Por Juan Pablo Mañueco
(escritor y periodista)
A Miguel Delibes, mi Cervantes particular del siglo XX,
en respuesta a una duda –duda: uno de los nombres de la inteligencia- que él mismo albergaba y que deseaba
se resolviera del modo que aquí se expone.
La noche del ciprés es verde y fría,
cetrino verdemar de arboladura
que sembla sostener la noche oscura
ante la mar sin agua y ya vacía.
El arriba del mástil su figura
mece con viento negro todavía,
que añora el ayer que hubo el otro día
cuando mar navegaba con luz pura.
La noche del ciprés, melancolía
sin su sombra alargada, noche incluso
el resto último al día que quedaba.
Sólo la luna en medio del profuso
silencio solo seco, cuya aldaba
se sumerge en la noche sin el día.
Y quiera Dios respuesta preguntada
-en cada siglo el rezo más profuso-
Juan Pablo Mañueco
Premio CERVANTES-CELA-BUERO VALLEJO, 2016.
Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha
Vídeo autor: