Por Ángel Moreno
(de Buenafuente)
Cuando se oculta la luz
y los pies andan a tientas,
la profecía es anuncio
de que la verdad suceda.
Cuando se impone el cansancio
y es muy larga la contienda,
solo la fe da paciencia
a que aparezca la estrella.
Quien confía tiene fuerzas
de horadar la inmensa piedra,
que impide a los ojos ver
la verdad de la promesa.
Al raso y en plena noche
el lucero se averigua
y se convierte en presente
la bendición más antigua.
Era verdad la sentencia
de ganar los que confían,
del alba tras las tinieblas,
de la paz tras la tormenta.
Confieso la tentación
de haber perdido la senda.
Y de pronto brota dentro
la percepción más certera.
Fue recia la oscuridad.
Muy fuerte fue la sospecha.
Pero ha ganado creer
que no es vana la inclemencia.
Y la estrella apareció,
confirmando la esperanza.
El secreto está en la fe,
credencial de la Alianza.