Rafael C. García Serrano
(Conferencias de San Vicente de Paúl de Guadalajara)
Dejaré que mi fuerza se haga entrega
con esta luz que regala la mañana.
Dejaré evaporarse todas mis angustias
por este cielo que amanece cada día
para llenar de su verdad mi vida.
Dejaré que entre hasta mi alma
la palabra sin sombras que ahora escucho,
que se ahoguen en mis arterias los rigores
de un vivir cansado de egoísmo
y renazca en una prometedora nueva infancia.
Una infancia que busca su acogida
en aquella casa segura y protectora
que es la Iglesia que Jesús nos dio a los hombres.