Por Juan Pablo Mañueco
(escritor y periodista)
Morus rubra, morus rubra
que estás frente a San Ginés,
eres fruta el mes de mayo
del árbol que está a tus pies
y casi todo el que pasa
muestra en ti grana interés…
Los unos por verdes hojas,
otros por moras que des
y que las recogen todos
y hacia el templo van después.
Morus alba, morus alba
que al otro lado se ve,
que floreces en abril.
al lado del gran ciprés
y que en mayo ya maduras,
¡primaveral feligrés,
con seda que nos ofrenda
vegetal y suave piel!
Adentro voy de la iglesia
blanca, la de San Ginés.
Morus nigra, morus nigra
ancha sombra de mujer,
revestida de hojas negras
y más morena su tez.
Oscura en color morado.
Hoy junto a ti me paré
y escuché el aire diciendo:
“id y entrad a San Ginés,
que las campanas os llaman;
luego, mi fruta… comed”.
Morus glauca, morus glauca
verde claro tu querer,
la morera de Castilla
que hasta América se fue
por ondas de mar salada
y así te pudo traer.
Morus glauca de Castilla,
andino vuestro crecer,
Voy a buscarte a las cumbres
por traerte a San Ginés.