Por Rafael García Serrano
(Conferencias de San Vicente de Paúl en Guadalajara)
Yo soy feliz porque estás tú.
Si tu felicidad es darnos
de lo mucho que tú tienes,
yo te entrego todo lo que tengo
y me parece bien lo que dispongas.
No quiero en mí rincones, cuevas, pozos
o secretas lagunas desecadas
donde pueda estancarse tu agua limpia:
donde está tu vida está la mía,
bastante es que me quieras todavía.
En mis ojos quisiera que estuviesen
los tuyos de paz en cuanto miro,
tuyas son mis verdades más secretas,
tuya es la luz que me ilumina.