Por Juan Pablo Mañueco
(escritor y periodista)
Creí, más fue infundada mi creencia.
Pensé, pero fue errado el pensamiento.
Sentí, más fue confuso el sentimiento.
Juzgué, pero fue incierta mi conciencia.
Razoné, mas vagué en mi pensamiento.
Convine, y descarrié mi conveniencia.
entendí y se engañó mi inteligencia.
cavilé hasta perder casi el aliento.
Creí en dogmas de encubierto misterio.
Pensé en velos de secreto criterio.
Sentí el sentimiento igual falseaba,
juzgué inviable aquello que pensaba.
Razoné, convine al fin: Jesucristo.
Cavilé y entendí: eras la luz, Cristo.
Juan Pablo Mañueco
Premio CERVANTES-CELA-BUERO VALLEJO, 2016.
Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha
Nota: El concepto de estrofa "castellana", en la que está escrito el poema, puede teclearse en un buscador de internet y se encontrará la descripción de la misma.
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