Por Alfonso Olmos
(director de la Oficina de Información)
Me encanta esa canción de Los Secretos que comienza con las palabras con las que titulo este comentario pascual: “He muerto y he resucitado”. La melodía es pegadiza y la letra, de tanto oírla y cantarla, al menos los que son de mi generación la conoce de memoria. Como muchas canciones de grupos de pop rock la letra habla de amores, de recuerdos vividos, de ilusiones truncadas, pero también de esperanza. La canción de la que hablo, A tu lado, fue compuesta en un momento difícil e incierto para el grupo, tras el fallecimiento de uno de los componentes del mismo.
Me ha venido a la cabeza este título y esta letra porque me parecen muy de Pascua de Resurrección. Acabamos de celebrar la Semana Santa y el Triduo Pascual. Hemos considerado los misterios de la pasión del Señor y su muerte. Con la celebración de la Pascua comienza algo nuevo. Estamos llamados a ser diferentes y, renovados interiormente, dar frutos de vida a nuestro alrededor. La Pascua, además, viene a disipar las sombras de la tristeza y de las penas en nuestra propia existencia. Siempre buscando a Jesús, con el deseo de estar a su lado: soñar con otra vida a su lado.
Al volver la mirada al Viernes Santo, al ver al crucificado, me doy cuenta de que en el Calvario no se terminó todo, de que ya no persigo sueños rotos, sino que sigo a un hombre vivo, Jesucristo resucitado, que se nos presenta a diario con el saludo pascual: “Paz a vosotros”. Esa paz hay que compartirla, hacerla experiencia vital y contagiarla a todos con el deseo de ayudar y con el convencimiento de que, eso mismo, nos ayuda a nosotros y nos hace crecer. Es un mensaje de esperanza también para este tiempo de pandemia, que tanta tristeza está causando a la humanidad.