egoísta, sino porque igual que pasó un día Jesús al lado de Zaqueo, hoy sigue pasando al lado de ellos y les dice: ¡Hoy quiero alojarme en tu casa!
Entre las mil tareas que tenemos los sacerdotes y los laicos, debemos tomar conciencia de esta importancia: dedicar tiempo a nuestros jóvenes, acompañarles en medio de sus historias, caminar con ellos, a su ritmo, hacer una pastoral que no sea para los jóvenes, sino con los jóvenes.
Desde aquí quiero agradecer la tarea de tantas personas en este campo que no siempre es fácil, pero siempre es un reto, una oportunidad, sabiendo que Dios también nos envía a estas "otras aldeas" en las que quizá no estamos tan cómodos, porque, a veces, ni ellos mismos saben lo que quieren, pero Dios sí.
Ánimo con esta tarea y recemos especialmente por nuestros jóvenes y por el sínodo, para que el Espíritu nos muestre a todos el camino a recorrer.