Por Jesús Montejano
(Delegación de Piedad Popular, Cofrafías y Hermandandes)
La fe siempre ha estado siempre vinculada al arte. En las múltiples formas artísticas se ha expresado los misterios de la fe cristiana. La pintura, la escultura, la arquitectura, la orfebrería, los bordados, la música,…. han servido para expresar el contenido de la fe, sirviéndose de estas expresiones del ingenio humano. En este sentido la Iglesia siempre ha sido una gran mecenas de la artes.
En museos, iglesias y catedrales y santuarios se encuentran bellos exponentes de la piedad popular llevada a una dimensión artística.
La misma piedad del pueblo ha contribuido a enriquecer este rico patrimonio.
La Iglesia siempre ha defendido el empleo litúrgico de las imágenes de Cristo, de la Virgen y de los Santos, siendo consciente que “los honores tributados a las imágenes se dirige a las personas representadas”, por lo que se pide que respondan con rigor a la verdad de la fe, a su jerarquía, a belleza y calidad.
Son numerosas las exposiciones que tienen lugar en los templos se ha convertido en un medio evangelizador de primer orden. Se muestra la fe por la vía de la belleza, un idioma reconocible por todos. De ahí el cuidado de los responsables para que este rico patrimonio sea custodiado, conservado, restaurado y expuesto.
En este sentido las exposiciones Las Edades del Hombre, que comenzaron en Castilla y León en 1988, tienen una gran importancia.
Por ello, esta Delegación ha organizado para miembros de cofradías y hermandades, abierto al público en general, una excursión los días 22 y 23 de octubre. Se visitarán además de la ciudad de Plasencia, en donde tiene lugar la muestra este año, las de Cáceres y Trujillo.