Rafael C. García Serrano
(Conferencias de San Vicente de Paúl de Guadalajara)
¡Resucitó!
Y ese es el destino al que nos lleva,
el que le trajo a hacerse Hombre:
¡cuanta entrega, cuanto amor,
con su corona de espinas,
con su cruz y su dolor!
Solo Él puede explicarlo
porque no alcanza a la razón
ese inmenso sacrificio
escrito con letras de sangre
y palabras de perdón.
¡Que absoluta, que inmensa entrega de amor
la que a sí mismo se impuso
por los hombres a los que dio su vida
por ganar su salvación!