Por Jesús Montejano
(Delegación de Piedad Popular, Cofradías y Hermandades)
La presente cuaresma ha venido acompañada por la crisis provocada por el coronavirus, el misterioso virus que se ha expandido por el mundo en un tiempo récord.
Las autoridades sanitarias adoptan medidas que puedan proteger del contagio de los ciudadanos.
En este sentido también se ha pronunciado la Conferencia Episcopal Española y nuestro Obispo diocesano.
En la nota de la Conferencia Episcopal, en el tercer apartado se indica: Que nuestra devoción y afecto hacia las imágenes, tan propia de este tiempo de Cuaresma y en la próxima Semana Santa, puedan ser sustituidas por otras como la inclinación o la reverencia, evitando el contacto físico con ellas, y facilitando una mayor rapidez que evite aglomeraciones.
Se trata de una prueba a una devoción madura y adulta, siendo conscientes que la salud es un bien preciado que debemos cuidar para nosotros mismos y para las demás personas. Prescindir de gestos externos no indica renunciar a nuestra devoción más profunda.
En la actualización de la nota por parte del Sr. Obispo, se dice: El propio Don Atilano, así como otros representantes de nuestra Diócesis, ruegan rezar por la salud de los enfermos, esperando una pronta recuperación de los mismos. La oración, tan propia de la Cuaresma y de la Semana Santa, tendrá un objetivo claro: la salud de los contagiados, el pedir con constancia y esperanza que el Señor nos libre de todo mal de alma y cuerpo, también del coronavirus.
Desde la Delegación deseamos a todos una Cuaresma y una Semana Santa llenas de piedad sincera, devoción auténtica y compromiso cristiano.