Por Ángel Moreno
(de Buenafuente)
No puedo acostumbrarme
a la brisa de mañana en Galilea,
por veces que haya hecho
del mar la travesía.
Esta vez quisiera, Señor, sellar
al alba mi alianza,
traer a mi memoria tu mirada,
aquella que prendió en mí de madrugada.
No quiero mirar hacia atrás,
ni tener como excusa mi torpeza.
Es mayor la luz que la tiniebla,
menor mi miedo que tu fuerza
Sigue arrebatando mis pisadas,
tras tus pasos decididos.
Si el ayer me trajo a esta cima,
confío en tu mano compañera
Quiero comenzar de nuevo.
Quiero abrir mi ser al horizonte,
a la luz más plena,
en el almuerzo amigo en Galilea
Que no se quede en apunte
mi templanza al alba.
Que no se quede solo en poesía
el beso en la mañana, en tu presencia.
Si Tú me has hecho llegar hasta estas canas,
surja de mí el signo de testigo,
de quien no puede ocultar la historia
de gracia abundante, remecida.
No quisiera olvidar este momento
de paz en tu presencia sobre el Lago.
No quisiera que pasara tan ligero
el instante colmado de embeleso
No quisiera terminara este abrazo
de luz transfigurada,
y que sellara mi alma para siempre
en alianza nueva.
Hoy, aquí, sobre las aguas serenas,
renuevo mi opción por ti, y para siempre.
Se Tú la razón de mi certeza
Y Tú quien amigo me sostengas.
Travesía del Lago, Julio, 2019