Por Juan Pablo Mañueco
(escritor y periodista)
Padre nuestro, que estás en las tribulaciones,
ayúdanos cuando nos encontramos en ellas,
venga a nosotros el consuelo de tus huellas
y hágase tu voluntad en nuestros corazones.
El pan nuestro incluso en estas epopeyas
dánosle hoy y nunca, Jesús, nos abandones.
Igual que nosotros perdonamos, Tú nos perdones.
Sin caer en tentación, líbranos de todo mal que hay bajo las estrellas.
Las cuales, si no fuera por ciertas cosas que ocurren en la Tierra
serían enormemente bellas.
Juan Pablo Mañueco