Al hilo de la entrevista realizada por Carlos Herrera en la Cadena COPE, en la que el Santo Padre respondió a un amplio cuestionario de numerosos temas
Por Jesús de las Heras Muela
(Periodista y sacerdote. Deán de la catedral de Sigüenza)
El Papa Francisco inicia el nuevo curso muy bien recuperado de la operación de colon, a causa de una diverticulitis, realizada el pasado 4 de julio. Así, su agenda viajera le lleva ya un nuevo viaje del 12 al 15 de septiembre con destino a Budapest, en donde clausurará este domingo el LII Congreso Eucarístico Internacional, que desarrolla la semana previa en la capital previa bajo el lema «Todas mis fuentes están en ti»; y que le llevará después a Eslovenia.
Asimismo, el Santo Padre tiene previsto voluntad de viajar el 1 de noviembre a la apertura en Glasgow (Escocia/Reino Unido) de una cumbre mundial organiza por Naciones Unidas sobre el clima; y en la tercera semana de noviembre, su intención es visitar Grecia, Chipre y Malta.
Los próximos viajes papales fueron uno de los numerosos argumentos de la entrevista en exclusiva concedida a Carlos Herrera para la Cadena COPE, y cuyos principales contenidos espigamos ahora en este artículo.
Operación y recuperación
Refiriéndose a la operación quirúrgica del pasado 4 de julio para extirpar parte de su intestino grueso afectado por diverticulitis, el Papa confesó que un enfermero «¡me salvó la vida! Me dijo: “Usted tiene que operarse”. Había otras opiniones: “No, que con antibiótico…”, y él me explicó muy bien. Es un enfermero de acá, del servicio sanitario nuestro, del hospital del Vaticano. Es la segunda vez en la vida que un enfermero me salva la vida», pues ya le sucedió en 1957 durante una grave infección de los pulmones.
Francisco aseguró que «ahora puedo comer de todo, cosa que antes con los divertículos no podía. Todavía tengo las medicinas posoperatorias, porque el cerebro tiene que registrar que tiene 33 centímetros menos de intestino. Pero llevo vida normal, llevo una vida totalmente normal».
El Papa bromeó acerca de los rumores sobre su inminente renuncia por enfermedad pues «incluso me dijeron que la semana pasada estuvo de moda eso. Eva Fernández (corresponsal de COPE en el Vaticano, quien consiguió la entrevista) me dijo eso, incluso con una expresión argentina muy linda». Con excelente humor, Francisco añade: «Siempre que un Papa está enfermo corre brisa o huracán de cónclave». Asimismo, afirmó que ni le ha pasado por cabeza, en ningún momento, la idea de dimitir. Y reconoció que es imposible frenar los bulos y las malas interpretaciones deliberadas, pues «una palabra puede ser interpretada de un lado o de otro… Yo no sé de dónde han sacado la semana pasada que yo iba a presentar mi renuncia… Y dicen que fue un revuelo, cuando a mí ni se me pasó por la cabeza. Delante de interpretaciones que nacen un poco distorsionadas de alguna palabra mía yo me callo, porque aclarar es peor».
Y en relación con cuestiones personales, Francisco se mostró tranquilo y afirmó que no se cree «el Papa Superman». Y a la pregunta «¿cómo le gustaría que le recordaran?», respondió: «Como lo que soy, un pecador que trata de hacer el bien». Y acabó, como es habitual en él pidiendo oraciones «para que el Señor me siga protegiendo y cuidando, porque si me deja solo soy un desastre».
La situación en Cataluña
En su larga entrevista con el programa 'Herrera en COPE', emitida, durante hora y veinte minutos, el miércoles 1 de septiembre, el Papa Francisco respondió a una pregunta sobre el referéndum catalán y las tensiones independentistas invitando a los españoles a «llevar adelante la historia como hermanos y no como enemigos», cuidando «huir de las ideologías, que son las que impiden cualquier proceso de reconciliación. Las ideologías destruyen».
Dejando claro que «son ustedes los españoles los que tienen que juzgar», Francisco añadió: «Yo no sé si España está totalmente reconciliada con su propia historia, sobre todo la historia del siglo pasado. Y, si no lo está, creo que tiene que hacer un paso de reconciliación con la propia historia, lo cual no quiere decir claudicar de las posturas propias, sino entrar en un proceso de diálogo y de reconciliación».
El Papa destacó también que «la unidad nacional es una expresión fascinante, pero nunca se valorará sin la reconciliación básica de los pueblos», por lo que «cualquier gobierno, sea del signo que sea, tiene que hacerse cargo de la reconciliación y ver cómo llevan adelante la historia como hermanos y no como enemigos».
Visita a Santiago de Compostela
En el diálogo con Carlos Herrera, el Papa deja claro que no descarta viajar a Santiago de Compostela en el verano de 2022 para dirigir un llamamiento a Europa. Sería una mañana y se da por supuesto que sería el domingo 7 de agosto para la clausura de la Peregrinación Europea de Jóvenes organizada en la prolongación del Año Jubilar Compostelano 2021-2022.
En este sentido, Francisco reveló que en el encuentro del pasado mes de junio «al presidente de la Xunta de Galicia le prometí pensar el asunto. Para mí la unidad de Europa en este momento es un desafío. O Europa continúa perfeccionando y mejorando en la Unión Europea, o se desintegra».
Francisco reiteró que su plan consiste en seguir dando prioridad a visitar los países pequeños de Europa, de modo que esta visita no sería un viaje a España. Por eso, «fui a Estrasburgo, pero no fui a Francia. A Estrasburgo fui por la Unión Europea. Y si voy a Santiago, voy a Santiago, pero no a España, que quede claro».
Sobre la eutanasia y el aborto
El Papa inscribió la legalización de la eutanasia en España en el marco de una lamentable «cultura del descarte (desecho). Lo que no sirve se descarta. Los viejos son material descartable: molestan. No todos, pero en el inconsciente colectivo de la cultura del descarte, los viejos, los enfermos más terminales… los chicos no queridos, también».
Consideró paradójico que esto suceda en un contexto de rápido envejecimiento pues «en Italia la edad media es de 47 años. En España creo que es mayor. O sea, la pirámide se ha invertido. Es el 'invierno demográfico' en los nacimientos».
Respecto al aborto deja claro que «a mí no me gusta entrar en discusiones» pues «es una vida, una vida humana. Algunos dicen: ‘No es persona’. ¡Es una vida humana! Ante de una vida humana yo me hago dos preguntas: ¿Es lícito eliminar una vida humana para resolver un problema? ¿Es justo alquilar un sicario para resolver un problema?».
Proceso judicial en el Vaticano
Tampoco eludió, en su propio terreno, el proceso al cardenal Angelo Becciu y a los funcionarios del Vaticano enjuiciados por apropiación indebida de decenas de millones de euros de fondos reservados, invertidos temerariamente en un inmueble de lujo londinense.
Recuerda que «todo empezó con dos denuncias de personas que trabajan en el Vaticano y que, en sus funciones, vieron una irregularidad. Hicieron una denuncia y me preguntaron qué hacer. Yo les dije que si quieren ir adelante tienen que presentarlo al fiscal».
Francisco espera que «estos pasos que estamos dando en la justicia vaticana ayuden a que cada vez sucedan menos estos hechos. Sí, usted usó la palabra corrupción. Y en este caso, obviamente, al menos a primera vista, parece que la hay».
En todo caso, respeta la presunción de inocencia del cardenal Becciu y desea «de todo corazón que sea inocente». Ahora bien, «es la justicia la que va a decidir». La primera sesión de este juicio fue el pasado 27 de julio.
La crisis en Afganistán
La crisis en Afganistán fue también abordada en la entrevista. Sin querer dar detalles de las evacuaciones y las gestiones que está realizando allí la Santa Sede, el Papa Francisco ha elogiado el papel diplomático que está desempeñando en este conflicto la Secretaría de Estado del Vaticano, encabezada por el cardenal Pietro Parolin: «Estoy seguro de que está ayudando o, al menos, ofreciéndose»; «realmente el cardenal Parolin es el mejor diplomático que yo he conocido».
No obstante, considera que se trata de una situación difícil, para la que pide una forma de oración especial: «Yo voy a tratar de invocar lo que pide siempre la Iglesia en los momentos de mayor dificultad y de crisis: oración, penitencia y ayuno, que es lo que en los momentos de crisis se pide».
A juicio del Santo Padre, el hecho de que Occidente ponga fin a veinte años de ocupación del territorio es «lícito», aunque «el eco que tiene en mí es otra cosa». Respecto al concepto «dejar a su suerte» a la población afgana, el Papa matiza que el quid de la cuestión es «el modo de cómo renunciar, el modo en cómo se negocia una salida. Por lo que se ve, aquí no se tuvieron en cuenta -parece, no quiero juzgar-, todas las eventualidades. No sé si habrá una revisión o no, pero ciertamente hubo mucho engaño de parte quizás de las nuevas autoridades. Digo engaño o mucha ingenuidad, no entiendo. Pero yo aquí vería el modo», explicó.
Artículo publicado en 'Nueva Alcarria' el 10 de septiembre de 2021