Por Jesús Recuero
(Delegación Pastoral del Sordo)
Mi interés y preocupación por este sector pastoral arranca, cuando Odete, misionera de los Servidores del Evangelio de la Misericordia, se presenta en la parroquia y me sugiere si como Delegado de Apostolado Seglar en aquellas fechas, me parece bien iniciar un trabajo Pastoral con sordos. Llevábamos un año iniciando con los invidentes (CECO) y dije inmediatamente y sin pensarlo dos veces que sí, aunque no conocía nada sino por referencias. A partir de aquí comienzo a interesarme. me entero que lleva muchos años presente en Madrid y Barcelona. Que hay un Departamento en la Conferencia Episcopal, etc, y se comienza la andadura en esta parroquia. La responsabilidad y animación del grupo lo lleva Odete. Las reuniones son todos los miércoles a las 18h. Los primeros domingos de cada mes se celebra la Eucaristía adaptada con proyecciones y traducciones al lenguaje sígnico.
Mi inmersión más impactante tiene lugar en Barcelona cuando participo en las Jornadas Nacionales durante cinco días, en el mes de Julio de 2014. Compruebo el amplio rodaje que se lleva en este campo y en distintas diócesis. Los hermosos pasos dados ya y asumidos en una clara integración eclesial, en muchas diócesis. Mi presencia, algunas veces muy desconcertado y sorprendido, me acerca a ese "mundo del silencio" poblado de ilusión, creatividad, interés apasionado por Jesús, el evangelio, la Iglesia, en un clima desbordante, buen humor y comunidad fraterna.
De vuelta a casa, vengo junto con Odete dispuesto echar una mano y lo que fuere preciso para dar continuidad y crecimiento a lo que viene haciendo. si es mucho o poco, si merece la pena o no, no es al caso, al menos a mí. Baste tan sólo este fragmento de una madre, cuyo hijo pudo hacer la primera comunión y participar en la Eucaristía con una mayor comprensión:
"Encontramos al párroco de la iglesia de San Antonio de Guadalajara y a Odete, la catequista: que no tengo palabras de agradecimiento suficiente por haber realizado este milagro. Gracias a ellos se metieron en tu mundo y te transmitieron la Palabra de Dios y que Jesús era tu amigo especial (como tú eres especial). Ellos lo hicieron con amor, te enseñaron a orar con las manos. Fueron momentos difíciles pero ¿cuando las cosas de Dios han sido fáciles? Cada reto nos ha hecho mejores personas más conscientes, nos ha enseñado a valorar mucho más este apostolado. Cada sesión de catequesis y cada misa era un hermoso aprendizaje. Muchas veces me preguntaba de dónde sacaban Don Jesús y Odete las fuerzas para continuar... Después me di cuenta de ello... de Cristo."
Estas palabras tan sinceras me siguen alentando a caminar en el empeño. ¡¡¡Gracias, con vosotros es más fácil caminar!!!