Por Juan Pablo Mañueco
(escritor y periodista)
Vívelo, vívelo, a Cristo.
Vívelo, que Sigüenza-
Guadalajara comienza
Sínodo: de Él me revisto
Vívelo, vívelo a Cristo.
Este Cristo sinodal
es nuestro mejor vestido
de la esperanza surgido
como amigo más cordial.
Con el sínodo, se ha unido
a Sigüenza episcopal,
el asistente esencial
Cristo: el mayor contenido.
Siendo Jesús divinal
primero que se ha reunido,
por todos será seguido
a tan excelsa señal.
Sigüenza se ha revestido
de la luz más especial,
es el fulgor sinodal
que en el Cristo se ha sumido.
Vívelo, vívelo a Cristo.
Vívelo, vívelo, a Cristo.
Vívelo, que Sigüenza-
Guadalajara es simienza:
del amor y fe provisto.
¡Vívelo, vívelo a Cristo!
Juan Pablo Mañueco