"Ascesis cuaresmal, itinerario sinodal" es el lema propuesto en 2023 por el Papa Francisco, en pleno proceso y camino sinodal en toda la Iglesia universal
Por Jesús de las Heras Muela
(Periodista y sacerdote. Deán de la catedral de Sigüenza)
El próximo, día 22 de febrero, será Miércoles de Ceniza, día del comienzo de la Cuaresma, que se prolongará hasta la tarde del Jueves Santo, 6 de abril (la Semana Santa de 2023 será del 2 al 9 de abril).
Así, pues, durante cuarenta días –imagen de los cuarenta días de Jesucristo en el desierto antes de comenzar su predicación y misión y los cuarenta años del pueblo de Israel en el desierto hasta llegar a la tierra prometida-, los cristianos nos encontraremos en el tiempo litúrgico de la Cuaresma, un bien hermoso y caracterizado tiempo de preparación a los misterios centrales del cristianismo: la pasión, muerte y resurrección redentoras de Jesucristo.
El ciclo cuaresmal tiene seis domingos, incluido el Domingo de Ramos, pórtico solemne de la Semana Santa. La espiritualidad de estas semanas mira a preparar la vivencia de la Pascua de Resurrección con mayor intensidad religiosa en las celebraciones litúrgicas y en prácticas como la oración, los retiros, la limosna, el ayuno y la penitencia. El ambiente cuaresmal se aprecia también en las celebraciones: los ornamentos son de color morado, se suprime el Gloria y el Aleluya y el templo aparece más sobrio. Todo ello hasta el Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor, que será el 9 de abril.
El Papa Francisco ha escrito, como vienen haciendo los papas desde 1997, un mensaje para la Cuaresma. “Ascesis cuaresmal, itinerario sinodal” es su lema, en pleno proceso y camino sinodal en toda la Iglesia. La próxima este mensaje cuaresmal de Francisco será el tema de la página de Religión de NUEVA ALCARRIA.
Lo que es la Cuaresma
El “Directorio sobre la Piedad Popular y la Liturgia”, publicado por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, en 2002, con la aprobación del Papa Juan Pablo II, explica en este decálogo lo que es la Cuaresma.
1.- PREPARACIÓN A LA PASCUA: La Cuaresma es el tiempo que precede y dispone a la celebración de la Pascua.
2.- LAS DIMENSIONES Y ÁMBITOS DE LA CUARESMA: La Cuaresma es tiempo de escucha de la Palabra de Dios y de conversión, de preparación y de memoria del Bautismo, de reconciliación con Dios y con los hermanos, de recurso más frecuente a las "armas de la penitencia cristiana": la oración, el ayuno y la limosna (cfr. Mateo 6,1-6.16-18).
3.- LA CENIZA, SU SÍMBOLO POR EXCELENCIA: El comienzo de los cuarenta días de penitencia, en el Rito romano, se caracteriza por el austero símbolo de las Cenizas, que distingue la liturgia del Miércoles de Ceniza.
Propio de los antiguos ritos con los que los pecadores convertidos se sometían a la penitencia canónica, el gesto de cubrirse con ceniza tiene el sentido de reconocer la propia fragilidad y mortalidad, que necesita ser redimida por la misericordia de Dios. Lejos de ser un gesto puramente exterior, la Iglesia lo ha conservado como signo de la actitud del corazón penitente que cada bautizado está llamado a asumir en el itinerario cuaresmal. Se debe ayudar a los fieles, que acuden en gran número a recibir la Ceniza, a que capten el significado interior que tiene este gesto, que abre a la conversión y al esfuerzo de la renovación pascual.
4.- TIEMPO PARA DEJAR LO SUPERFLUO E IR A LO FUNDAMENTAL: A pesar de la secularización de la sociedad contemporánea, el pueblo cristiano advierte que son verdaderamente importantes; que hace falta un esfuerzo evangélico y una coherencia de vida, traducida en buenas obras, en forma de renuncia a lo superfluo y suntuoso, en expresiones de solidaridad con los que sufren y con los necesitados.
5.- TIEMPO PARA LA CONFESIÓN Y LA COMUNIÓN: También los fieles que frecuentan poco los sacramentos de la Penitencia y de la Eucaristía saben, por una larga tradición eclesial, que el tiempo de Cuaresma-Pascua está en relación con el precepto de la Iglesia de confesar lo propios pecados graves, al menos una vez al año, preferentemente en el tiempo pascual.
6.- EL SENTIDO DEL AYUNO CUARESMAL: La práctica del ayuno, tan característica desde la antigüedad en este tiempo litúrgico, es un "ejercicio" que libera voluntariamente de las necesidades de la vida terrena para redescubrir la necesidad de la vida que viene del cielo: "No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios" (Mateo 4,4; cfr. Deuteronomio 8,3; Lucas 4,4; antífona de comunión del I Domingo de Cuaresma).
7.- CAMINO CUARESMAL, CAMINO HACIA LA CRUZ: El camino cuaresmal termina con el comienzo del Triduo pascual, es decir, con la celebración, en la tarde del Jueves Santo, de la Misa in Cena Domini. En el Triduo pascual, el Viernes Santo, dedicado a celebrar la Pasión del Señor, es el día por excelencia para la "Adoración de la santa Cruz".
Sin embargo, la piedad popular desea anticipar la veneración cultual de la Cruz. De hecho, a lo largo de todo el tiempo cuaresmal, el viernes, que por una antiquísima tradición cristiana es el día conmemorativo de la Pasión de Cristo, los fieles dirigen con gusto su piedad hacia el misterio de la Cruz. Por ello, los viernes de Cuaresma suele rezarse en las parroquias y comunidades el Vía Crucis.
8.- LO QUE ES Y DICE LA CRUZ DE CRISTO: Contemplando al Salvador crucificado captan más fácilmente el significado del dolor inmenso e injusto que Jesús, el Santo, el Inocente, padeció por la salvación del hombre, y comprenden también el valor de su amor solidario y la eficacia de su sacrificio redentor.
En las manifestaciones de devoción a Cristo crucificado, los elementos acostumbrados de la piedad popular como cantos y oraciones, gestos como la ostensión y el beso de la cruz, la procesión y la bendición con la cruz, se combinan de diversas maneras, dando lugar a ejercicios de piedad que a veces resultan preciosos por su contenido y por su forma.
9.- ILUMINAR EL SENTIDO DE LA ADORACIÓN DE LA CRUZ DE CRISTO: No obstante, la piedad respecto a la Cruz, con frecuencia, tiene necesidad de ser iluminada. Se debe mostrar a los fieles la referencia esencial de la Cruz al acontecimiento de la Resurrección: la Cruz y el sepulcro vacío, la Muerte y la Resurrección de Cristo, son inseparables en la narración evangélica y en el designio salvífico de Dios. En la fe cristiana, la Cruz es expresión del triunfo sobre el poder de las tinieblas, y por esto se la presenta adornada con gemas y convertida en signo de bendición, tanto cuando se traza sobre uno mismo, como cuando se traza sobre otras personas y objetos.
10.- LOS OTROS ASPECTOS DE LA PIEDAD POPULAR SOBRE EL MISTERIO DE CRISTO CRUCIFICADO: El texto evangélico, particularmente detallado en la narración de los diversos episodios de la Pasión, y la tendencia a especificar y a diferenciar, propia de la piedad popular, ha hecho que los fieles dirijan su atención, también, a aspectos particulares de la Pasión de Cristo y hayan hecho de ellos objeto de diferentes devociones: el "Ecce homo", el Cristo vilipendiado, "con la corona de espinas y el manto de púrpura" (Juan 19, 5), que Pilato muestra al pueblo; las llagas del Señor, sobre todo la herida del costado y la sangre vivificadora que brota de allí (cfr. Juan 19,34); los instrumentos de la Pasión, como la columna de la flagelación, la escalera del pretorio, la corona de espinas, los clavos, la lanza de la transfixión; la sábana santa o lienza de la deposición. Estas expresiones de piedad, promovidas en ocasiones por personas de santidad eminente, son legítimas. Sin embargo, para evitar una división excesiva en la contemplación del misterio de la Cruz, será conveniente subrayar la consideración de conjunto de todo el acontecimiento de la Pasión, conforme a la tradición bíblica y patrística.
Decálogo del signo cuaresmal de la ceniza
La Cuaresma comienza con el rito de la bendición e imposición de la ceniza. De ahí que al día en que comienza la Cuaresma se le denomine Miércoles de Ceniza. ¿Y cuál es el sentido y significado de la ceniza cuaresmal?
(1) Este signo quiere expresar el reconocimiento de nuestra condición humana, tan limitada y corruptible. Así lo expresa una de las fórmulas con las que el sacerdote puede imponer la ceniza a los fieles: "Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás". La ceniza habla de caducidad, de lo perecedero. La ceniza es también signo de la posibilidad de resurgir. En el fuego quedan siempre en el rescoldo las cenizas.
(2) La ceniza simboliza el árbol quemado y calcinado. Fue precisamente en un árbol -el árbol de la cruz- donde Jesucristo fue crucificado. Evoca la cruz y anticipa también la Pascua. El árbol de la cruz es el árbol de la vida.
(3) La ceniza nos llama asimismo a la humildad, a la austeridad. Nos alerta sobre el orgullo y la autosuficiencia. ¡Qué más pobre e insignificante que la ceniza!
(4) La ceniza nos interpela a poner el fundamento de nuestra existencia en Jesucristo, Hoja y Árbol perennes. Sólo Él nos puede liberar de la destrucción, de la corrupción y de la muerte. Cristo es la verdadera y única medicina de inmortalidad y eternidad.
(5) La ceniza es símbolo de conversión. Por eso, al imponer la ceniza, la fórmula más usada es la que dice: "Conviértete y cree en el Evangelio”.
De este modo, al hilo de un texto de las publicaciones diocesanas semanales de las Iglesias en Aragón, podemos afirmar que la ceniza que Dios quiere, que la ceniza cristiana es:
- Que no te gloríes de ti mismo: Tus talentos los recibiste para servir.
- Que no te consideres dueño de nada: eres sólo un humilde administrador.
- Que aprecies el valor de las cosas sencillas y humildes, de los pequeños gestos cotidianos.
- Que vivas el momento presente en compromiso y esperanza, vislumbrando en el quehacer de cada día el rostro de la eternidad.
- Que no temas desesperadamente al sufrimiento, al dolor, a la destrucción, a la muerte: La ceniza surge de un árbol y para los cristianos ese árbol no es otro que el árbol de la cruz de Jesucristo, el árbol de la Vida para siempre.
Artículo publicado en 'Nueva Alcarria' el 17 de febrero de 2023