"Contagia solidaridad para acabar con el hambre" es el lema de la campaña de 2021, en medio de la pandemia, de esta jornada nacional promovida por Manos Unidas.
Por Jesús de las Heras Muela
(Periodista y sacerdote. Deán de la catedral de Sigüenza)
La Campaña contra el Hambre fue lanzada por la FAO y tiene su origen en el Manifiesto de la Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas (UMOFC) en 1955, en el que se decía: “Sabemos, y queremos que se sepa, que existen soluciones de vida, y que si la conciencia mundial reacciona, dentro de algunas generaciones las fronteras del hambre habrán desaparecido…”. Y concluía diciendo: “Declaramos la guerra al Hambre”.
Hace 62 años, un grupo de mujeres de Acción Católica, haciéndose eco del manifiesto publicado cinco años antes por la Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas (UMOFC), plantaron la semilla de lo que hoy es Manos Unidas, ONGD (Organización no gubernamental para el desarrollo), integrada por voluntarios y perteneciente a la Iglesia católica en España.
Desde los albores de la campaña contra el hambre, se fijó el segundo domingo del mes de febrero, como fecha de la jornada y de su cuestación. Además, el viernes previo, en este caso, hoy 12 de febrero, quedó fijado como Día del Ayuno Voluntario y la semana previa como la semana de lanzamiento de la campaña, este año 2021, a causa de la pandemia, realizado de modo digital y mediático.
Derechos humanos, solidaridad, fraternidad
Manos Unidas prolonga durante todo el año su campaña, que este año concluye su trienio de programación centrado en los derechos humanos como base de la dignidad de las personas, especialmente de las más pobres y vulnerables. Los derechos humanos conllevan siempre aparejados unos deberes, que se resumen en el Bien Común, el bien de todos, para lo cual es precisa la solidaridad.
La solidaridad y la fraternidad, como apuntó, el pasado lunes 8 de febrero el Papa Francisco en su mensaje en Twitter, en el que se refería, además a la pandemia, telón de fondo también de esta campaña contra el hambre de Manos Unidas para 2021. Esta fue la frase del Papa en la citada red social: “La #fraternidad es el verdadero remedio a la pandemia y a muchos males que nos han golpeado. Fraternidad y esperanza son como medicinas que hoy el mundo necesita, junto con las vacunas”.
Y es que la campaña contra el hambre 2021 encuentra en la figura del Papa y en su reciente encíclica sobre la fraternidad y la amistad humana y social “Fratelli tutti” (Todos somos hermanos) una preciosa e inexcusable referencia.
Algunos datos recientes de Manos Unidas
En 2019, última campaña de Manos Unidas plenamente cerrada y auditada, la institución recaudó en toda España 43.237.328 euros, de los cuales algo más de 36 millones se destinaron directamente a proyectos desarrollos (540 en concreto) en 57 países. Ello supone que el 83,9 % de los ingresos de Manos Unidas revierten en los llamados países del Sur. El gasto de administración y de estructuras de la organización es de tan solo el 8%; el 4,3%, en campañas de sensibilización; y el 2,8%, en captación de recursos.
Con estos recursos, Manos Unidas ayudó y apoyó a más de un millón de personas en los citados países en vías de desarrollo o en directamente subdesarrollados todavía. Normalmente, cerca del 89 % de los fondos de esta ONG católica proceden del sector privado y tan solo el 11% del sector público. Así, en 2019, el 44,3 % de los ingresos de recaudación procedieron de sus socios (unos 73.000) y donantes; el 20%, de parroquias y entidades religiosas católicas; el 12%, de herencias y legados; el 11,3%, de otras fuentes privados; el 7,3% de administraciones públicas de ámbito y autonómico; y el 4,4%, del AECID (Agencia Española de Cooperación Internacional al desarrollo.
Las prioridades de su trabajo son educación, agua y sostenimiento, alimentación y medios de vida, derechos de las mujeres y equidad, derechos humanos y sociedad civil y medio ambiente y cambio climático.
Desglose de los 36 millones de euros distribuidos por Manos Unidas
Desglosando las ayudas de Manos Unidas en 2019, esta ONGD católica distribuyó los ya citados 36.132.624,06 euros en 540 proyectos en 57 países. África, con 31 países, es el primer destinario de Manos Unidas, adonde fueron a parar 278 proyectos, por un importe total de 15.879.699,41 euros. Quince países de América Latina recibieron 11.600.898,27 euros, en 135 proyectos. Y a Asia se destinaron 8.652.029,38 euros, en 11 países y 127 proyectos. Los porcentajes son África, 51%; América Latina, 25%; y Asia, 24%.
Por sectores, el número mayor de proyectos fueron en educación: 172, 32% del total. Alimentación y medios de vida fue el segundo: 103 proyectos, el 19%. Derechos de la mujer y equidad contó con 69 proyectos, que supone 13%; un punto menos en el mismo porcentaje que los programas de derechos humanos y sociedad civil, con 69 proyectos. Programas directamente relacionados con la salud fueron 73, otro 13%. Agua y saneamientos, el 7% y 36 proyectos. Y, por último, el 4% restante en medio ambiente y cambio climático, con 22 proyectos.
Mujeres al frente de Manos Unidas
Desde hace cuatro años y medio, la presidenta nacional de Manos Unidas es la madrileña Clara Pardo Gil, de 59 años, licenciada en Derecho y en Ciencias Económicas y Empresariales. Está casada y es madre de dos hijos. Pertenece a Manos Unidas, donde entró como voluntaria, en 2002, prestando servicios en Sierra Leona. Habla cuatro idiomas: alemán, francés, castellano e inglés.
Manos Unidas en la diócesis de Sigüenza-Guadalajara tiene como presidenta-delegada, desde hace cinco años y medio, a Elena Garvia Benavente. La sede de Manos Unidas en la diócesis se halla en Casa Nazaret, el centro de acción social de la diócesis, de la calle Venezuela. Desde octubre, el sacerdote Santiago Santaolla Martínez es el consiliario diocesano. Sucedió a Ángel Luis Toledano Ibarra, tras dos décadas en este servicio Ambos son párrocos en Guadalajara.
Recaudación en Sigüenza-Guadalajara
La cuestación de la campaña contra el hambre es en nuestra diócesis la que mayor cifra alcanza de recaudación entre las once colectas imperadas de cada año. Con todo, en 2020, los ingresos de Manos Unidas en la diócesis, todos ellos de procedencia privada y todos ellos al servicio de su misión de solidaridad, ascendieron a 203.133,32 euros, cincuenta mil menos que en 2019. Y eso que la campaña de Manos Unidas en 2020 no fue todavía en tiempo de pandemia. Nuestras parroquias aportaron 52.185.35 euros, mil euros menos que en 2019.
Los gastos de Manos Unidas en la diócesis en 2020 ascendieron a 7.331,80 euros, el 3,6% en relación con los ingresos. En 2019, los gastos de Manos Unidas en la diócesis fueron de 9.184,88 euros, un 4.77% en relación con los ingresos.
En 2021, en pandemia, la Campaña contra el Hambre es aún más necesaria
Y, en efecto, la 62 Campaña contra el hambre de Manos Unidas llega en medio de la pandemia del coronavirus. ¿Qué hacemos? ¿Nos cruzamos de brazos y al año que viene Dios dirá…? Nada de cruzarse manos y de cerrar bolsillos y corazones. MÁS MANOS MÁS Y MÁS UNIDAS QUE NUNCA, precisamente porque estamos en pandemia y la pandemia se está cebando sobre todo en América Latina y en Asia, y también en África, tierras por excelencia del extraordinario servicio de Manos Unidas, la Campaña contra el Hambre 2021 es todavía más necesaria.
¿Cómo colaborar? Se trata de ejercitar la imaginación de la caridad. Así, junto al tradicional donativo en los sobres, hay cuentas bancarias (en Sigüenza-Guadalajara, en IberCaja ES62 2085 7605 9103 0026 0004 y/o en La Caixa ES52 2100 8756 1822 0034 0706); hay un número de teléfono específico; 900 811 888; la página web www.manosunidas.org; y el servicio de bizum en la app del banco del donante en el número 33439; además de donativos mediante tarjetas bancarias electrónicas. Que el COVID 19 no frene nuestra generosidad, compromiso y solidaridad. Solo contagiando solidaridad acabaremos con el hambre, una pandemia que afecta de modo severísimo a no menos de 832 millones de personas en todo el mundo.
Y como ejemplo, he aquí lo que cada uno puede lograr con su donativo: con 30 euros se facilitan 65 kilos de maíz para cultivos familiares en Etiopía; con 70 euros se garantizan el acceso a la educación a más de 20 niñas en India; con 100 euros se dotan a centros sanitarios de 10 lotes de material quirúrgico para cesáreas. Y los donativos a Manos Unidas desgravan en la declaración de la renta.
Manifiesto de la Campaña contra el Hambre 2021
El manifestó de la Campaña contra el Hambre que Manos Unidas realiza este año y que es leído, por distintos medios y soportes, en la tarde de este viernes 12 de febrero, Día del Ayuno Voluntariado en toda España, se divide en estos tres apartados:
DENUNCIAMOS: (1) Que las cifras del hambre y la pobreza han empeorado a causa de la actual pandemia, y que las comunidades más vulnerables no tendrán asegurado el acceso a las vacunas para enfrentarla.
(2) Que la crisis sanitaria del coronavirus ha encontrado a la humanidad ya inmersa en una alarmante crisis medioambiental, vinculada especialmente tanto con el cambio climático como con el uso abusivo de los recursos naturales, y que incide especialmente en las comunidades más vulnerables del Sur.
(3) Que los grandes principios, como el bien común, el respeto a los demás, la justicia o la solidaridad quedan relegados y, con ellos, las víctimas de la pobreza, la crisis medioambiental y las pandemias globales.
DEMANDAMOS: (1) Programas globales que permitan garantizar a toda persona sus derechos básicos más elementales, como la propia vida, la alimentación, la salud, el agua y el saneamiento, la vivienda o la educación.
(2) Un compromiso firme de los poderes políticos, económicos y sociales en no buscar la superación de la crisis económica causada por el coronavirus mediante la vuelta al uso intensivo de combustibles fósiles, la sobreexplotación de los recursos no renovables o la deforestación.
(3) Una revalorización de la economía de cuidados -todavía ejercida sobre todo por mujeres- para seguir defendiendo la sostenibilidad de la vida humana y del planeta.
(4) La construcción de unos sistemas políticos y económicos coherentes con la dignidad humana, fundamentados en el bien común, la defensa de los derechos humanos y el cuidado de la casa común, que exige la participación de una ciudadanía cohesionada y capacitada en sus derechos.
(5) Una educación que genere una cultura de la solidaridad, una civilización de amor, comprometida en la lucha contra la pobreza y la exclusión, desde la promoción de las condiciones de vida digna que marca el bien común.
QUEREMOS: (1) Manifestar nuestra convicción de que la principal aportación de Manos Unidas es acompañara las comunidades más empobrecidas y vulnerables en su lucha por diseñar e implementar su bien común, como marco para vivir los derechos de la dignidad humana, siendo agentes de su propio desarrollo.
(2) Expresar nuestra convicción de que la mejor vacuna contra el coronavirus es el respeto de todos, hombres y mujeres, y de sus territorios, donde sueñan con seguir con sus estilos de vida, espiritualidad y cultura.
(3) Proclamar que la solidaridad es una exigencia de nuestra dignidad humana compartida, que implica que cada ser humano, según sus circunstancias, sea responsable de todos los demás, asumiendo las causas del otro como causas propias.
(4) Compartir los aprendizajes que nos transmiten nuestros socios locales y las comunidades a las que representan, en su lucha por lograr un desarrollo sostenible.
(5) Comprometernos a cambiar nuestros estilos de vida para hacerlos más solidarios y más responsables con el bien común y con el cuidado de nuestro planeta.
Artículo publicado en 'Nueva Alcarria' el 12 de febrero de 2021