Por Ángel Moreno
(de Buenafuente)
¿Cómo transmitir luz en la mirada,
si el reflejo está oscuro?
¿Cómo ser testigo del azul del cielo,
si la nube cubre el firmamento?
Mas, los ojos intuyen transparencias.
Al sol no le pueden los fantasmas,
ni el drama, a la vida honesta,
aunque esté velado el horizonte
Abrirse a luz en día claro
es provecho menesteroso en el invierno.
Mantener la luz siempre encendida
es regalo interior, más allá de los brazos.
No te ofendas, si te afirmo que es posible
el amor en el combate y en la contienda,
la luz en la noche, aunque no haya estrellas,
y el abrazo en la guerra.
Son mundos distintos, diferentes.
De noche lucen las centellas,
en medio de la prueba, la belleza,
escondida en la ofrenda secreta.
Aunque no lo veas, aunque no lo sientas,
es verdad la luz, más allá de la niebla.
El que lo hizo todo, se hizo nube de día,
Y columna de fuego en las tinieblas.