Por Juan José Plaza
(Delegación de Misiones)
El papa Francisco el 3 de Junio de 2017, en el discurso que dirigió a la Asamblea de las OMP en la sala Clementina, convocó la celebración de un Mes Misionero Extraordinario en toda la Iglesia, para Octubre de 2019.
Esta celebración tiene como objetivo principal la conmemoración del centenario de la Carta Apostólica “Maximum Illud” (30 de Noviembre de 1919).
La M.I. puso los primero fundamentos de la reflexión teológica y pastoral de la actividad misionera de la Iglesia (Misionología). Había precedido en el siglo XIX una gran floración de carismas misioneros (Institutos, Congregaciones misioneras, etc.), que respondían muy fielmente al mandato misionero de Jesús: “Id por el mundo entero…” (Mac. 16,15-18), y había llegado la hora de exponer de manera sistemática y orgánica los principales criterios eclesiales para orientar la actividad misionera de la Iglesia.
El cardenal Filoni, Prefecto de la Congregación para le Evangelización de los Pueblos, en distintas cartas que ha dirigido a los ordinarios de las diócesis y otros organismos eclesiales, ha ido desgranando algunos de los fines que pretende la Iglesia, al celebrar este MME.
La finalidad espiritual, pastoral y teológica de este mes es: reconocer, vivir y convencernos de que la Misión es y debe ser cada vez más el paradigma de la vida y obra de la Iglesia y de todo cristiano. Es volver a poner la Misión ad Gentes en el centro de la vida de la Iglesia y reconocer la Misión de Jesús como el corazón e identidad de la Iglesia (Ad Gentes 2).
El Mes Misionero Extraordinario tiene que hacer crecer la conciencia de nuestra vocación misionera, que parte del Bautismo. Por eso el lema del MME es “BAUTIZADOS Y ENVIADOS”.
El papa Francisco ha indicado que el Mes Misionero Extraordinario deberá desarrollar o cuidar cuatro dimensiones:
- Un encuentro personal con Jesucristo, vivo en la Iglesia, en la Eucaristía, en la Palabra de Dios, en la oración personal y comunitaria.
- Destacar el testimonio de los santos, mártires y confesores de la fe en la Misión, que son expresión de las Iglesias repartidas por el mundo entero.
- Actualizar la formación bíblica, catequética, espiritual y teológica sobre la Misión ad Gentes.
- Ejercitar la caridad misionera, como apoyo material al trabajo de evangelización de las iglesias más necesitadas de los territorios de misión, que actualmente son 1114, situados especialmente en Asia, África, Oceanía y algunos en América.
Estas dimensiones se ha pensado que podrían ser potenciadas de manera especial en las cuatro semanas de Octubre de 2019, dando protagonismo a una de ellas en cada semana del mes.
Así mismo el papa ha expresado abiertamente que el Mes Misionero Extraordinario sea vivido con intensidad en toda la Iglesia: en las Diócesis, en las Parroquias, en los Colegios, en los Movimientos en las Congregaciones religiosas…
Cada una de estas porciones de la Iglesia debe programar este mes según sus posibilidades. No debe quedar difuminado en las celebraciones que se programen a nivel diocesano o a través de la Delegación de Misiones, que aportará orientaciones y el material que vaya saliendo, como subsidio y apoyo.
En este sentido ya enviamos una estampa con una oración para que se vaya rezando durante el año por los frutos del MME
Que todos tomemos interés por este evento a nivel de la Iglesia Universal y lo preparemos con el mayor esmero conforme a las intenciones del papa Francisco.