Rafael C. García Serrano
(Conferencia Nuestra Señora de la Antigua, Guadalajara)
No es mío aquello que en mi alma brilla,
no es mía la luz que mi cerebro ilumina,
ni es mía la vida a la que me has traído;
todo es tuyo, lo sé, y me enorgullece
saber también que, aunque no lo oiga,
allá donde Tú estas me llamas hijo.
Dudo que haya algo que pudiera decir mío
pero si algo tuviere para ti lo tengo
mi Señor, mi Dios, Padre mío
que me estás esperando desde que he nacido.