Rafael C. García Serrano
(Conferencias de San Vicente de Paúl de Guadalajara)
He saltado al otro lado del muro edificado
con las piedras de tiempo sucedido.
Ahora aquel mar no me rompe con sus olas,
no me ciega la arena de sus vientos;
en el piano que insiste en mi cabeza
con su trémolo de desvelos inquietantes
descarrilan trenes sin vagón ni pasajeros,
se deshacen nubes que no dejaron lluvia;
ya no quiero honduras que explorar,
se han calmado las hordas que acosaban
en una incruenta batalla de gigantes
ahora desarmados, sin labios, sin cabeza.
Tengo abierta mi vida hacia otro siempre,
voy a recoger otro trigo germinado y hacer de él
un pan nuevo para un hambre nueva
y entregarlos al altar de un nuevo tiempo.