Este año, por la pandemia y junto a recomendaciones de prudencia y alerta acerca los cementerios, la Santa Sede concede indulgencia plenaria durante todo noviembre
Por Jesús de las Heras Muela
(Periodista y sacerdote. Deán de la catedral de Sigüenza)
Pasado mañana, domingo 1 de noviembre, es la solemnidad litúrgica de Todos los Santos. Se trata de una fiesta que, al evocar a quienes nos han precedido en el camino de la fe y de la vida, gozan ya de la eterna bienaventuranza, son ya -por así decirlo- ciudadanos de pleno derecho del cielo, la patria común de toda la humanidad de todos los tiempos.
En el día de Todos los Santos, celebramos a todos aquellos cristianos que ya gozan de la visión de Dios, que ya están en el cielo, hayan sido o no declarados santos o beatos por la Iglesia. De ahí, su nombre: el día de Todos los Santos. Y a buen seguro, que entre legión de legiones de santos se hallan fallecidos durante estos diez meses de pandemia del coronavirus.
¿Y qué es ser santo, quién un santo, cómo se puede ser santo? Santo es aquel cristiano que, concluida su existencia terrena, está ya en la presencia de Dios, ha recibido –con palabras de San Pablo- “la corona de la gloria que no se marchita”. El santo, los santos son siempre reflejos de la gloria y de la santidad de Dios. Son modelos para la vida de los cristianos e intercesores de modo que a los santos se pide su ayuda y su intercesión. Son así dignos y merecedores de culto de veneración.
El día de Todos los Santos incluye en su celebración y contenido a los santos populares y conocidos, extraordinarios cristianos a quienes la Iglesia dedica en especial un día al año. Pero el día de Todos los Santos es, sobre todo, el día de los santos anónimos, tantos de ellos miembros de nuestras familias, lugares y comunidades.
Todos podemos y debemos ser santos
El día de Todos los Santos es igualmente una oportunidad para recordar la llamada universal a la santidad presente en todos los cristianos desde el bautismo. Es ocasión para hacer realidad en nosotros la llamada del Señor a que seamos perfectos- santos- como Dios, nuestro Padre celestial, es perfecto, es santo.
Se trata de una llamada apremiante a que todos vivamos nuestra vocación a la santidad según nuestros propios estados de vida, de consagración y de servicio, como luego veremos. Y es que la santidad no es patrimonio de algunos pocos privilegiados. Es el destino de todos, como fue, como lo ha sido para esa multitud de santos anónimos a quienes celebramos el 1 de noviembre.
La santidad cristiana consiste en vivir y cumplir los mandamientos. “El santo no es un ángel, es hombre en carne y hueso que sabe levantarse y volver a caminar. El santo no se olvida del llanto de su hermano, ni piensa que es más bueno subiéndose a un altar. Santo es el que vive su fe con alegría y lucha cada día pues vive para amar”. (Canción de Cesáreo Gabaraín).
”El santo es aquel que está tan fascinado por la belleza de Dios y por su perfecta verdad que éstas lo irán progresivamente transformando. Por esta belleza y verdad está dispuesto a renunciar a todo, también a sí mismo. Le es suficiente el amor de Dios, que experimenta y transmite en el servicio humilde y desinteresado del prójimo”. (Benedicto XVI)
Sentido de la vida y de la muerte
Por fin, el día de Todos los Santos nos habla de que la vida humana no termina con la muerte, sino que abre a la luminosa vida de eternidad con Dios. El día de Todos los Santos es la catequesis y celebración de los misterios de nuestra fe relativos al final de la vida, los llamados “novísimos”: muerte, juicio, eternidad.
Y por ello, al día siguiente a la fiesta de Todos los Santos, el 2 de noviembre, celebramos, conmemoramos a los difuntos. Es día de oración y de recuerdo hacia ellos. Es día para saber vivir la vida según el plan de Dios. Es día, como el día de hoy, en el que la piedad de nuestro pueblo fiel visita los cementerios.
Indulgencia plenaria todos los días de noviembre
Y este año, a causa de pandemia, las visitas a los cementerios han de hacerse de modo escalonado, sin celebraciones religiosas públicas en los cementerios y evitando cualquier concentración de personas u otro hipotético riesgo
Todo el mes de noviembre está dedicado especialmente a los difuntos y a las ánimas del Purgatorio. Y, al efecto, en medio de la actual emergencia sanitaria grave, la Santa Sede amplia a todo el mes de noviembre la tradicional indulgencia plenaria que se concedía el día 2 para aquellas personas que con las debidas condiciones –confesión y comunión sacramentales, oración por las intenciones del Papa y del Credo- rezan por los difuntos.
Exterior de la capilla del cementerio interparroquial de Sigüenza
Concilio Vaticano II
La constitución pastoral “Gaudium et spes” (frase latina que significa gozo y esperanza y que se conoce con las siglas GS) del Concilio Vaticano II (1965), sobre la Iglesia en el mundo actual, y que es el documento más emblemático del Vaticano II, nos dice:
“Sin embargo, ante la actual evolución del mundo, son cada día más numerosos los que se plantean o los que acometen con nueva penetración las cuestiones más fundamentales: ¿Qué es el hombre? ¿Cuál es el sentido del dolor, del mal, de la muerte, que, a pesar de tantos progresos hechos, subsisten todavía? ¿Qué valor tienen las victorias logradas a tan caro precio? ¿Qué puede dar el hombre a la sociedad? ¿Qué puede esperar de ella? ¿Qué hay después de esta vida temporal?
Cree la Iglesia que Cristo, muerto y resucitado por todos, da al hombre su luz y su fuerza por el Espíritu Santo a fin de que pueda responder a su máxima vocación y que no ha sido dado bajo el cielo a la humanidad otro nombre en el que sea necesario salvarse. Igualmente cree que la clave, el centro y el fin de toda la historia humana se halla en su Señor y Maestro. Afirma además la Iglesia que bajo la superficie de lo cambiante hay muchas cosas permanentes, que tienen su último fundamento en Cristo, quien existe ayer, hoy y para siempre” (GS, n. 10).
Papa Francisco
Ya antes y, sobre todo, tras la publicación de la exhortación apostólica, “Gaudete et exsultate” -Alegraos y regocijaos (Mt 5, 12)-, en la primavera del año 2018, plasmó con ejemplos concretos cómo vivir la vocación cristiana universal a la santidad.
1.- Los santos son personas que pertenecen totalmente a Dios. No tienen miedo a ser despreciados, incomprendidos o marginados. (7-11-2013)
2.- No nos contentemos con una vida cristiana mediocre. Caminen con decisión hacia la santidad. (7-5-2013)
3.- En la vida cristiana son esenciales: la oración, la humildad, el amor a todos. Éste es el camino hacia la santidad. (16-7-2013)
4.- Los santos no son superhombres. Son personas que tienen el Amor de Dios en su corazón y comunican esta alegría a los demás. (19-11-2013)
5.- Santidad no consiste en hacer cosas extraordinarias, sino en hacer las ordinarias con amor y con fe. (5-12-2013)
6.- Ser santos no es privilegio de unos pocos, sino una vocación para todos. (21-11-2013)
7.- La santidad exige cada día la entrega con sacrificio; por eso el matrimonio es un camino para ser santos. (9-5-2014)
8.- San José Vaz, enséñanos a crecer en santidad y a vivir el mensaje de misericordia del Evangelio. (14-1-2015)
9.- Este es el tiempo para nuevos mensajeros, más generosos, más alegres, más santos. (30-11-2015)
10.- Los santos no son superhombres, ni nacieron perfectos. Cuando conocieron el amor de Dios, le siguieron, al servicio de los demás. (5-6-2016)
11.- Un impetuoso viento de santidad recorra el Jubileo extraordinario de la Misericordia en todas las Américas. (27-8-2016)
12.-Imitemos a la Madre Teresa que ha hecho de las obras de misericordia la guía de su vida y el camino a la santidad. (3-9-2016)
13.- El Rosario es la oración que acompaña siempre mi vida; también es la oración de los sencillos y de los santos… es la oración de mi corazón. (7-10-2016)
14.- ¡Avancemos con valentía por el camino hacia la santidad! (16-10-2016)
15.- Santidad es vivir con amor y ofrecer un testimonio cristiano en las situaciones cotidianas. (19-10-2016)
16.- Los santos han descubierto el secreto de la verdadera felicidad, que reside en el fondo del alma y tiene su fuente en el amor de Dios. (1-11-2016)
17.- La Iglesia necesita santos de todos los días: los de la vida ordinaria llevada adelante con coherencia. (7-6-2017)
18.- Como los santos, mostremos la alegría y la belleza del Evangelio con el testimonio de nuestra vida. (15-10-2017)
19.- Queridos amigos, el mundo necesita santos, y todos nosotros, sin excepción, estamos llamados a la santidad. ¡No tengan miedo! (1-11-2017)
20.- Quiero hacer resonar una vez más el llamado a la santidad: «Alegraos y regocijaos» (9-4-2018)
21.- El Señor nos llama a todos a la santidad, también a ti. #Santidad (9-4-2018)
22.- ¿Eres consagrada o consagrado? Sé santo viviendo con alegría tu entrega. #SantosHoy (9-4-2018)
23.- ¿Estás casado? Sé santo amando y ocupándote de tu marido o de tu esposa, como Cristo lo hizo con la Iglesia. #GaudeteetExsultate (9-4-2018)
24.- ¿Eres un trabajador? Sé santo cumpliendo con honradez y competencia tu trabajo al servicio de los hermanos. #Santidad (9-4-2018)
25.- ¿Eres padre, madre, abuela o abuelo? Sé santo enseñando con paciencia a los niños a seguir a Jesús. #SantosHoy (9-4-2018)
26.- ¿Tienes autoridad? Sé santo luchando por el bien común y renunciando a tus intereses personales. #GaudeteetExsultate (9-4-2018)
27.- Ser pobre en el corazón, reaccionar con humilde mansedumbre, saber llorar con los demás, buscar la justicia con hambre y sed, mirar y actuar con misericordia: esto es santidad. #SantosHoy (9-4-2018)
28.- Mantener el corazón limpio de todo lo que mancha el amor, sembrar paz a nuestro alrededor, aceptar cada día el camino del Evangelio aunque nos traiga problemas, esto es santidad. #SantosHoy (10-4-2018)
29.- La palabra «feliz» o «bienaventurado» es sinónimo de «santo», porque la persona fiel a Dios alcanza, en la entrega de sí, la verdadera felicidad. #GaudeteetExsultate (11-4-2018)
30.- La santidad es el rostro más bello de la Iglesia. #SantosHoy (11-4-2018)
31.- El santo es una persona con espíritu orante, que necesita comunicarse con Dios. No hay santidad sin oración. #Santidad (12-4-2018)
32.- La santidad a la que el Señor te llama crece mediante pequeños gestos buenos en la vida cotidiana. #GaudeteetExsultate (13-4-2018)
33.- Todos estamos llamados a ser santos viviendo con amor y ofreciendo nuestro testimonio en las ocupaciones de cada día. #GaudeteetExsultate (14-4-2018)
34.- La santidad no concierne solo al espíritu, sino también a los pies que nos llevan a los hermanos y a las manos con las que les ayudamos. (29-7-2018)
35.- Hacer siempre el bien requiere esfuerzo… ¡El camino de la santidad no es para los perezosos! (17-9-2018)
36.- Jesús nos ha dado un programa simple para caminar hacia la santidad: el mandamiento del amor a Dios y al prójimo. (27-9-2018)
37.- El mundo necesita santos, y todos nosotros, sin excepción, estamos llamados a la santidad. ¡No tengamos miedo! (14-10-2018)
38.- ¡Que la compañía de los santos nos ayude a reconocer que Dios nunca nos abandona, para que podamos vivir y testimoniar la esperanza en esta tierra! (22-10-2018)
39.- Hoy celebramos la fiesta de la santidad. Reforcemos los lazos de amor y de comunión con todos los santos que ya han llegado a la presencia de Dios. (1-11-2018)
40.- Veamos a los "santos de al lado" que, con sencillez, responden al mal con el bien, tienen el valor de amar a los enemigos y orar por ellos. (3-8-2020)
Artículo publicado en 'Nueva Alcarria' el 30 de octubre de 2020